Eliminar tres reuniones a la semana aumentaría en un 70% la productividad de la empresa. Así lo aseguran desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El MIT ha realizado un estudio en el que se advierte que si en las empresas hubiera tres días sin reuniones la productividad aumentaría en un 73%.
Según indican, la reducción en el número de reuniones también tendría un efecto positivo en la salud mental de la plantilla, al poder reducirse el estrés en un 57%.
A la misma conclusión llegan investigadores de Harvard, que consideran que el 70% de las reuniones impiden a los trabajadores realizar un trabajo productivo durante su jornada. En este sentido también advierten de que los directivos recién ascendidos tienen casi un tercio más de reuniones que los más experimentados.
Reducción del estrés
El profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Manel Fernández, por su parte, advierte que la disminución del estrés está ligada a las reuniones digitales. Según dice, “en este tipo de encuentros virtuales existe una concentración mayor en el tema que se está tratando, y son menos importantes los aspectos complementarios, como la posición, la ropa, los elementos accesorios, los saludos al inicio, etc.”. Además, apunta que el lenguaje no verbal es menos relevante cuando se está teniendo una reunión virtual, lo que también podría contribuir a reducir los niveles de estrés que provoca la presencialidad.
Así, las reuniones virtuales sean más efectivas que las presenciales. Lo aseguran los investigadores Melanie Brucks, de la Universidad de Columbia, y Jonathan Levav, de la Universidad de Stanford. Según la investigación que han realizado, este tipo de reuniones permiten a los trabajadores centrar más su atención en lo que se está tratando en la reunión en vez de en otros estímulos.
No obstante, la capacidad de concentración podría disminuir la creatividad de los trabajadores. Los investigadores coinciden que este tipo de encuentros son “menos productivos” cuando se trata de un proceso creativo. En cualquier caso, los investigadores recomiendan preparar bien las reuniones antes de que se produzcan y tratar en persona aquellos aspectos que sean más delicados.