Hablar de fotoperiodismo es hablar de Santi Palacios (Madrid, 1985). No sólo por la calidad de su trabajo, sino por su implicación en cada tema que trata. El camino de Santi no ha sido fácil, el de ningún fotoperiodista lo es. Pero él siempre ha encontrado la forma de acercarse a los demás. No sólo al retratado, a las historias, si no al que ve la foto, a usted que me lee ahora mismo. Los caminos que ha encontrado no siempre los han recorrido otros, si no que él, a base de pico y pala, les ha dado forma y contenido y han marcado el rumbo para los demás.
Hoy viene a enseñarnos un nuevo camino. Uno que aglutina toda su experiencia en estos casi 14 años de estar recorriendo el planeta. Un camino que no recorre solo, sino acompañado de otros profesionales como Pablo Tosco, Maribel Izcue, Mikel Konate, entre otros. Un camino de periodismo visual y de un acto tan humano como la denuncia de una crisis climática que, más que crisis, se ha convertido en una catástrofe.
Viene directo a la entrevista después de recorrer más de 600 kilómetros en coche. Yo estoy impaciente y nervioso, porque admiro su trabajo, a su persona, y aunque le conozca desde hace años, no puedo dejar de pensar que es el primer Cámara Lúcida que grabamos.
A ver qué tal sale.
Has estado en muchísimos sitios de Latinoamérica o, más recientemente, Ucrania. ¿Cómo ha ido por allí?
En Ucrania complicado, sobre todo complicado. No se esperaban ni los ucranianos que fuera a empezar la guerra el 24 de febrero. Ese mismo día compramos los billetes de avión para volar hacia allá y a partir de ahí fueron unas cuantas, bastantes semanas de cobertura. En mi caso, lo que me tocó cubrir fue la matanza de Bucha en las afueras de Kiev, y yo creo que a estas alturas todos hemos visto lo que había allí, cientos de cadáveres que dejaron las tropas rusas cuando se retiraron.
Dejando atrás esta dura experiencia, hemos venido a hablar de un proyecto muy ambicioso que he tenido la suerte de conocer y ver. Cuéntanos, ¿qué es SONDA Internacional?
SONDA Internacional es un medio de comunicación independiente y sin ánimo de lucro especializado en periodismo visual sobre la crisis climática. Este proyecto que nace ahora, estamos construyéndolo y lo acabamos de dar a conocer. Descansa, digamos, en cuatro grandes pilares que habría que explicar y que responder. El primero es por qué trabajar sobre la crisis climática. Creo que es evidente que es el mayor problemática que tenemos hoy en día. Y además, porque trabajar la crisis climática a partir del periodismo visual es algo que me apasiona. Y es que creo que, por la experiencia de los últimos años, no estamos siendo capaces o no estamos viendo en imágenes sus consecuencias al nivel al que nos explican los científicos en los informes.
Todos los días recibimos investigaciones muy duras que hablan de la gravedad de la situación en muchísimas fuentes diferentes, pero esto está siendo muy difícil de retratar, de mostrar imágenes de una época en la que hay que ver para creer. Digamos que entre muchas comillas, y que esto no se malinterprete, es relativamente fácil generar empatía o generar un impacto con las consecuencias de un bombardeo. Pero la crisis climática -la manera, las consecuencias- suele ser silenciosa, no es fácil tratarla. Entonces, insisto, en una época en la que hay que ver para creer, creemos que hace falta profundizar en esa forma de contar la crisis climática a través del periodismo visual.
Los otros dos pilares en los que descansa es que es un medio de comunicación sin ánimo de lucro y en castellano. Y esto es porque no existe un solo medio de comunicación en el mundo hispanohablante y somos 500 millones de personas con la capacidad para financiar el periodismo en el terreno. Como los que pretendemos hacer, grandes trabajos que implican investigación y que implican mucho tiempo en el terreno.
El tema central de SONDA son las crisis climáticas. ¿Crees que los medios no le damos la importancia suficiente?
