Hace unos meses, me reuní con unas amigas del colegio y conversamos de muchos temas, y hubo algo que me llamó atención, pues algunas de ellas ya estaban en la menopausia y tenían diferentes formas de ver esta etapa. Dos de ellas la pasaban sin muchos inconvenientes y una le molestaba hasta la mosca que pasaba. Y para ayudar a quienes estimas, investigué un poquito de este tema tan complejo y muchos especialistas aconsejaban hacer acividades físicas y complementar con una buena alimentación.
Conversamos con la doctora Raquel Castañeda, nutricionista de la clínica San Pablo, quien no explicó que una mujer que entra a la menopausia tiene cambios importantes en el cuerpo. Es decir, tiene mayor disposición a tener alteraciones en sus valores bioquímicos de colesterol, triglicéridos y en consecuencia aumento de peso.
¿Qué alimentos son necesarios en esta etapa?
La especialista recomienda consumir mayor cantidad de agua, alimentos integrales como cereales integrales para incrementar la fibra, disminuir el azúcar, la sal y los alimentos procesados.
Además de una alimentación equilibrada, compuesta de frutas y verduras, carnes magras como: el pollo, pavita y sobre todo pescado que tiene buena cantidad de Omega 3.
¿Cómo compensar la disminución de ciertas hormonas?
La doctora Castañena cuenta que en la etapa de la menopausia se disminuye la producción de ciertas hormonas, sobre todo aquellas que conllevan a una regularización de calcio. Por eso, se debería considerar incluir alimentos ricos en calcio como lácteos (leche, yogur y queso), legumbres (frijoles y garbanzos), frutos secos (almendras, avellanas y nueces), verduras (coliflor, col y espinacas), entre otros.
Si la paciente tiene mayores síntomas y de acuerdo con resultados de análisis, se puede suplementar, sin embargo, esa indicación debe estar bajo la vista de un especialista.
El deporte, un complemento vital
Durante esta etapa se dan varios cambios corporales que dificultan conciliar el sueño, también aparecen los sudores nocturnos o los sofocos. Además, los sentimientos negativos, como el estrés o la tristeza, también dificultan el descanso.
El deporte puede ayudar a mejorar la calidad de sueño. En primer lugar, porque después de entrenar el cuerpo segrega endorfinas, una hormona que induce estados de tranquilidad y felicidad. Por otro lado, el agotamiento físico y el desgaste que produce la actividad física preparan al cuerpo para dormir mejor.
El deporte para reducir la osteoporis
La disminución de estrógenos durante la menopausia provoca una descalcificación acelerada de los huesos. Esto no solo aumenta el riesgo de padecer osteoporosi, sino que potencia también el riesgo de caídas y fracturas óseas.