Lo asumido por la mayoría es que se puede considerar que ha llegado la menopausia un año después de la última regla. Pero lo primero que no hay que olvidar es que la menopausia es distinta para cada mujer. De esta forma nos quitaríamos la presión por estar identificando síntomas y señales.
La medida del año sin menstruación se usa como un parámetro, pero los síntomas empiezan mucho antes de la última regla, como os hemos explicado en distintos artículos, y también duran más allá de ese año sin regla. De hecho, según la Dra. Stephanie Faubion, directora de Salud de la Mujer de Mayo Clinic, “eres posmenopáusica por el resto de tu vida”, lo que puede representar entre un tercio y la mitad de la vida de una mujer. Por eso, mejor tomarlo con calma y sin ansiedad, que los sofocos ya tenemos bastante.
Cuanto antes empieces más síntomas tendrás
Los síntomas de la menopausia pueden comenzar varios años antes del último período de una mujer y continuar durante años después. La intensidad y la duración de los síntomas pueden variar mucho “algunas mujeres experimentan pocas molestias y otras encuentran que los síntomas interfieren significativamente con sus vidas y su trabajo”, señaló la Dra. Faubion. Sin embargo, esta doctora indica que sí se ha notado que si se comenzó con los signos asociados de la menopausia, especialmente con los sofocos, un año antes de las dos primeras ausencias de regla (60 días sin menstruación) es más probable que los síntomas duren mucho tiempo, un total de 11,8 años de media. Por decirlo de forma más rápida: “Si comienza temprano, puede ser una menopausia muy larga y molesta”, según esta doctora, y se debería pedir ayuda desde el principio.
SÍNTOMAS DE LARGA DURACIÓN
La mayoría de los síntomas de la menopausia van desapareciendo en un periodo de unos 7 a 9 años, pero la doctora de la Mayo Clinic advierte que un tercio de las mujeres tendrán síntomas durante una década o más. En esos caso, señala la doctora Faubion es muy importante hacer más llevadera la vida de la mujer, por lo que recomienda consultar sobre la terapia hormonal.
Por otro lado, la Dra. Clotilde Vázquez, jefa de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y una de las más reputadas endocrinas de España, nos ha explicado en un podcast de TELVA que la menopausia es mucho más que sofocos, y que hay que tomarla en serio: “Un cese tan brusco de la producción hormonal de una glándula endocrina provoca una auténtica revolución en nuestro cuerpo: insomnio, vulnerabilidad emocional, con posibles cambios de humor, incluso depresión o dolores articulares”. Pero hay consecuencias menos llamativas, con menos señales y sin embargo más graves, como el abandono del escudo protector que los estrógenos suponían para nuestro corazón.
Un síntoma que normalmente no mejora es la sequedad vaginal, que también puede ir acompañada de sexo doloroso, mayor urgencia urinaria y, a veces, infecciones urinarias más frecuentes, dijo el Estos síntomas solo empeoran con el tiempo, por lo que vale la pena buscar tratamiento de inmediato. Esto puede incluir lubricantes o humectantes de venta libre o tratamientos de estrógeno vaginal recetados, dijo.
Una vez que llegas a la menopausia, técnicamente estás en ella de por vida, según la Dra. Faubión, hasta que mejoren todos los síntomas: algunas mujeres describen este momento como un “entusiasmo posmenopáusico”. Las fluctuaciones hormonales se asientan, y cuando las mujeres alcanzan los 65 o 70 años, se enfrentan más a los cambios del envejecimiento que a los cambios en las hormonas reproductivas. Sin embargo, la doctora advierte sobre el síntoma de sequedad vaginal, que no solo no mejora sino que tiende a empeorar “podría decirse que menopausia y envejecimiento con este tema se solapan, por lo que se hace imprescindible recurrir a lubricantes vaginales o tratamiento de estrógenos”.
La injusta mala prensa de la terapia hormonal
La doctora Clotilde Vázquez, asegura que empeñarse en no tratar la menopausia, por ser una etapa de la vida, sin más, sería como no querer tratarse la presbicia, o las cataratas….
Durante años la Terapia Hormonal Menopáusica (THM) a base de estrógenos, fue la ayuda a la que recurrieron muchas mejores para paliar todos los desagradables síntomas de esta etapa. Sin embargo, un estudio científico de gran repercusión publicado en 2002, asociaba un pequeño aumento del riesgo de cáncer de mama y de enfermedades cardiovasculares entre las mujeres que recibían terapia hormonal creó una alarma desmedida. Sin embargo, el principal riesgo de la mujer a partir de los 50 es el de infarto, que aumenta exponencialmente cuando desaparecen los estrógenos. Por eso, asegura la experta, no es bueno estar viviendo sin todas las hormonas que nos proporcionan los ovarios, aunque ya no seamos fértiles.
Hace siglos la esperanza de vida se aproximaba bastante a la de la edad de la menopausia completa, pero la ciencia nos ha procurado mayor esperanza de vida, haciendo que los estrógenos se retiren cuando todavía hay mucho que vivir. Y mejor hacerlo en las mejores condiciones posibles.