Un hombre muy apreciado en las instituciones de gestión y supervisión bancaria será el nuevo consejero delegado de Sareb. Leopoldo Puig (Madrid, 1971), actual director financiero y corporativo, asumirá su nuevo cargo después de la próxima junta, que se celebra a final de mes. Aunque primero tendrá que ser nombrado consejero.
El consejo de administración de Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, ha culminado su reorganización tras la toma de control por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), de titularidad pública, con el nombramiento de tres nuevos consejeros: Carmen Allo, Julián Navarro, y Puig.
Leo, como le llaman en su entorno, es inspector del Banco de España en excedencia y se incorporó a Sareb en 2020, procedente del FROB. Tendrá el mandato de seguir impulsando el negocio de desinversión ordenada de la entidad, de manera compatible con el desarrollo de una actividad social sostenible.
Está casado y tiene dos hijos. Se le considera una persona muy familiar. Su hermana trabaja en el Banco de España. La gente que le rodea le describe como muy afable y simpático, con tendencia a hacer bromas o chistes (no siempre con gracia). Es de trato muy cercano, campechano.
Es un apasionado de la lectura y de los deportes: ha jugado al baloncesto y al rugby, a nivel federativo, aunque le gusta practicar otros, como el balonmano, el futbol o el tenis. Le encanta el mar: cuando tiene ocasión se escapa a disfrutar de un paseo o a navegar.
Le gusta pasar tiempo con sus amigos de siempre y con los que ha hecho a lo largo de su carrera profesional, tanto en el Banco de España como en el FROB. Sabe hacer equipo, tanto dentro de la oficina como fuera: promueve los encuentros al margen del entorno laboral: deportivos, de ocio… Sus compañeros le consideran un trabajador incansable, que saca adelante todos los retos profesionales. Algunos recuerdan con pena su despedida del FROB, que fue particular, ya que al estar confinados se tuvo que hacer por ordenador.
Es una persona conciliadora y tranquila. Humilde, de perfil bajo, no le gusta figurar, ni disfruta de la exposición mediática. En opinión de muchos, su mayor activo es su capacidad didáctica. Explica fácilmente temas tan complicados como los que se gestionan desde el FROB o Sareb.
Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad San Pablo CEU. Con vocación de servicio público, ha estado vinculado durante más de veinte años a instituciones oficiales, primero como inspector de entidades de crédito del Banco de España, labor que desarrolló hasta 2011, año en que pidió una excedencia para fichar por el FROB. Allí se lo llevó Jaime Ponce, entonces presidente de la entidad, para montar y poner en marcha prácticamente desde cero esta herramienta fundamental de la reestructuración bancaria en España.
Ponce le asignó la responsabilidad de ser director financiero y de administrar todas las participaciones del FROB: Banco de Valencia, Bankia, Catalunya Caixa, Nueva Galicia, BMN… Fue posiblemente su mayor reto hasta ahora. Recuerda con especial orgullo esa etapa, que le permitió contribuir y poner su grano de arena en lo que fue la mayor operación de rescate del sistema financiero español.
El sector considera a Puig como uno de los pilares básicos en la reestructuración bancaria derivada de la crisis de 2008. Pasó noches sin dormir. Ha participado en total en 15 procesos de reestructuración de entidades –un tercio del total del sistema financiero–, la constitución de Sareb, 9 procesos de venta de entidades, y en 8 entidades participadas que contaron con la gestión de cerca de 30 administradores o representantes del FROB en sus consejos de administración.
En el ‘banco malo’
Desde su llegada a Sareb, hace dos años, Puig ha tenido responsabilidades sobre las áreas financieras y las relacionadas con personas, procesos y tecnología. Además, ha sido partícipe del diseño del nuevo modelo de control de gestión, centrado en la eficiencia y en el ahorro de costes, y ha trabajado en la adaptación de la estructura de la compañía a la actual estrategia de negocio, centrada en la venta minorista de los inmuebles y en la generación de valor en la cartera mediante el desarrollo de actividades como la promoción inmobiliaria.
El nombramiento de los tres nuevos consejeros deberá ser validado por la junta general de accionistas, y pondrá punto y final al proceso de reorganización del consejo de Sareb, después de que el Estado, a través del FROB, haya elevado su participación hasta el 50,14%, tras comprar un 4,24% a accionistas privados. El consejo de administración de Sareb quedará compuesto por nueve miembros, tres de ellos independientes. Carmen Allo será independiente y Julián Navarro, dominical, en representación del FROB.
Con el cambio accionarial, el presidente ejecutivo, Javier García del Río, dimitió y fue sustituido por Javier Torres, hasta entonces consejero en Sareb en representación del FROB. A principios de año, el Gobierno aprobó un cambio legal para poder elevar su participación por encima del 50% y tomar el control de la sociedad, una decisión que responde a la modificación en la consideración estadística por parte de Eurostat, que implica que las pérdidas del banco malo hayan pasado a computar como deuda pública.
Para Puig, será una forma de dar continuidad a su trabajo discreto, pero constante en un reordenamiento de la banca que ha dado frutos claros.
El presidente
Javier Torres, el presidente ejecutivo, el cuarto de la historia del banco malo, pertenece al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Fue director de resolución y estrategia del FROB, y antes había trabajado en Santander.
Ha estado también en el ICEX, en la dirección territorial de Economía y Comercio de San Sebastián, y de profesor de Económicas en la Universidad Complutense de Madrid.