Si la República Española hubiese ganado la Guerra Civil, la Copa de la España Libre tampoco hubiese sido reconocida como competición oficial. La federación española de fútbol republicana, mientras estuvo en funcionamiento, siempre mantuvo que no hubo torneos oficiales de ámbito estatal durante la guerra. Sin embargo, de una manera cíclica la revisión sobre la naturaleza de la Copa España Libre aparece en prensa. Ya han pasado 22 años desde que se hicieron las primeras actuaciones con la finalidad de equipararla al Campeonato de España, popularmente conocido hoy como Copa del Rey. Este pasado mes de octubre la Copa España Libre ha vuelto a salir a los escenarios, primero de la mano del partido de ámbito autonómico valenciano Compromís y después como punto de encuentro entre el presidente del Levante UD y el secretario de Estado de Memoria Democrática. No cabe duda de que cuanto mayor es la implicación política, más lejos se está del rigor histórico.
Lo que propiamente era un tema administrativo de ámbito privado e interno entre la Federación Española de Fútbol y uno de sus clubes afiliados, en cuanto trascendió a la política e intervinieron los partidos políticos pasó a formar parte de la historia de los despropósitos o del esperpento, como reflejo de los espejos del Callejón del Gato.
Proceso de reconocimiento oficial de la Copa España Libre
Cuentan desde el Departamento de Historia del Levante UD que el trofeo apareció maltrecho y arrinconado en las antiguas dependencias del club. Aun así, se leía que llevaba grabado el texto Copa España Libre que, por asociación de ideas, se podía identificar con una legendaria Copa de la República que contaban los más veteranos y que los más jóvenes escuchaban incrédulos. Movidos por la ilusión y la fantasía creyeron haber descubierto la prueba tangible de que aquella leyenda era verdad. Para ellos aquel Levante FC había ganado la Copa de España; es decir, el Campeonato de España de 1937 que el pernicioso franquismo había anulado y hecho olvidar.
Como herederos del antiguo Levante FC, el Levante UD inició unos contactos con la RFEF. De manera extraoficial el relato fue rechazado off the record por diversos motivos: sólo jugaron cuatro equipos, no estaban representadas la totalidad de las regiones del estado y en su solicitud no habían presentado ningún acta de partidos ni documento que confirmase su reclamación. El club entendió que no se le había prestado la atención debida. Buscó y encontró quien le hiciera caso, porque los partidos políticos no necesitaban pruebas ni las querían, les bastaba el relato antifranquista y victimista, que en esencia es lo que realmente han aireado.
Primera fase: propuesta no de ley del Congreso y respuesta de la RFEF en 2009
La versión levantinista se presentaba como un asunto extremadamente goloso para los partidos políticos comprometidos con la Ley de Memoria Histórica, legítima y necesaria para nuestra sociedad. Reunía suficiente atractivo pues juntaba reivindicación antifranquista con la popularidad del fútbol, con el aliciente de que se hacía en nombre de un club modesto.
El 4 de diciembre de 2004, la diputada de Esquerra Unida, Isaura Navarro, presentando un relato tergiversado y plagado de errores y falsedades históricas, reclamó al Gobierno el reconocimiento de manera oficial que el Levante UD había ganado “la” Copa de la República de 1937 —como si no se hubiese jugado ninguna otra en ese período histórico—. Y relativamente pronto, el 15 de febrero de 2005 en el Boletín Oficial de Las Cortes Generales la Comisión de Educación y Ciencia aprobó la 161/000588 Proposición no de Ley presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds con los siguientes términos (nótese los nombres que utilizan los señores diputados para referirse al torneo):
El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:
1. Que la Secretaría de Estado del Deporte junto a la Real Federación Española de Fútbol acometa el reconocimiento de la Copa de la España Libre o Copa de la República, con los siguientes efectos:
a) Reconocimiento de la Copa de la España Libre de 1937 como legal y oficial a todos los efectos.
b) Reconocer como válido el resultado de la final celebrada en Barcelona el 18 de julio de 1937.
c) Incorporar como campeón del trofeo al Levante UD y subcampeón al Valencia CF.2. Proponer al resto de Federaciones de distintas disciplinas deportivas constituidas, la realización de una investigación para la comprobación de la realización de campeonatos entre los años 36 y 39, de carácter similar al explicitado para el fútbol y si tuvieren resultado positivo, el reconocimiento oficial de dichos campeonatos a todos los efectos.
