El día de ayer Gustavo Petro tomó posesión como presidente de Colombia. Es un evento histórico porque es el primer presidente de izquierdas que gobierna esta gran nación. Llegó a la presidencia siendo el candidato más votado en la historia y bajo una coalición de alrededor 18 organizaciones sociales agrupadas en el movimiento denominado Pacto Histórico. Petro es acompañado por la vicepresidenta Francia Márquez, abogada y activista defensora de los derechos humanos.
¿Por qué Colombia es importante? Porque su nuevo gobierno trae bajo el brazo el mejor proyecto político de Latinoamérica. En particular, su estrategia de desarrollo tiene el objetivo de: convertir al sector público en un “Estado Emprendedor”; e invertir más en salud, educación, el campo, y en ciencia e innovación tecnológica. Otro de los aspectos clave es el impulso a una política industrial que fortalezca la economía interna.
Además, el nuevo gobierno tiene la misión de pacificar a todo el país. Es decir, lograr que la gente “viva sabroso”. En palabras de Márquez, vivir sabroso significa: “conseguir que la gente no viva con miedo, es hacer que la gente pueda vivir en sus territorios tranquilos, en paz. La guerra nos ha arrancado las posibilidades de vivir tranquilos.
La política de muerte ha quitado a las poblaciones la posibilidad de vivir sabroso. Nos condenó a vivir en medio del sufrimiento, del dolor, de la tristeza. A los jóvenes les impidió seguir viendo, les han arrancado los ojos. A las mamás les quitaron el amor y la alegría de ver crecer a sus hijos, de verlos triunfar, de verlos hacer sus sueños realidad”.
Para Andrés Bernal, del Global Institute for Sustainable Prosperity, el nuevo gobierno enfrenta diversos retos. Uno de ellos es el tiempo. “La nueva administración federal debe iniciar desde el primer día los trabajos de planeación de la estrategia gubernamental. Se debe trabajar en el diseño tanto de las políticas públicas como de las reformas legales necesarias para aterrizar dichas estrategias. Esto último requiere lograr los acuerdos políticos pertinentes en el Congreso”.
En este sentido, el Congreso debe trabajar para facilitar que el proyecto federal se materialice. En los últimos días se anunció la activación de la Unidad de Apoyo Técnico Presupuestal (UATP) del Congreso. Este órgano es similar al Consejo Fiscal que se pretende establecer en la Cámara de Diputados de México.
De acuerdo con el presidente del poder legislativo colombiano, el objetivo es que la UATP asesore a los legisladores. Lo que se busca es que esta Unidad aconseje a las comisiones económicas del Congreso. Asimismo, que tenga una interlocución directa con el Ejecutivo y el Ministerio de Hacienda en temas como la reforma tributaria, y la Ley de Presupuesto.
No obstante, y antes de que la UATP entre en operaciones, es fundamental realizar una discusión sobre las verdaderas funciones que debe tener esta agencia. Se trata de definir sus alcances de tal manera que la UATP no se vuelva un obstáculo a los objetivos de desarrollo de Colombia. Debe ser una agencia que ayude a suministrar los recursos financieros necesarios para que la población logre la economía que se merece y pueda “vivir sabroso”.