En el mundo culinario hay debates candentes que no tienen una respuesta clara, como por ejemplo: ¿Hay que poner piña a la pizza? ¿La tortilla con o sin cebolla? Pero también hay otro que levanta suspicacias y que no tiene una opinión clara por parte de la gente: ¿El cilantro tiene buen o mal sabor? Esta coyuntura no tiene una respuesta clara, porque hay gente que sí que aprecia su rico sabor, mientras que hay otra a las que le sabe a lejía o jabón.
El cilantro es una planta que pertenece a las umbelíferas, al igual que algún que otro condimento de nuestra cocina, como es el caso del eneldo o el hinojo. A pesar de que estos condimentos provienen de la misma familia, el sabor es completamente distinto, ya que estos tienen toques más anisados, mientras que el cilantro puede llegar a ser incluso un poquito amargo.
En algunos estudios, se ha llegado a la conclusión de que el hecho de odiar o amar el cilantro se debe puramente a un factor genético. El gen encargado de hacer esta diferenciación es el OR6A2, que detecta el sabor de los aldehídos, unos compuestos orgánicos que, a parte de estar en el cilantro, también se utilizan en jabones. Por lo tanto, si al probar el cilantro te sabe mal, como a jabón o lejía, es debido a la acción de este gen.
Precisamente, no son pocas las personas que perciben el cilantro con este sabor a jabón. Entre el 4 y el 14% de la población no puede soportarlo debido a la acción de este gen.
Propiedades y beneficios del cilantro
Dejando de lado el tema del sabor, el cilantro tiene una serie de propiedades que aporta muchos beneficios. Por ejemplo, puede ser una fuente de vitamina K. Para hacernos una idea, un cuarto de taza con hojas de esta planta te puede proporcionar el 16% del valor diario de la vitamina K. No olvidemos que este nutriente es especialmente importante para el proceso de coagulación de una herida y también para la salud de los huesos. El cilantro también aporta vitamina A y C, que tienen parte de responsabilidad en la función inmunológica de nuestro cuerpo.
Más allá de las vitaminas, el cilantro también es un ingrediente antioxidante. De hecho, es bastante rico en polifenoles, unos compuestos de origen vegetal con propiedades antioxidantes. Los polifenoles tienen beneficios muy importantes para nuestra salud, como por ejemplo:
- Protege las paredes de los vasos sanguíneos.
- El cilantro no solo reduce los niveles de colesterol malo en la sangre, si no que también aumenta los niveles de colesterol bueno. Esto se debe a que consigue eliminar la grasa en las paredes de las venas y las arterias, y de ahí que proteja los vasos sanguíneos
- Tiene una función antialérgica y antiinflamatoria.
- Previene al cerebro para no desarrollar demencia.
- Previene algunos tipos de cáncer.
Y a parte de todos estos beneficios, el cilantro también puede ayudar al proceso digestivo, ya que facilita la digestión, elimina los gases, alivia también las náuseas… y, por último, puede ayudar a combatir la halitosis.
Por lo tanto, ya sabes que el cilantro puede saberte mejor o peor, pero al menos seguro que estás comiendo un alimento que te beneficia en la salud.
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