El analista y académico de la Universidad Diego Portales detalló los impactos que conllevará el proceso constituyente para el país y destacó los procesos de diálogo y negociación que han marcado el trabajo de la Convención Constitucional.
Lunes 20 de junio 2022 16:22 hrs.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el analista político y académico de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, abordó la recta final del proceso constituyente, que culminará con la entrega de la nueva Constitución el 4 de julio, y consideró que “la evaluación de las expectativas cumplidas o no creo que vamos a tener que aguardar un tiempo, porque va a depender mucho del texto final”.
Además, planteó que también el éxito “va a estar muy determinado por lo que pase en el plebiscito. Es decir, yo creo que la evaluación final la va a dar la ciudadanía a partir del plebiscito y hay que tomar un poco de perspectiva. Estos procesos de cambio constitucional son parte de una dinámica política y social más general. Por lo tanto, el hecho de que se materialice, si es que se aprueba la nueva Constitución, recién ahí uno va a poder evaluar ciertos elementos asociados al proceso constituyente”.
En ese sentido, si bien destacó como un aspecto positivo la participación ciudadana en el proceso de redacción de la nueva Carta Fundamental, “creo que hubo déficit en los medios de comunicación. Creo que el canal público no respondió a la expectativa en términos de educar, formar. Muchos elementos confluyeron para inhibir espacios, momentos de reflexión social sobre lo que se estaba escribiendo”.
Sobre este último punto, el académico aludió a una falta de planificación del país para abordar la magnitud de este hecho, expresando que “por ser un proceso inédito en Chile yo creo que nadie estaba tan preparado, inédito a nivel latinoamericano. Si bien se han hecho otras convenciones constituyentes, el momento en que estamos híper conectados, con una elección (presidencial) entremedio, eso lo hacía bastante único”.
“Si hay un aprendizaje que sacar tiene que ver con cómo traducir a lenguaje ciudadano que son complejos, que son difíciles de entender, como el concepto de igualdad sustantiva, qué es la igualdad sustantiva versus la igualdad formal. Son conceptos muy abstractos y que hay que aterrizarlos, ponerles carne (…) Tenemos un analfabetismo democrático muy grande y yo creo que eso requirió más guía, más educación ciudadana para el proceso constituyente”, aseguró.
En cuanto a la paradoja entre la construcción de acuerdos entre los colectivos y las acusaciones de distintos sectores por ser marginados del debate, Fuentes manifestó que “ese es uno de los aprendizajes más interesantes que se vive en Chile. Cuando vimos que en las comisiones se aprobaba algo y el pleno lo rechazaba y lo devolvía, esa itinerancia de ir y volver, esta idea de que ¡Oh! Se va a nacionalizar todo y de pronto no se nacionalizaba. Se va a eliminar el himno y no se elimina, es una lógica que funcionó moderando ciertas iniciativas”.
“Esa lógica de un pleno que se pone de acuerdo y logra consensos creo que no estábamos tan acostumbrados. Estábamos acostumbrados a la democracia de los consensos donde una minoría vetaba y se aprobaba lo que esa minoría estaba. La democracia requiere negociar y acordar, ponerse de acuerdo, ceder. Esa idea de ‘yo no voy a lograr mi objetivo y voy a llegar a un entendimiento’ creo que es bien relevante para la democracia como la chilena, que es híper fragmentada”, mencionó.
Sobre los cuestionamientos de la derecha, destacó que “tampoco consiguió su objetivo. Entonces, acá hay procesos de diálogo y de negociación para ambos lados y eso es lo que vimos en la Convención, porque para muchas de las políticas hubo que negociarse y moderarse”.
En tanto, dentro de las lecciones que significará para el país el proceso constituyente- independiente del resultado del plebiscito de salida- el analista Claudio Fuentes apuntó que “los temas que se establecen en el debate de la nueva Constitución, son los temas que nos han acompañado en los últimos 10, 15 años. Uno, el rol del Estado en la provisión de garantías sobre derechos sociales, no es casualidad que los principales debates y actores que han intervenido son el área de la salud, de las pensiones, de la educación y la vivienda”.
“Independientemente que gane el Apruebo o el Rechazo, esos temas claramente van a marcar la agenda de este gobierno y los próximos dos o tres años. El segundo gran tema tiene que ver con los pueblos indígenas, que requiere una política de largo plazo para la resolución del conflicto territorial que existe en Chile. Finalmente, algo que es relevante y que en la Constitución sería bastante innovador es la democracia paritaria. Esta Constitución establece un nuevo estándar para los derechos de las mujeres, particularmente de la participación en espacios de poder y eso es una revolución mundial, sería un cambio copernicano a lo que tenemos hoy día y eso es interesante para lo que viene para el país”, concluyó.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el analista político y académico de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, abordó la recta final del proceso constituyente, que culminará con la entrega de la nueva Constitución el 4 de julio, y consideró que “la evaluación de las expectativas cumplidas o no creo que vamos a tener que aguardar un tiempo, porque va a depender mucho del texto final”.
