Sin embargo, a juicio de la consultora y especialista en temas educativos, Nivia Rossana Castrellón, luego del cierre de las escuelas durante un largo periodo como lo fue el confinamiento por la pandemia, los centros educativos no estaban cumpliendo con la función de colaborar en la nutrición de los estudiantes, como se hacía con anterioridad con la distribución en los comedores escolares, de galleta nutricional y la leche.
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Recientes informes han arrojado casos de desnutrición en las escuelas, muchos de estos, detectados tras la cuarentena.
“Básicamente, en estos momentos estamos viviendo una situación un tanto complicada, porque los niños han vuelto a la escuela y se evidencian problemas de peso, talla y desnutrición y no es una realidad solo de Panamá, sino internacionalmente”, advirtió.
Para Castrellón, el tema de la nutrición en un país donde uno de cada tres niños vive en pobreza multidimensional, tiene que ser atendido, porque no se tendrá rendimiento escolar, ni la formación de su cuerpo y cerebro de forma correcta, si no son alimentados.
Por esto, es muy importante, que los comedores escolares estén operativos, que lleguen los insumos y que lo que corresponde a los centros educativos a través del Fondo de Equidad y Calidad de la Educación (FECE), se haga realidad, según explicó.
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La consultora hizo un llamado a las comunidades y sociedad civil, para respaldar a las escuelas y no permitir que haya desnutrición en los colegios, más allá de la fiscalización que le corresponde a los entes del Estado.
Por otro lado, la consultora se refirió a la paralización en la provincia de Colón y como ello, afectó las clases, sostuvo que, “no hay excusas para que los niños pierdan clases, después de dos años de estar en clases a distancia”.