Creo que en los últimos años, casi diría décadas ya, la crisis climática sí que se está informando y cada vez se está trabajando más. No me cabe duda de que además hay gente que está trabajando muy bien y te encuentras muy buenos trabajos. Pero como decía, lo que hace que SONDA es cubrir un espacio que no está cubierto. Cuando estoy haciendo trabajos como el que voy a hacer ahora, por ejemplo, que tengo que viajar a Filipinas, no encuentro un lugar de referencia a través del cual informarme y consumir grandes investigaciones de periodismo visual. Esto no lo encuentro.
Creo que hay secciones dentro de medios de comunicación que trabajan distintos temas, pero no hay un lugar específico de referencia. Y luego, como digo, sobre todo más centrado en el periodismo visual. A nivel internacional tenemos muy buenos ejemplos. Yo diría que el principal es National Geographic, hacen muchas cosas que son increíbles y tiene los recursos para hacer esas cosas increíbles. Pero, una vez más, no está solamente centrado en la crisis climática. El objetivo sería hacer pocos trabajos y hacerlos en profundidad.
“‘SONDA’ quiere curbir un espacio que no está cubierto. El objetivo es hacer pocos trabajos, pero en profundidad”
Las migraciones climáticas son las grandes desconocidas. Cómo los efectos del cambio climático están afectando directamente a las personas y cómo les obligan a irse a otros lugares. ¿SONDA va a dedicar parte de sus temas a esto en concreto?
Llevo muchos años especializado en migraciones y trabajando en fronteras. Es uno de los temas que siempre me han apasionado. De hecho, es el que me alejó un poco del trabajo sobre crisis climática. Es con lo que yo comencé y mi evolución natural ha sido juntarlos. Ha sido decir, bueno, yo no quiero abandonar el trabajo de las migraciones, no quiero abandonar el trabajo de fronteras. Pero al mismo tiempo creo que la principal problemática que tenemos hoy en día y la que más me apasiona es la crisis climática. Y ahí es donde te encuentras con las migraciones climáticas.
El trabajo que llevo haciendo sobre contaminación, vida bajo condiciones de contaminación extrema en Asia y que estoy haciendo en los últimos años en India, Indonesia, Filipinas parte de una premisa. Como me dijo un investigador de un instituto de calidad del aire en Nueva Delhi hace unos años: “La contaminación es el problema más democrático que tenemos porque nos afecta a todos por igual”. Y lo que nos planteamos fue, ¿nos afecta a todos por igual? Creemos que sí, pero ¿todos tenemos la misma capacidad para reaccionar frente a él? Probablemente no.
Entonces, nos dedicamos a trabajar en cada ciudad con personas de distintos recursos económicos o con distintos niveles socioculturales, para ver como comprenden y que tienen realmente para enfrentarse a esa contaminación que les afecta. Y ya puedes ver, incluso en contextos urbanos, gente que abandona el lugar de origen por una problemática ambiental. Ya sea el aire o la contaminación del agua.
Pero luego hay otros contextos y son muchos en los que directamente la crisis climática es la que está agravando situaciones que ya de por sí eran difíciles. Los movimientos de población. Las migraciones en contextos como el Sahel están muy ligados a los medios de producción, al trabajo de la tierra. Y la forma en la que se trabaja la tierra está directamente afectada por la crisis climática. Entonces queremos poner el foco en esto y queremos que sea uno de los temas troncales.
En general se habla de crisis climática, pero la vemos lejos. Volviendo a SONDA, ¿quiénes formáis parte del proyecto?
SONDA la formamos seis fundadores. Figuro yo como director. Luego está Mikel Konate, es un vídeoperiodista muy especializado en conflictos en el ámbito internacional; Simón Casal, director de cine y ficción y documental; Maribel Izcue, que es periodista con muchos años de experiencia en Asia y es la redactora jefa de de 5W; Pablo Tosco, que es una especialista en crisis climática que lleva 20 años recorriendo el mundo y trabajando en contextos especialmente complicados, como puede ser el del Sahel, y Jorge Usar, que es nuestro especialista en diseño para crear y levantar el proyecto.