Además, planteó que también el éxito “va a estar muy determinado por lo que pase en el plebiscito. Es decir, yo creo que la evaluación final la va a dar la ciudadanía a partir del plebiscito y hay que tomar un poco de perspectiva. Estos procesos de cambio constitucional son parte de una dinámica política y social más general. Por lo tanto, el hecho de que se materialice, si es que se aprueba la nueva Constitución, recién ahí uno va a poder evaluar ciertos elementos asociados al proceso constituyente”.
En ese sentido, si bien destacó como un aspecto positivo la participación ciudadana en el proceso de redacción de la nueva Carta Fundamental, “creo que hubo déficit en los medios de comunicación. Creo que el canal público no respondió a la expectativa en términos de educar, formar. Muchos elementos confluyeron para inhibir espacios, momentos de reflexión social sobre lo que se estaba escribiendo”.
Sobre este último punto, el académico aludió a una falta de planificación del país para abordar la magnitud de este hecho, expresando que “por ser un proceso inédito en Chile yo creo que nadie estaba tan preparado, inédito a nivel latinoamericano. Si bien se han hecho otras convenciones constituyentes, el momento en que estamos híper conectados, con una elección (presidencial) entremedio, eso lo hacía bastante único”.
“Si hay un aprendizaje que sacar tiene que ver con cómo traducir a lenguaje ciudadano que son complejos, que son difíciles de entender, como el concepto de igualdad sustantiva, qué es la igualdad sustantiva versus la igualdad formal. Son conceptos muy abstractos y que hay que aterrizarlos, ponerles carne (…) Tenemos un analfabetismo democrático muy grande y yo creo que eso requirió más guía, más educación ciudadana para el proceso constituyente”, aseguró.
En cuanto a la paradoja entre la construcción de acuerdos entre los colectivos y las acusaciones de distintos sectores por ser marginados del debate, Fuentes manifestó que “ese es uno de los aprendizajes más interesantes que se vive en Chile. Cuando vimos que en las comisiones se aprobaba algo y el pleno lo rechazaba y lo devolvía, esa itinerancia de ir y volver, esta idea de que ¡Oh! Se va a nacionalizar todo y de pronto no se nacionalizaba. Se va a eliminar el himno y no se elimina, es una lógica que funcionó moderando ciertas iniciativas”.
“Esa lógica de un pleno que se pone de acuerdo y logra consensos creo que no estábamos tan acostumbrados. Estábamos acostumbrados a la democracia de los consensos donde una minoría vetaba y se aprobaba lo que esa minoría estaba. La democracia requiere negociar y acordar, ponerse de acuerdo, ceder. Esa idea de ‘yo no voy a lograr mi objetivo y voy a llegar a un entendimiento’ creo que es bien relevante para la democracia como la chilena, que es híper fragmentada”, mencionó.
Sobre los cuestionamientos de la derecha, destacó que “tampoco consiguió su objetivo. Entonces, acá hay procesos de diálogo y de negociación para ambos lados y eso es lo que vimos en la Convención, porque para muchas de las políticas hubo que negociarse y moderarse”.
En tanto, dentro de las lecciones que significará para el país el proceso constituyente- independiente del resultado del plebiscito de salida- el analista Claudio Fuentes apuntó que “los temas que se establecen en el debate de la nueva Constitución, son los temas que nos han acompañado en los últimos 10, 15 años. Uno, el rol del Estado en la provisión de garantías sobre derechos sociales, no es casualidad que los principales debates y actores que han intervenido son el área de la salud, de las pensiones, de la educación y la vivienda”.
“Independientemente que gane el Apruebo o el Rechazo, esos temas claramente van a marcar la agenda de este gobierno y los próximos dos o tres años. El segundo gran tema tiene que ver con los pueblos indígenas, que requiere una política de largo plazo para la resolución del conflicto territorial que existe en Chile. Finalmente, algo que es relevante y que en la Constitución sería bastante innovador es la democracia paritaria. Esta Constitución establece un nuevo estándar para los derechos de las mujeres, particularmente de la participación en espacios de poder y eso es una revolución mundial, sería un cambio copernicano a lo que tenemos hoy día y eso es interesante para lo que viene para el país”, concluyó.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el analista político y académico de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, abordó la recta final del proceso constituyente, que culminará con la entrega de la nueva Constitución el 4 de julio, y consideró que “la evaluación de las expectativas cumplidas o no creo que vamos a tener que aguardar un tiempo, porque va a depender mucho del texto final”.
