¿Qué espera de estos días?
Que todos y todas seamos capaces de olvidarnos durante estas cinco jornadas de la pandemia o, al menos, podamos hacer un pequeño paréntesis y dar salida a las ganas de fiesta, felicidad y recuperación de besos y abrazos que todos tenemos. Van a ser las fiestas del encuentro, del regreso. Espero y deseo además mucha participación de los vianeses y las vianesas en todos los actos preparados. Casi se nos había olvidado el estrés que supone organizar unas fiestas.
¿Va a haber novedades en el programa?
Más que novedades, ya que mantiene el esquema habitual, lo que se ha hecho ha sido magnificarlo incrementando las actividades dirigidas a los niños, el tema taurino y las actuaciones musicales. Además se ha diversificado lo que pide la población más joven con aquella que ya no lo es tanto. En definitiva, van a ser unas fiestas muy intensas, repletas de actos que no sé si yo si nos van a dejar tiempo para descansar (risas).
¿Se ha incrementado el presupuesto?
No, seguimos más o menos con la misma partida presupuestaria para las dos fiestas que tenemos, tanto las de julio como las de septiembre, en total unos 225.000 euros a repartir entre ambas fechas.
Llegan las ansiadas fiestas tras dos años complicados, ¿cómo ha vivido Viana este tiempo?
A nivel municipal ha sido una legislatura muy difícil y exigente que también ha supuesto un aprendizaje, para nosotros como integrantes del ayuntamiento, pero para toda la ciudadanía en general. Se ha pasado por diferentes fases como el estupor, el miedo o el cansancio. Sin embargo, yo siempre intento sacar el lado positivo y creo que esta pandemia ha sacado lo mejor de cada uno. Todos los colectivos locales han dado la cara y creo que hemos salido reforzados. El brote que se produjo en la residencia de ancianos lo recuerdo como uno de los peores momentos. Personalmente también creo que nos ha venido ‘bien’ para ser conscientes y darnos cuenta de lo pequeños e intrascendentes que somos.
En el plano municipal, ¿qué proyectos tiene ahora mismo el ayuntamiento sobre la mesa?
Estamos trabajando en varias cosas como la renovación de un parque infantil con temática medieval, la reforma integral de los locales de las asociaciones, la renovación del campo de fútbol de hierba natural y el acondicionamiento y mejora de las instalaciones deportivas. Seguimos trabajando también en la iluminación monumental de la portada y el ábside de las ruinas de San Pedro y se han previsto para este verano siete intervenciones en el colegio público.
Recientemente hizo referencia a la necesidad de ampliar espacios en el centro educativo.
Así es. Tenemos un colegio público y un IESO que, entre los dos, cuentan con 520 alumnos. Viana es un pueblo que no está perdiendo población, al contrario, la estamos ganando y a día de hoy hay problemas de espacio en el centro educativo porque la matrícula cada vez es mayor. Sí que se ha hecho alguna ampliación del colegio ya que el edificio original data de 1975 pero la problemática de espacio sigue creciendo, como también lo hace la matriculación. Apostamos por una enseñanza pública de calidad y estamos apostando fuerte por la mejora de las instalaciones. El ayuntamiento hace esfuerzos muy importantes pero no podemos abarcar todas las mejoras que necesita por ello ya nos hemos reunido con el consejero para abordar el tema. Desde que yo entré a la alcaldía hemos invertido en el colegio unos 700.000 euros.
Otro proyecto ambicioso es la rehabilitación del antiguo convento de San Francisco, ¿en qué punto está?
Nos gustaría habilitarlo como un espacio con marcado carácter cultural que pudiera albergar charlas, exposiciones, conciertos y eventos de media capacidad pero que también fuera un punto de referencia dentro del Camino de Santiago. El proyecto ya está redactado y habría que hacerlo por fases. De momento estamos buscando financiación.
En el horizonte está ya 2023, año electoral, ¿tiene pensado la alcaldesa de Viana concurrir a la reelección?
La verdad que no me lo he planteado todavía, no suelo tomar decisiones con tanto tiempo de antelación. De momento estoy centrada en las fiestas que es lo más inminente y en todos los proyectos que tenemos sobre la mesa, que son muchos.
Reconocimiento en forma de cohete
No tuvo ninguna duda la alcaldesa a quién ceder el cohete. Serán los miembros de la cofradía Virgen de las Cuevas los encargados de prender la mecha festiva en un gesto así de reconocimiento a su discreta labor durante los dos últimos años de no fiestas. Sus integrantes se encargaron del traslado el día del ‘no chupinazo’ a la parroquia y de regresarla al ayuntamiento la jornada en que hubieran terminado las fiestas. “Lo hacían temprano, sin decir nada a nadie para que no hubiera multitudes. Por eso pensé cuando haya fiestas, será el cohete para ellos”, dijo.