A sus 48 aos, Idiakez se ha convertido en nmada de los banquillos. Ya sabe lo que es entrenar en Inglaterra, Chipre y tambin en Espaa. Ahora se ha lanzado a la aventura en Mxico convencido de que ser exitosa
Donostia – Iñigo Idiakez es el nuevo entrenador del Cancún mexicano. El que fuera durante ocho temporadas jugador del primer equipo de la Real se hace cargo de un equipo en construcción y con el objetivo de en un año, ascenderlo a Primera División.
¿Cómo están siendo los primeros días en Cancún?
–Llevo aquí desde el 28 de mayo. Los primeros días fueron un poco extraños. A diferencia de cómo ve la gente Cancún, nos tocó un tiempo horrible. Además, al igual que hacen en Inglaterra, el día uno hubo una asamblea para decidir si al entrenador extranjero le permitían entrenar a equipos mexicanos de Segunda División. Votaron todos que sí salvo un equipo, del que no se sabe la identidad. Empezamos a trabajar el martes y llevamos unas cuantas sesiones con los jugadores y la verdad es que bastante impresionado con la calidad del equipo.
¿Cómo surgió la posibilidad de entrenar en Cancún?
–(Risas) Casualidades de la vida. Hace un par de meses fui a África a hacer un clinic. Esta oportunidad me salió a través de un scout que me había fichado para el Derby County. Conocimos un abogado que trabajaba en Madrid al que le pidieron entrenadores con unas características, que hubiese trabajado en cantera, que hubiera sido asistente, mánager, que hubieran estado en África conociendo al jugador africano y daba la casualidad de que tenía todo eso en el currículum. Me llamaron los jefes americanos que llevan el club. Tuve siete reuniones con ellos y hace un par de semanas me dijeron que les gustaría que yo fuera el entrenador. La idea del proyecto me encantó. Dudé un poco porque es México y tienes que dejar atrás todo lo que tienes en Donostia, familia, amigos… Pero bueno, siempre me he considerado un entrenador echado hacia adelante, que me han gustado los retos. Les dije que sí, llegamos a un acuerdo y ya estamos trabajando.
Desde que colgó las botas, se ha convertido en un nómada de los banquillos…
–Ha estado en Inglaterra, en Chipre y ahora México. También he ejercido en España, en lo que antes era la Segunda división B. Hicimos muy buen trabajo con la Cultural Leonesa clasificándole para Primera RFEF… Tenía la posibilidad de seguir esperando en España una oportunidad que igual podría haber venido o la aventura de un proyecto con gente importante por detrás que le gusta hacer bien las cosas. Y decidí venirme aquí.
¿Siente esa tensión que suele aparecer cuando se empieza una aventura un tanto desconocida?
–Si te digo la verdad, no. Creo que las cosas van a salir muy bien. Estamos muy confiados en el trabajo que vamos a hacer. He visto la plantilla y los fichajes que van a intentar después de analizar un poco la plantilla. Tenemos un año por delante en el que no se puede ni ascender ni descender para construir un equipo para el siguiente año ascender. Tenemos cero miedo de lo que pueda pasar, porque confiamos bastante en la plantilla, en el proyecto y creemos en nosotros mismos como entrenadores. En ese sentido, miedo no tengo.
¿Tampoco dudó mucho?
–Cuando me dijeron que era yo el elegido, me empezó a gustar un poco más la idea. México me daba un poco de respeto, sobre todo por el tema de la seguridad, pero respecto al proyecto, a lo que me contaron y a lo que les gustaría hacer, dudé cero. Ahí no tuve ninguna duda.
¿Qué es lo que más le ha atraído del proyecto?
–Trabajar con los jóvenes, mejorarlos y ascender. Me considero alguien muy competitivo, tanto cuando jugaba como de entrenador. El hecho de que me dijeran que en el primer año querían construir un equipo con gente joven, intentar mejorar a los jóvenes mexicanos, que creo que hay mucho potencial, y luego, en el segundo año, ascender, es lo que me gustó de verdad. Este equipo nunca ha estado en Primera División. Sí considero que me van a dar el instrumento para poder hacerlo. Ahora es la capacidad que tenga yo para poder conseguirlo.
Aunque la gente no lo vea así, el fútbol mexicano, sobre todo el de Primera División, es muy competitivo…
–La segunda ya tiene nivel. La Primera tiene un nivelazo. He visto muchos partidos. Se quejan de que hay demasiados extranjeros en la Liga. Queremos ser diferentes también y mejorar al jugador mexicano: pero sí, la primera división es de un nivel durísimo.
¿La visión de fútbol que tiene Iñigo Idiakez como entrenador es la misma que poseía como jugador?
–Igual. Ellos sí me dijeron que querían cambiar algo, que el fútbol del equipo fuera mucho más rápido, más vistoso, más vertical, un poco lo que a mí siempre me ha gustado, pelea, garra y jugar muy bien. He jugado en muy buenos equipos con gente alrededor muy buena. A los entrenadores que he tenido les ha gustado jugar bien a fútbol. Voy a intentar hacer lo mismo con mi equipo. Ojalá que seamos capaces de hacerlo. Tenemos un año para construir eso. Muchas veces no tienes tiempo, pero nosotros vamos a tenerlo para construir algo. Creo que el tiempo es importante, los hábitos también. Ya hemos empezado a intentar cambiar cosas y los jugadores lo han aceptado de maravilla.
¿Qué sensaciones le transmite el vestuario?
–He tenido charlas individuales y colectivas. Es un club, eso sí, en el que hay que empezar desde cero. No son muy profesionales. No tenemos campo de entrenamiento propio. Tenemos un estadio en el que hay que hacer remodelación. Al jugador también le tienes que dar unas condiciones para poder desarrollar este proyecto. Nos han prometido que en un año vamos a tener un campo de entrenamiento nuevo, que van a invertir en el estadio para tener también un gimnasio, para poder darle al jugador lo que nosotros consideramos fútbol profesional (nutrición, gimnasio propio, un par de campos…). Lo que yo he estado mamando, tanto en Inglaterra como en España, trasladarlo a Cancún. En un año va a ser completamente diferente.
Ya hace un tiempo que colgó las botas. ¿Tenía claro que quería seguir vinculado al fútbol?
–Sí, la verdad es que sí. En cuanto lo dejé, ya me puse a entrenar. Toda mi vida ha girado en torno al fútbol. Es lo único que sé hacer, lo que me llena. He tenido la surte de que tanto en España como en Inglaterra siempre he tenido trabajo. En Chipre fui como entrenador asistente y duramos poco, pero en la Cultural (Leonesa) me gustó mucho ser primer entrenador. Me lo pasé muy bien ganando, perdiendo, aprendiendo. Este es el reto más complicado que he tenido en mi vida, pero estoy con muchas ganas. l
“Dudé un poco porque es México ?y dejo atrás todo lo que tengo ?en Donostia, familia, amigos…, pero ?el proyecto es muy interesante”
“Me han pedido que el fútbol del equipo fuera mucho más rápido , más vistoso, más vertical, un poco ?lo que a mí siempre me ha gustado”