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El día 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad, una fecha que busca visibilizar las dificultades de muchas personas para tener hijos biológicos, pues según la Sociedad Española de Fertilidad, un 15-20% de las parejas españolas tienen problemas para tener hijos. La fundación Organización Mundial de la Salud habla de la infertilidad como de “una enfermedad del sistema reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de relaciones sexuales no protegidas”. Hablamos con diferentes expertos sobre las causas más comunes de la infertilidad, el estrés por fertilidad, los tratamientos disponibles y la importancia de luchar contra el tabú que rodea a esta enfermedad.
Las causas más comunes de la infertilidad
Todos los expertos consultados coinciden en resaltar que la edad de los progenitores es la clave esencial por la que las parejas tienen problemas de fertilidad. “Vivimos una pandemia de infertilidad por la postergación del embarazo, y no hemos de olvidar que no tenemos la misma fertilidad a los 25 años que a los 35”, comenta el Dr. Palao, Médico Endocrino Experto en Fertilidad. El Dr Antonio Requena, director Médico de Grupo IVI, nos recuerda que a partir de los 37/38 años, la infertilidad se vuelve más acusada. “Se debe a que el cuerpo produce más embriones por alteraciones cromosómicas. La edad media a la que las mujeres se plantean el embarazo va aumentado en España, pues es entre los 33-34 años cuando las mujeres tienen su primer hijo. Por eso, es una importante causa a tener en cuenta para comprender por qué aumentan los problemas”, señala. El doctor nos hace saber también que una encuesta llevada a cabo por un laboratorio farmacéutico entre ‘millennials’ resalta que la gente ahora se apresura a acudir a una clínica y está muy abierta a someterse a tratamientos de reproducción asistida en cuanto tienen problemas de fertilidad, por lo que la mentalidad está cambiando.
Las clínicas de fertilidad IVI exponen que alrededor de 800.000 parejas españolas sufren problemas de infertilidad. Las causas pueden radicar en el varón (30%), en la mujer (30%) o incluso en algunos casos, en ambos. Señalan otros motivos que explican los problemas de fertilidad femeninos.
- El factor tubo-peritoneal
- La endometriosis.
- Factores de riesgo como enfermedades de transmisión sexual, enfermedades crónicas como la diabetes o la toma de medicación como antidepresivos.
“Hemos de tener en cuenta también el factor masculino. La fertilidad en los hombres disminuye por temas ambientales, y el tipo de vida afecta también al semen. Lo estamos observando en los donantes, pues pese a ser jóvenes, su semen cada vez es de menor calidad. Hay que señalar que cada vez tenemos más pacientes también por el hecho de que cada vez hay más mujeres solteras o parejas de lesbianas que quieren ser madres. Hay mucha demanda de tratamientos no solo por esterilidad, sino por un incremento en el interés en la preservación, porque muchas mujeres se plantean congelar óvulos para el futuro”, explica el Dr Antonio Requena.
La clave del éxito de los tratamientos de fertilidad
Un punto muy importante en la reproducción asistida es comprender que los tratamientos de fertilidad han de ser individualizados para alcanzar el éxito. Así nos lo hace saber el Dr. Palao, autor de ‘Cuando el embarazo no llega’. “Tengo parejas en consulta que se han gastado un auténtico dineral en tratamientos y ha sido al cambiar algunos hábitos o al identificar los factores que restan fertilidad cuando lo han conseguido de forma natural. El éxito no se asegura con técnicas de fecundación, sino que has de cuidar unos detalles de cara a que la técnica tenga éxito”, asegura. “Comenzamos con los más básicos o naturales, como estudiar el ciclo menstrual, ver en qué franja de días es más fértil la mujer y planificar el coito. En algunas pacientes en las que existen dudas sobre su ovulación, se pone medicación para que ovule cada meses y después, se planifica el coito. Luego vamos a técnicas como la inseminación artificial, en la que se coge el semen de la pareja, se introduce para asegurarse de que los espermas lleguen a la cavidad uterina y se planifica el coito en función del momento más fértil. También está la estimulación para sacar un número de óvulos, que se fecundan en laboratorio y se transfieren mediante técnicas de alta complejidad”, explica el endocrino.
