El TDAH, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, es una enfermedad neurológica muy compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. Incide directamente en el comportamiento y, por lo tanto, interfiere en las actividades cotidianas de niños y adolescentes. El TDAH en los niños particularmente, puede verse afectado por deficiencias nutricionales, según ha demostrado un nuevo estudio. Este tipo de avances están generando muchas expectativas en lo que a alimentación infantil se refiere. A continuación, te contamos más datos interesantes sobre estos estudios realizados.
Dieta rica en frutas y verduras
En el reciente estudio, los investigadores han demostrado que los nutrientes esenciales proporcionados por las frutas y las verduras (en especial crudas), pueden ayudar a los organismos de los niños a producir los neurotransmisores adecuados.
En una investigación dirigida por la Universidad Estatal de Ohio, los padres de 134 niños de 6 a 12 años con TDAH completaron diferentes cuestionarios sobre los alimentos que formaban parte de las dietas de sus niños.
El registro fue realizado día a día durante 90 días y simultáneamente, se llevaba registro diario de la falta de atención de los niños y de su dificultad para mantenerse enfocados. Se tenía en cuenta, particularmente, el incumplimiento de las instrucciones, la dificultad para memorizar y el grado de dificultad que tenían para regular las emociones.
Los resultados mostraron que aquellos niños que habían consumido más frutas y más verduras tuvieron síntomas menos graves de falta de atención, que aquellos otros que habían comido muy poco.
El estudio sugiere que una dieta saludable, en donde estén presentes las frutas y las verduras, reduce efectivamente los síntomas del TDAH. Lo que los médicos suelen hacer cuando los niños comienzan a tener síntomas más graves es aumentar la dosis de sus medicamentos, pero estos resultados sugieren que los cambios en la dieta también pueden ser efectivos.
La doctora Irene Hatsu, coautora del estudio y profesora asociada de nutrición humana en la universidad Estatal de Ohio, asegura que mejorar la calidad de la dieta de los niños disminuye sensiblemente la influencia del trastorno de sus conductas.
La inseguridad alimentaria empeora los síntomas
Un estudio paralelo, que apoya al principal, también ha demostrado que los niños cuyas familias tenían mayores problemas alimenticios, eran más propensos a tener síntomas graves de desregulación emocional, irritabilidad crónica, estados de ánimo alterados, o enojos constantes.
El estrés de las familias con bajos recursos, que no pueden satisfacer regularmente las necesidades de los niños, afecta directamente su salud y, seguramente, aumenta los riesgos de padecer TDAH.
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