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Si transitas por una calle en la que los runners son habituales, verás que prácticamente todos ellos llevan auriculares. No es algo extraño, ya que la música tiene un gran poder en nosotros y a veces consigue darte ese push que necesitas para llegar a la marca que te habías propuesto o para intentar correr más de lo que te habías marcado en un primer momento.
Piensa que empezar a correr requiere un poco de concentración, ya que necesitas centrarte en la respiración, en la técnica de correr, en la pisada… y eso puede abrumarte en un primer momento. Después, correr todo el rato puede llegar a ser un poco monótono. Sin embargo, el hecho de escuchar tu música mientras haces toda esta actividad lo cambia por completo. Primero de todo, porque la música puede llegar a segregar dopamina y serotonina, dos hormonas que son responsables de la felicidad.
Además, piensa que hay canciones que te transportan a otros sitios en el plano mental, y quizá empiezas a evocar un recuerdo o a pensar en algún otro tema, y sin que te des cuenta prácticamente, has hecho ya parte del recorrido previsto.
En esta línea, la ciencia respalda la teoría de que la música tiene un efecto positivo en la práctica de deporte de resistencia como la bicicleta, la natación, el running… Según un estudio realizado en 2017, “la música puede ejercer un efecto ergogénico y de distracción durante el ejercicio en condiciones de ejercicio moderado a su propio ritmo y música autoseleccionada. La motivación por la música puede aumentar la duración del ejercicio, lo que alivia el estrés”, se puede leer en el estudio.
La palabra “ergogénico” hace referencia a un medio para aumentar el uso de energía, incluyendo la producción de ésta, su control y su rendimiento. Este efecto lo consigue por el hecho de distraernos y que no focalicemos nuestra atención en el esfuerzo y la fatiga que estamos acumulando.
Efectos en el sistema
La música mejora nuestro rendimiento a la hora de correr ya que incide en dos partes:
- Psicológica: escuchar música que nos gusta y nos motiva ayudan a estar de buen humor y a mejorar la actividad cognitiva. Pero no solo el buen humor sirve como gasolina para correr, ya que estar furioso también suele estar relacionado con un rendimiento atlético más exitoso.
- Fisiológica: con la música, hay una mayor actividad neuronal y capacidad de utilizar el oxígeno para producir energía.
Lo que está claro es que la música es un elemento prácticamente indispensable a la hora de salir a correr. Da igual si optas por un Don’t stop me now de Queen o un Play hard de Ne-Yo y David Guetta, no hay un prototipo de canción específica para correr y mejorar el rendimiento. Lo que está claro es que te va a ayudar a dar el máximo en tu rendimiento y a hacerte llegar donde no crees que puedes llegar tú mismo.
Como consejo, es recomendable que formes tu playlist personalizada con las canciones que más te motivan a la hora de salir a correr. De esta forma, solo tendrás que darle al play y no necesitarás estar mirando el móvil para cambiar la canción y que suene la que desees.
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