El acuerdo entre la Cámara de Comercio local, la gobernación y la empresa Protecnia busca relajar tensiones de los comerciantes de La Guaira con este asunto, pero hay desconfianza en cuanto a la aplicación de este beneficio y también, cómo se va a plantear un cronograma de pagos de lo adeudado por este concepto.
La Guaira. El anuncio de la gobernación de La Guaira sobre la disminución de 26% en las tarifas de disposición final de los desechos sólidos fue recibido con incertidumbre por comerciantes de La Guaira y emprendedores del Litoral Central.
“Hay que esperar, siempre engañan y todo termina en algo que no fue lo que dijeron en redes sociales y medios de comunicación. Yo he pagado hasta 150 dólares (Bs 690) en un mes y ahora mismo, tengo varios recibos acumulados”, comentó Alba España, propietaria de un local de bisutería en Catia La Mar, al oeste de la región.
La queja de la mujer de 55 años de edad se replica en otras zonas comerciales de la entidad federal.
En mi local de empanadas, arepas y jugos, de menos ocho metros cuadrados, me cobran hasta 100 dólares (Bs 460) por ese fulano relleno. Esto no da para eso”, sostuvo Maura Canelón desde el sector Corapal, en Caraballeda.
La mencionada disposición final de desechos se refiere a la basura recolectada por los camiones de la empresa Protecnia en los distintos locales y su tratamiento posterior en el relleno sanitario de la entidad federal, ubicado en la parte alta del barrio Santa Eduvigis (parroquia Urimare), frente al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
Ver para creer
Aunque el acuerdo entre el secretario de Desarrollo Económico, Marcos Meléndez, los directivos de la aludida empresa y el presidente de la Cámara de Comercio de La Guaira, Eduardo Quintana, apunta hacia la merma de 26% de las tarifas, los afectados no confían en que se aplique de manera inmediata y según lo estipulado.
“Ver para creer. Yo no puedo pagar 120 dólares mensuales (Bs 552) de relleno sanitario por un local pequeño, que no genera las ganancias que ellos se imaginan. Voy a esperar si todo esto es cierto”, indicó Fernando Luis García, que vende ropa íntima para damas y caballeros en el casco colonial de Maiquetía.
Los reclamos del sector comercial y emprendedor por este tema y, además, por la propia recolección de basura en sus frentes, no son de reciente data. Crónica.Uno publicó una nota en octubre del año pasado, en la cual se alertaba sobre el asunto a las autoridades regionales.
En aquella ocasión, las resistencias a cancelar las sumas del servicio del relleno sanitario eran vox populi en calles y avenidas de Catia La Mar, Maiquetía, La Guaira, Macuto, Caraballeda y Naiguatá.
En ese momento, se denunciaron cobros exagerados y que no se correspondían con la realidad económica pospandemia de la COVID-19.
Según el acuerdo entre el gobierno regional y el gremio de comerciantes, la decisión de disminuir en 26% la tarifa del servicio ha sido posible por la instalación de una mesa técnica de trabajo.
“Se eliminarán todas las deudas de aquellos comercios que puedan presentar una carga probatoria, demostrando que sus locales no están activos. Del mismo modo, a quienes les sea suprimida la deuda, deberán firmar un acuerdo en el cual se comprometen a que esta no será repetitiva”, informó Meléndez.
No obstante, el funcionario no explicó cuáles serán las condiciones para que los deudores de los últimos años se pongan al día con la administración tributaria regional.
Mientras tanto, el denominado parque tecnológico de desechos sólidos (relleno sanitario) en las alturas de Santa Eduvigis acumula cantidades industriales de basura que no se reciclan de acuerdo con los parámetros ecológicos universales.
Los vecinos de la zona han manifestado su inconformidad por las permanentes mareas de humo y olores nauseabundos, los cuales inciden en la salud de niños, adolescentes y adultos mayores.
Asimismo, en la explanada de este relleno sanitario, conviven decenas de personas (no pocas de ellas en situación de calle) que pululan por restos de comida y otros objetos materiales que trasladan las distintas unidades compactadoras. Ello sin olvidar la comisión de delitos que generalmente no se reportan ante las sedes de la Policía de La Guaira y la Policía del municipio Vargas.