Pero dado que la senadora por el PSOE Gloria Gómez Santamaría apuntó que el reconocimiento oficial de competiciones deportivas no era competencia del Congreso se añadió una enmienda transaccional con texto publicado el 3 de octubre de 2007 en el Boletín Oficial de Las Cortes Generales de la Comisión de Educación y Ciencia 161/000588 Proposición no de Ley presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds:
Proponer a la Federación Española de Fútbol una investigación para la comprobación de la realización del Campeonato de Copa de 1937, la final de Barcelona de ese año y el resultado que dio como vencedor al Levante U.D. y, si tuviera resultado positivo, el reconocimiento oficial de dicho campeonato, participantes y vencedor a todos los efectos.
Palacio del Congreso de los Diputados, 24 de septiembre de 2007.—Julio Villarrubia Mediavilla, Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso para el reconocimiento de la Copa de la España Libre o Copa de la República como legal y oficial a todos los efectos.
La prensa escrita, en general, interpretó en la frase ‘proponer una investigación’ que se trataba de obligar a la RFEF a que reconociese la oficialidad. No obstante, diccionario en mano, proponer no es sinónimo de imponer, el caso fue que la mayoría de las publicaciones dio por hecho que el Gobierno había reconocido que el Levante UD había ganado la Copa de 1937.
Tiempo después la Real Federación Española de Fútbol inició los trámites solicitados: abrir una investigación sobre los hechos y evaluar el resultado obtenido con ella. CIHEFE, entidad especializada en la historia del fútbol con reconocimiento científico internacional y colaboradora con la Real Academia de la Historia, elaboró un informe independiente en el que se esclarecían los hechos considerando la legislación vigente tanto en el territorio leal a la República como en la reglamentación internacional del fútbol. En dicho informe se desmontaba el relato victimista mediante pruebas contundentes además de rechazar la manipulación que se hacía al renombrar esa competición como Copa de la República.
El esquema del informe de CIHEFE se puede explicar como un silogismo aristotélico de la siguiente manera:
- Premisa mayor o fuente legal: Ley del Deporte – Las competiciones oficiales de fútbol de ámbito estatal solo pueden ser organizadas por la Federación Española de Fútbol.
- Premisa menor o documentación oficial: Actas de la FIFA – La Copa España Libre no fue organizada por la Federación Española de Fútbol porque suspendió todas las competiciones oficiales de la temporada 1936/37.
- Conclusión: La Copa España Libre no fue una competición oficial de ámbito estatal.
Así se dio cuenta de ello en la Asamblea General de la RFEF del 24 de julio de 2009 de la que se hace constancia en su página web:
Simplificando: la investigación exigida por el Gobierno demostró que oficialmente no hubo Campeonato de España y por lo tanto oficialmente no hubo vencedor del mismo. La Copa España Libre ni era la Copa de la República y ni tampoco era la Copa de España y por lo tanto no había lugar a tal reconocimiento. A eso hay que añadir un principio elemental del Derecho: una persona no puede reconocer haber hecho lo que se ha probado que no ha hecho.
Segunda fase: reapertura del proceso por la vía política en 2021
Todo hacía entender que en 2009 se había puesto punto final al proceso. La proposición no de ley había sido atendida y contestada por la RFEF.
Sin embargo, a partir de entonces con frecuencia, especialmente cuando se acercaba la final del Campeonato de España – Copa de SM El Rey o el 18 de julio alguien aprovechaba para recordar esa mal llamada Copa de la República. En la mayoría de los casos demostrando parcialidad e ignorancia de los hechos, reproduciendo hasta la saciedad el relato falso ya rebatido.
Cierto es que el Levante UD, desde su Departamento de Historia fue corrigiendo en su versión los errores de bulto para resaltar más la gesta humana y deportiva que supuso competir en esas fechas, así como buscar un reconocimiento oficial con carácter retroactivo puesto que no lo había habido en 1937 como había quedado demostrado. Ya con Luis Rubiales en la presidencia de la RFEF y recordando su pasado como jugador azulgrana y sus simpatías por ese club, en diciembre de 2019 y respaldados por la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana hicieron llegar al mandatario federativo formalmente sus nuevas interpretaciones de los hechos.