Entre todos, lo que pretendemos hacer, como tú estás diciendo, es precisamente esto. Crear un proyecto que sea capaz de conseguir recursos para hacer trabajos de largo aliento y en profundidad que acerquen la crisis climática. Creo que queda mucho por hacer. Y el reto es es ese, que es extremadamente difícil de contar porque es extremadamente difícil de ver. Desde que me volví a centrar en la crisis climática a través de imágenes e, insisto, en una época en la que hay que ver para creer, me doy cuenta de que es tremendamente difícil.
Una de las consecuencias, por ejemplo, de la contaminación es la subida de los índices de cáncer de pulmón en no fumadores. Es muy difícil mostrar esto y además la gente comprenda la conexión entre ambos. Son temas en los que hay que darles normalmente varias vueltas para hallar la mejor forma de contarlo a través de las imágenes.
“La crisis climática está agravando situaciones que ya de por sí eran difíciles. Incluso en contextos urbanos, hay gente que abandona el lugar de origen por una problemática ambiental”
A veces es complicado mostrar una realidad. Se tarda mucho en encontrar el enfoque para explicarlo de la mejor manera y, sobre todo, de la manera más respetuosa posible. Ya que hablamos de periodismo visual, ¿qué peso tiene el texto en los reportajes?
El concepto de periodismo visual descansa sobre todo, como decía al principio, en la creencia de que hay un vacío que cubrir. Hay mucho periodismo y sobre todo, más importante, hay mucha investigación científica que nos está explicando muy bien la crisis climática. Lo que veo que cada vez está fallando más es que seamos capaces de ver esas consecuencias tan duras que nos dicen los informes en imágenes.
Por eso apostamos por el periodismo visual, porque, los que lo hacemos, solemos ir un poco por detrás, a la zaga del texto. Acabamos acompañándoles en los trabajos que publicamos. En este caso se trata de darle la vuelta. Vamos a trabajar con la fotografía y vamos a trabajar con el vídeo también. Evidentemente habrá texto, pero la historia la tienen que contar las imágenes porque creemos que hay que ver para comprender.
Ver para comprender, que viene de ver para creer. Pero vosotros queréis algo más: no solamente quiero que te lo creas, sino que se entienda el problema.
Bueno, hoy en día precisamente la época en la que vivimos y con el periodismo de antes que mencionaba, precisamente en Ucrania. Podríamos matizar mucho precisamente esto del ver para creer, porque lamentablemente cada vez hace más falta que la gente crea precisamente en ciertas informaciones y en el periodismo. Pero sí, se trata de ir un paso más allá, hablamos, ya no solamente de creer, sino de comprender. Una cosa son las problemáticas ambientales, que la suma de ellas contribuyen a una crisis climática. Otra cosa son las grandes causas climáticas. Todas ellas están interconectadas.
Las problemáticas son multifactoriales, son tremendamente difíciles de explicar y tremendamente difíciles de ver. Entonces, cuando hablamos de periodismo visual, de ver para comprender, se trata precisamente de eso, de que las imágenes nos ayuden a comprender las consecuencias y que nos ayudan a comprender también esos informes científicos que realmente son los que están estudiando la crisis climática.
Para terminar, ¿cómo vais a financiar los proyectos de largo aliento?
El objetivo es animar a la población, a los individuos a que donen a SONDA y que luego también vengan de las instituciones. El objetivo es este porque, como decía, parece que el periodismo sí que se acepta como un servicio público, pero es muy difícil convertirlo en un negocio rentable. Nosotros lo que pretendemos es obtener el dinero suficiente para poder hacer estos grandes trabajos juntos, que puede ser uno al año, dos al año, uno cada dos años. Esto dependerá de los recursos que obtengamos y las dimensiones de la investigación que hagamos, pero queremos hacer poco y muy bueno, no pretendemos hacer cantidad.
El objetivo es que la gente entre en la web de SONDA y pueda donar. Y, a largo plazo, la gente comprenda, o se anime a apoyar un proyecto que pretende acercar la crisis climática a la población a través del periodismo. Que lo vean de forma natural y simplemente quieran que exista.