El Dr Antonio Requena suma su parecer. “Hay que hacer un buen diagnóstico y ver qué tratamiento es el adecuado. La diferencia es que en la reproducción lo que vas buscando es tener una familia, y existen muchas formas de lograrlo. Hablamos mucho de la decisión médica compartida. Le planteas a la pareja o a la mujer las opciones que les pueden ir mejor, pero la decisión al final siempre es suya, porque cada uno sabe lo que busca y hasta dónde quiere llegar para lograrlo”.
Es vital hablar también del ámbito emocional, como explica Patricia Bartolomé, autora de ‘Las leyes de la fertilidad’. “Hay que mirar la parte emocional y mental y las memorias a nivel inconsciente, porque a veces, está ahí el bloqueo. Es importante ir a un especialista, que puede ser desde un psicólogo especializado en genealogía hasta un terapeuta holístico. En definitiva, alguien que nos ayude a ver nuestra parte inconsciente, a nivel psicológico, mental y emocional, que puede estar dificultando el embarazo”, asegura.
Estrés por fertilidad
¿Sabías que el 40% de las mujeres que inician tratamientos de fertilidad padecen altos niveles de estrés y ansiedad fruto de la incertidumbre del proceso? Hablamos con la experta en fertilidad Patricia Bartolomé sobre un asunto tan poco tratado. “Es un tema tabú, por lo que genera estrés vital, que surge porque se ponen en juego necesidades vitales como la reproducción. Se genera un estrés por no cumplir con el deber de continuidad de especie. Hay otro estrés añadido que es que las mujeres estamos programadas para ser madres. Aunque ahora hay otras funciones y metas, por supuesto, nuestro inconsciente no se ha actualizado. A medida que no se logra el embarazo, los pensamientos se repiten, cada intento cuenta y cada ciclo de reproducción asistida y cada regla refuerzan esos pensamientos. Eso destroza el resto de áreas de la vida. El proceso de búsqueda, cuando no llega, genera un estrés adicional”, explica.
El Dr Palao cree que en los casos de estrés por fertilidad es vital contar con un profesional que sepa aconsejar a la pareja sobre los movimientos que hacer. “Si vas sola y no sabes a qué te enfrentas, surgen dudas que generan estrés fruto del desconocimiento. El estrés de la fertilidad puede esconder un diagnóstico o un tratamiento incorrecto”, asegura. Es el caso de Vicen, madre soltera por elección con la ayuda de IVI, que explica cómo cuando quiso ser madre, se encontró con un problema de reserva ovárica y de calidad de los óvulos. “Durante el proceso para lograr el embarazo, en ocasiones recibes malas noticias y tienes que contar con la fuerza mental para seguir y centrarte en el objetivo. En mi caso, no quedarme con lo negativo y decidir rodearme de los mejores profesionales y confiar en ellos fue lo que me impulsó a seguir intentándolo. Gracias a todo ello, hoy tengo a mi bebé”.
El tabú de la infertilidad
Aunque cada vez son más las mujeres que exponen sus experiencias en libros, películas e incluso en sus redes sociales, la fertilidad sigue siendo un tabú en el siglo XXI. Incluso los expertos reconocen que conseguir testimonios de sus pacientes para publicarlos no es sencillo, pues muchas sienten vergüenza por tener problemas de fertilidad. ¿Por qué sigue siendo este un asunto silenciado? Patricia Bartolomé comparte con nosotras su opinión. “Hemos puesto un gran valor en la fertilidad, y tenemos que recordar que no valemos solo para quedarnos embarazadas y tener hijos. Que se siga poniendo ese valor a nivel inconsciente hace que estos temas se mantengan en secreto, porque nos da miedo lo que pensarán los demás. También está el tema de que no queremos que nos pregunten al respecto, por lo que nos callamos para evitar preguntas, comentarios, preocupaciones de los familiares… También hay quien siente vergüenza por recurrir a la reproducción asistida, y ya si hablamos de recurrir a una donación de esperma, el secreto es máximo.”.
Por eso es esencial que sigamos hablando de la infertilidad, de la presión para ser madres que la sociedad impone a las mujeres y de los problemas que tantas personas tienen para quedarse embarazadas.
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