Sin avances notables por la vía federativa, en abril de 2021, casi doce años después de la respuesta oficial de la RFEF, el portavoz en el Congreso del partido de ámbito autonómico Compromís, Joan Baldoví, retomó el tema y anunció que su partido exigiría el reconocimiento de la Copa España Libre. Así, un mes después su compañero de partido Carles Mulet García preguntó al Gobierno por qué no se había oficializado todavía la Copa España Libre.
Los políticos, en su versión más torpe e interesada y con aires de soberbia y de posesión absoluta del la ley, reabrían una cuestión ya resuelta y lo hacían ignorando o pisoteando voluntariamente todo el camino recorrido. Volvían al punto de inicio en el que reclamaban obligatoriamente, sin base legal ni el aval de ninguna documentación contrastada, que la RFEF reconociese la Copa España Libre como Campeonato de España. Dejaban muy claro que de los hechos ocurridos solo interesaba el rédito político que pudiesen aprovechar y a eso iban, sin importarles en absoluto la historia.
Porque ni para Compromís ni para el PSOE en el Gobierno había existido la respuesta federativa de 2009… y lo que es peor, distorsionaban públicamente el rango legal de una Proposición no de Ley, que como tal carece de efectos jurídicos vinculantes con el destinatario y, en consecuencia, no es de obligado cumplimiento. Tanto Esquerra Unida en un principio como Compromís y el PSOE después lo sabían y, sin embargo, no suprimieron en sus intervenciones sus exigencias para que se cumpliese una la ley que no era ley.
El siguiente paso, fue la presentación también firmada por Carles Mulet de la Enmienda Número 459 a la Ley de Memoria Democrática. Era un texto de redacción ambigua e imprecisa que afortunadamente para el mundo del deporte español fue rechazado el 5 de octubre pasado.
Por su parte, el Levante UD logró que su actual presidente Quico Catalán se entrevistara con el secretario de Estado para la Memoria Democrática, el socialista Fernando Martínez López, para tratar el tema de la Copa España Libre. La reunión se calificó por la parte levantinista como un paso hacia adelante para el reconocimiento de la Copa. El acuerdo consistía en la presentación de una nueva documentación por parte del club valenciano y desde la administración se comprometían a enviar un requerimiento formal a la RFEF para que actuase en consecuencia.
El requerimiento administrativo no deja de ser una vuelta más sobre el mismo tema. Aunque parta de la Secretaría de Estado de Memoria Histórica, la RFEF administrativamente está sujeta al Consejo Superior de Deportes, administración que deberá emitir tal requerimiento. Queda en el aire cuál podría ser la actuación federativa: a) recordar a la Administración que ya se respondió en 2009; b) revocar la votación de la Asamblea y volver a hacer una consulta en nueva asamblea. Recuérdese que la oficialidad de una competición no es competencia del presidente de la RFEF sino de la Asamblea federativa, soberana que amparada por los estatutos de la FIFA está libre de cualquier tipo de injerencia política. Algo que se podría entender con la presión que están ejerciendo las instituciones políticas para el reconocimiento de oficialidad de una competición que ante la FIFA en 1937 ya declaró no haber organizado.
Coletilla
A pesar de llevar un recorrido de tantos años, las pretensiones del Levante UD están todavía muy cerca del punto del partida. Propiamente el reconocimiento del rango de una competición deportiva es un acto administrativo dentro de una federación. Eso significa que no habría hecho falta salir de la Federación para definir el rango de competición que corresponde a la Copa España Libre. Incluso después de haber recibido una respuesta negativa, al Levante UD le hubiesen quedado todavía algunos pasos más para haber recurrido. Pero se dejó seducir por las promesas de los políticos.