Además, planteó que también el éxito “va a estar muy determinado por lo que pase en el plebiscito. Es decir, yo creo que la evaluación final la va a dar la ciudadanía a partir del plebiscito y hay que tomar un poco de perspectiva. Estos procesos de cambio constitucional son parte de una dinámica política y social más general. Por lo tanto, el hecho de que se materialice, si es que se aprueba la nueva Constitución, recién ahí uno va a poder evaluar ciertos elementos asociados al proceso constituyente”.
En ese sentido, si bien destacó como un aspecto positivo la participación ciudadana en el proceso de redacción de la nueva Carta Fundamental, “creo que hubo déficit en los medios de comunicación. Creo que el canal público no respondió a la expectativa en términos de educar, formar. Muchos elementos confluyeron para inhibir espacios, momentos de reflexión social sobre lo que se estaba escribiendo”.
Sobre este último punto, el académico aludió a una falta de planificación del país para abordar la magnitud de este hecho, expresando que “por ser un proceso inédito en Chile yo creo que nadie estaba tan preparado, inédito a nivel latinoamericano. Si bien se han hecho otras convenciones constituyentes, el momento en que estamos híper conectados, con una elección (presidencial) entremedio, eso lo hacía bastante único”.
“Si hay un aprendizaje que sacar tiene que ver con cómo traducir a lenguaje ciudadano que son complejos, que son difíciles de entender, como el concepto de igualdad sustantiva, qué es la igualdad sustantiva versus la igualdad formal. Son conceptos muy abstractos y que hay que aterrizarlos, ponerles carne (…) Tenemos un analfabetismo democrático muy grande y yo creo que eso requirió más guía, más educación ciudadana para el proceso constituyente”, aseguró.
En cuanto a la paradoja entre la construcción de acuerdos entre los colectivos y las acusaciones de distintos sectores por ser marginados del debate, Fuentes manifestó que “ese es uno de los aprendizajes más interesantes que se vive en Chile. Cuando vimos que en las comisiones se aprobaba algo y el pleno lo rechazaba y lo devolvía, esa itinerancia de ir y volver, esta idea de que ¡Oh! Se va a nacionalizar todo y de pronto no se nacionalizaba. Se va a eliminar el himno y no se elimina, es una lógica que funcionó moderando ciertas iniciativas”.
“Esa lógica de un pleno que se pone de acuerdo y logra consensos creo que no estábamos tan acostumbrados. Estábamos acostumbrados a la democracia de los consensos donde una minoría vetaba y se aprobaba lo que esa minoría estaba. La democracia requiere negociar y acordar, ponerse de acuerdo, ceder. Esa idea de ‘yo no voy a lograr mi objetivo y voy a llegar a un entendimiento’ creo que es bien relevante para la democracia como la chilena, que es híper fragmentada”, mencionó.
Sobre los cuestionamientos de la derecha, destacó que “tampoco consiguió su objetivo. Entonces, acá hay procesos de diálogo y de negociación para ambos lados y eso es lo que vimos en la Convención, porque para muchas de las políticas hubo que negociarse y moderarse”.
En tanto, dentro de las lecciones que significará para el país el proceso constituyente- independiente del resultado del plebiscito de salida- el analista Claudio Fuentes apuntó que “los temas que se establecen en el debate de la nueva Constitución, son los temas que nos han acompañado en los últimos 10, 15 años. Uno, el rol del Estado en la provisión de garantías sobre derechos sociales, no es casualidad que los principales debates y actores que han intervenido son el área de la salud, de las pensiones, de la educación y la vivienda”.
“Independientemente que gane el Apruebo o el Rechazo, esos temas claramente van a marcar la agenda de este gobierno y los próximos dos o tres años. El segundo gran tema tiene que ver con los pueblos indígenas, que requiere una política de largo plazo para la resolución del conflicto territorial que existe en Chile. Finalmente, algo que es relevante y que en la Constitución sería bastante innovador es la democracia paritaria. Esta Constitución establece un nuevo estándar para los derechos de las mujeres, particularmente de la participación en espacios de poder y eso es una revolución mundial, sería un cambio copernicano a lo que tenemos hoy día y eso es interesante para lo que viene para el país”, concluyó.