La idea de alquilar autos no es nueva, y existen desde que en 1918 el estadounidense Joe Saunders abrió su empresa personal, poniendo en alquiler su propio Ford T, a diez centavos de dólar la milla (1,6km). Al crecer explosivamente su compañía, luego derivaría en la actual empresa Avis. La idea sería copiada por Walter Jacobs, la bautizaría como Rent -a- Ford, para pasar luego a llamarse Rent -a- Car, la que finalmente compraría John Hertz y le pondría su apellido.
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Lo que si es nuevo es la idea de la economía colaborativa nacida a la sombra de la tecnología, en especial la de las apps en Internet. Esta impronta apunta al intercambio de recursos, conocimientos o servicios, ya sea con o sin intercambio monetario.
Nueva tendencia: la economía colaborativa
La propuesta mendocina Rentennials -una startup (empresa emergente), tiene esa impronta de economía colaborativa, ya que tomó el concepto, aplicado a vehículos personales, orientado a aquellas personas que poseen uno o más vehículos ociosos (que muchas veces solo se utilizan para paseos de fin de semana), o para aquellas personas que desean generar ingresos extras con un capital relativamente bajo y una rentabilidad alta.
“Nuestro sistema es como un rent -a- car, pero diferente porque alquilas entre particulares. Esto está asociado con la economía colaborativa, donde vos ponés a disposición cosas tuyas, a un estilo Uber”, explicó sobre su emprendimiento Gerardo Germanó.
“La propuesta es aprovechar un recurso y hacerlo una salida laboral, un segundo trabajo, un ingreso extra”, sumó Gerardo, de 33 años.
“Somos cuatro socios, todos de Mendoza, una de las chicas es de San Martín. El mismo modelo de nuestra empresa es único en el país, pero hay similares en otras partes del mundo”.
El inicio de actividades de Rentennials se dio en mayo, y ya está en marcha generando recursos para sus asociados. “Ya tenemos varios autos, y estamos esperando la temporada fuerte, que comienza en julio. La idea fue arrancar antes, para ir ajustando cosas, en mayo y junio, temporada baja”.
“Nuestra actividad está muy de la mano y apuntada al turismo, porque al ser autos particulares, los dueños quieren que les cuiden los autos, y un turista viene con planes de no hacer macanas, cosas raras, más bien quiere disfrutar, y lo cuida al auto”.
“Ya tenemos 25 autos: todavía no están todos cargados en la plataforma, pero la mayoría están ya disponibles. Y estamos entrevistando a más gente que quiere sumarse, así que vamos creciendo”, señaló Gerardo.
Respecto a cuestiones logísticas y hasta legales, el trabajo de estos emprendedores ya ha tenido pruebas pilotos y han ido adaptando factores como por ejemplo, los seguros. “Sí, el tema seguros es algo especial, ya que lo estaría manejando otra persona, y muchas compañías no lo contemplaban. Pero fueron adaptándolas, por ejemplo hemos hecho un contrato con Triunfo Seguros, le estamos abriendo las puertas a otros que nos han ofrecido, y hay un seguro especial, con una franquicia baja, para destrucción parcial, total, o lo que sea, y además permite alquilar el auto para que lo maneje un tercero”, detalló Gerardo.
Germanó no es un novel en este tipo de emprendimientos novedosos, como el alquiler de bienes en general, como herramientas o máquinas. Insertándose en esta actividad, conoció a Andrés Puebla, un creativo y especialista en diseñar plataformas, y ambos decidieron probar con este negocio del alquiler de autos.
Andrés Puebla, la cara visible e ideólogo de un modelo “escalable”
Andrés Puebla tiene 43 años, tiene una agencia de diseño y marketing empresarial, y con más de 10 años de ser emprendedor, con productos funcionando, como un sistema global para tarjetas personales llamado Linkcard.app, que funciona muy bien, con suscriptores en más de 90 países.
“El tema de la idea la creamos en conjunto con Gerardo, y ya veníamos trabajando en el concepto de lo que se llama “anfitriones locales”, al estilo de Airbnb, que es el ofrecimiento de alojamientos en tu propia casa. Lo apuntamos al alquiler de vehículos, ya que es una tendencia en crecimiento, y una empresa de Mendoza ya lo estaba haciendo, y decidimos participar, ya que estaba bueno el negocio”, destacó Andrés.
“Trabajando en este emprendimiento, vimos que el sistema con que se manejaba era muy básico y se manejaba todo manualmente. El sistema de reserva era manejado por una persona en una oficina, entonces era muy poco escalable“, explicó Puebla.
La idea estaba instalada y decidieron hacer una especie de “prototipo” de este modelo empresarial de renta de autos. “Decidimos hacer algo con un primo y una socia, armamos una rent -a- car parecida, para ver como funcionaba, se llama Dower, manejada de forma tradicional. Si viene un turista y quiere alquilar, nos contacta, tenemos una página, donde se ofrecen los autos que la gente pone a disposición, hay mucha necesidad de ganar dinero extra, y pasamos de cuatro a 28 autos”, recordó el emprendedor.
Luego continuó explicando: “El sistema funcionaba, crecía, pero vimos que del modo tradicional no podía ser escalable, ya que se manejaba de modo muy manual. Entonces nació Rentennial, donde hicimos todo el proceso, pero de forma digital, con una aplicación. Ahí es donde entra Gerardo, que ya había trabajado con mi agencia, en una aplicación de alquiler de cosas que uno tiene desocupadas en su casa, y entonces lo llame y le propuse hacer algo similar a lo que ya había hecho, que se llamaba Rentennial, pero para alquiler de vehículos”.
“El sistema como el nuestro aún no está bien desarrollado en Argentina, para el alquiler de vehículos. Ahí fue que decidimos que todo este proceso de poner un auto a disposición, para alquilar, esté al alcance de cualquiera entrando a nuestra plataforma, y generar su propia rent a car”, afirmó Puebla.
Alta rentabilidad de la inversión
Respecto a la rentabilidad de esta propuesta, algo fundamental, Andrés sorprendió, en estas épocas de economías flacas, al asegurar que “una persona que puede tener un auto ocioso, un segundo vehículo, entonces lo pone a trabajar (alquilar) y puede generar una renta superior a un departamento, teniendo en cuenta que el capital es inmensamente menor”.
Luego Puebla detalló: “Por ejemplo, se necesita sólo un auto chiquito, modelo 2015, que es el más antiguo que exigimos, que puede costar entre u$s8.000 o u$s10.000, y en temporada alta se le puede sacar en alquileres unos $170.000 por mes o más“, para agregar: “En cambio a un departamento de unos u$s75.000 apenas se les puede sacar como mucho, por contrato, unos $40.000 por mes”.
Andrés Puebla redondeó la idea del negocio: “Hemos logrado en esta primera etapa replicar a un rent -a- car de una manera totalmente automatizada, y que se puede escalar a cualquier parte del país. La idea se lanzó en Mendoza, pero queremos expandirnos rápido para tener presencia en los principales puntos turísticos del país, y después pasar a estar en otros países de Latinoamérica”.
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