La elección de la vía política por parte del Levante UD ha demostrado ser un desatino. De entrada Izquierda Unida ya en 2005 y 2007 eligió un medio legal que sabía que era inútil. Una Propuesta no de Ley es un recurso más bien simbólico y sin efectos jurídicos. Legalmente el destinatario tiene plena libertad para acatarla, rechazarla o hacer caso omiso. Solo sirve para airear un tema y llevarlo a la opinión pública. Tanto Izquierda Unida entonces como Compromís ahora han mantenido la misma línea. Han generado una falsa ilusión en los levantinistas al hacer un discurso de exigencia y repercusión social sin molestarse a investigar debidamente el objeto de polémica. Solo han hecho ruido a sabiendas de que su recorrido legal era improductivo. Y en vez de aceptar los documentos históricos que con rigor científico rebatían su versión manipulada, al uso que desgraciadamente se ve en nuestras Cortes Generales, procedieron al insulto y a la descalificación tachándolos de franquistas y fascistas.
La falta de conocimiento e información sobre el tema quedaron manifiestas en la torpe redacción de los textos con los que buscaban la oficialidad de la Copa España Libre. En la Propuesta no de Ley en su forma definitiva de 2007 daban a entender que lo que se pretendía era confirmar que en 1937 se había jugado el Campeonato de Copa de España y que la había ganado el Levante UD. Y sucedió que la RFEF lo único que confirmó fue que en 1937 no hubo Copa de España y lógicamente tampoco hubo club ganador. Ahí detuvo su respuesta. Así pues, la Copa España Libre podría ser cualquier cosa, menos una competición oficial de ámbito estatal como lo eran entonces el Campeonato Nacional de Liga y el Campeonato de España.
Peor es todavía la redacción de la Enmienda Número 459 a la Ley de Memoria Democrática porque de haberse aprobado se hubiese tenido que oficializar una infinidad de partidos y competiciones menores, con sus correspondientes trofeos y premios que se celebraron entre 1936 y 1939 como lo que fueron entonces. De esta manera, la Copa España Libre hubiese tenido obligatoriamente por ley el reconocimiento de haber sido… la Copa España Libre, que inapelablemente correspondería a lo que fue en verdad.
El último movimiento de ficha se supone que como resultado del encuentro entre el secretario para el Estado de la Memoria Democrática y el presidente del Levante UD es ese requerimiento formal del que hay que esperar todavía sus consecuencias.
La política es una herramienta que en muchos casos parece no ajustarse a la lógica ni a sus propias leyes. Recientemente lo ha confirmado el expresidente del Gobierno Felipe González: En democracia, la verdad es lo que los ciudadanos creen que es verdad. De ahí que al final por conveniencia de unos ese reconocimiento podría hacerse efectivo por imperativo legal y bajo pretextos que no son aplicables en este caso. Afortunadamente la historia no funciona así: solo se basa en documentos y pruebas. El problema está en que en un Estado de Derecho no se puede obligar ni admitir que una persona o entidad se vea forzada a reconocer un acto o un hecho que no realizó y del que no es responsable.
Es de recomendada lectura el artículo publicado en Cuadernos de Fútbol CIHEFE: ‘El torneo Copa España Libre, Ricardo Cabot y las actas de la FIFA’ | Cuadernos de Fútbol (cihefe.es)
Ficha técnica
Nombre: Copa España Libre. La prensa de la época también se refirió a ella como Copa España Libre – Trofeo Presidente de la República.
Organizador: Valencia FC a través de su presidente, José Rodríguez Tortajada.
Participantes: Valencia FC, como organizador, y Girona FC, CD Español de Barcelona y Levante FC (reforzado con elementos del Gimnástico FC) de Valencia por invitación expresa del Valencia FC a través de su presidente.
Desarrollo de la competición: liguilla a doble vuelta entre los cuatro participantes con final a un partido entre los dos equipos con mayor puntuación.
Tipo de competición: torneo amistoso de ámbito interregional de una única edición.
Fechas: la primera fase (seis jornadas) se jugó entre el 6 de junio y el 15 de julio de 1937. La final se jugó el 18 de julio de 1937 en Barcelona.
Resultado de la final: Levante FC, 1 – Valencia FC, 0.
Título otorgado al vencedor: Campeón de la Copa España Libre.
Premio para el vencedor: un trofeo grabado con el mensaje: Copa España Libre – 1936-37 – Levante F.C. – (Campeón). No tiene ninguna inscripción ni de la Federación Española de Fútbol ni de la Presidencia de la República Española. Hoy está en poder del Levante UD de Valencia, club resultante de la fusión entre el Levante FC y el Gimnástico FC en 1939.
* José del Olmo es vicepresidente primero del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE)