La historia de Hernán Sanz, un periodista argentino que con 22 años se fue a Europa en busca de su sueño y es una pieza clave en la estructura del Submarino Amarillo.
Las cosas se fueron dando tal como las planificó. Muchos le decían que estaba loco, pero Hernán Sanz lo había pensado todo. Después de estudiar periodismo y de trabajar un año en el diario Olé, decidió viajar a España, más precisamente a Villarreal.
“Siempre amé el periodismo y sentí pasión por el fútbol. Quería desarrollarme en lo mío, pero hacerlo en Europa, y en ese momento surgió el fenómeno del Villarreal. Entendí que la ciudad y el equipo con tantos sudamericanos eran un terreno ideal para mis aspiraciones. Me gustaba el proyecto de un club serio que se le plantaba a los grandes, y vi en eso un lugar para moverme de manera muy buena. Entonces planifiqué y proyecté mi viaje”, explica.
– ¿Te costó al principio?
– Estando en Olé fui planificando el viaje. Por eso cuando llegué trabajé en el periódico El Mediterráneo, que es el más importante de Castellón, en la sección de deportes, pero solo los fines de semana. Me acuerdo que los primeros días paré en la casa de Gonzalo Rodríguez, a quien conocía de la época en la que cubrí a San Lorenzo. Eso fue en el 2005, tenía 22 años. En ese tiempo surgía ese equipo con Riquelme, Sorín, Forlán, Arruabarrena, Guillermo Franco… Yo llegué en los inicios de ese Villarreal que debutó en la Champions y perdió en semifinales con el Arsenal. Fue a partir de ese momento que se consolidó el proyecto de un club familiar, pero a la vez muy ambicioso que apuesta a las inferiores, con los objetivos, las raíces y las ideas claras, con una filosofía y valores envidiables.
Pasaron 17 años de su llegada a España con una valija cargada de ilusiones, muchas biromes (por temor a no poder comprarlas), un viejo grabador de periodista y muy pocos ahorros. La historia no le fue esquiva, ya que Hernán Sanz fue creciendo hasta convertirse en el actual Director de Comunicación del Submarino amarillo. “Después de trabajar en la UEFA, ni bien terminó la Champions de 2006 me incorporé al área de Prensa. Cuando arranqué éramos dos personas. Ahora somos ocho. Antes los departamentos de prensa gestionaban acreditaciones y manejaban los pedidos de entrevistas. Hoy son los responsables de desarrollar un plan de acción para posicionar y vender al club como marca”, cuenta.
“La marca está relacionada con lo que nosotros queremos mostrar de la institución. También es indispensable visualizar los mercados a los que a uno le interesa llegar. Por eso, el área de Prensa y Comunicación ha cambiado considerablemente. Al Villarreal se lo ve como un club familiar, humilde, cercano, que no olvida sus raíces, y esto se tiene que reflejar en las distintas acciones de comunicación que se realicen. En aquel momento en la Argentina no estaban instalados los jefes de prensa. En cambio, en Europa si uno quería hacer una entrevista debía pedírsela al club. Eso en nuestro país no ocurría. En Vélez cuando lo cubría para Olé me tenía que matar a codazos para hacer una nota. Y lo que pasaba acá era muy distinto y mejor”, reflexiona.
– ¿Y cuál es el secreto del Villarreal?
– Es un club liderado y gestionado por la familia Roig, que son unas mentes brillantes. El presidente tiene una habilidad de gestión, una cercanía y una visión empresarial muy clara, pero sobre todo un sentimiento de pertenencia que creo es lo que hace la diferencia. Es verdad que el club tiene 25 años en la elite y que el crecimiento fue rápido, pero el presidente no lo maneja a la distancia, sino que está muy comprometido afectivamente. Se apuesta mucho a las inferiores, por eso el año que descendió, recortaron el presupuesto en todas las áreas, pero no lo hicieron en las inferiores. Un referente de la cantera es Pau Torres, nacido en el pueblo, líder del equipo e integrante de la selección española.
– ¿Cambió el club desde que el año pasado ganó la Europa League?
– El haber ganado la Europa League el año pasado y lo que ocurrió en esta última Champions, hizo que la afición, la hinchada, diera ese paso grande para ya no envidiarle nada a nadie.
– ¿Y con este crecimiento del club tu trabajo también fue cambiando?
– Hoy cambió todo en el mundo de las comunicaciones. Nosotros tenemos un club abierto a la gente y no cerrado. Esa es nuestra marca. Por eso nuestra tarea es mucho más amplia y global. Cuando llegué estaba todo tercerizado, la página web, el programa de TV, en ese momento no había nadie de prensa que viajara con el equipo. Y después de esa Champions de 2006 me ofrecieron trabajar y como estaba todo virgen, noté que tenía muchas libertades para hacer cosas que me gustaban. Por ejemplo, hice lo de Alcides y la canción Violeta.
– ¿Cómo fue lo de Alcides?
– Hice que pusieran la canción Violeta de Alcides cada vez que el equipo hacía el calentamiento previo. Es más, grabamos un video con algunos jugadores de aquel entonces, como Godín, Cazorla, Robert Pirès… Eso generó una locura, llegó un momento que todos tenían ese tema como ringtone del celular y cuando sonaba, no se sabía quién debía atender. Entonces fui a buscar a Alcides a la Argentina y le hice de manager acá en España. Cuando le dije que lo quería traer pensó que lo estaba boludeando, pero finalmente vino. Y le conseguí shows en algunos boliches para abaratar los costos del club.
– ¿Qué ves cuando mirás para atrás?
– Cuando me vine a España fue una especie de aventura. En ese momento la comunicación era una odisea. Pero creo que acerté en la decisión y me siento orgulloso de haber planificado cosas que después se dieron. Visualicé el camino que después pude recorrer. Por eso algunos me dicen que al final no estaba tan loco porque en cierta forma todo lo que fue pasando yo se los conté antes. Cuando me vine, yo no jugué a ganador, me la jugué por un equipo que estaba siendo revelación pero que podría no haber crecido y quedarse en el camino.
– ¿Quedaste amigo de algunos jugadores argentinos que pasaron por el club?
– De Gonzalo Rodríguez soy amigo, es como mi hermano y ahora está viviendo acá. Con Barbosa lo mismo, con Sorín sigo teniendo contacto, con Arruabarrena tengo mucha amistad también.
– ¿Y con Riquelme?
– Tengo poca relación, pero buena. Cuando el año pasado lo busqué para una charla colectiva por Zoom, porque junté a los integrantes del equipo que llegó a semifinales en el 2006, él accedió sin problemas, y Forlán me dijo: ‘¿Cómo hiciste para convencerlo?’. Lo convencí porque considero que tengo buena relación. Cuando estaba acá íbamos a comer asado todos los jueves y el que lo hacía era Román.
– ¿Extrañás tu país?
– Extraño lo social, lo sentimental. Mi familia y mis amigos siguen estando ahí, pero no volvería. Vivo en Vila-real. Mi esposa también trabaja en el club. Tengo un hijo acá. La verdad que estoy bien. Allá en la Argentina era de Flores. Nací a dos cuadras de donde vivía el Papa Francisco. Y cuando nos tocó la Roma en la Europa League, como yo jodia que era su vecino y nadie me creía, le dije al presidente del club que iba a solicitar una audiencia privada y me dijo que estaba loco. La pedí a través de una carta y nos la dieron. Fuimos con todo el equipo y el Papa nos fue saludando uno por uno. Cuando llegó a mí le conté que yo era su vecino delante de todos, él se sonrió, me dio un abrazo y finalmente todos me creyeron.
– ¿Qué te queda por cumplir?
– Nunca perdí la ambición y la humildad porque es lo que te permite seguir creciendo. Siempre traté de hacer todo lo que me propuse aún a riesgo de equivocarme o de que las cosas no se dieran, porque de eso también se aprende. Con lo que ocurrió el año pasado creo que cumplí ese sueño de ganar un título profesional y pude vivir como se organiza una fiesta de esas características. Mi idea es seguir creciendo y manteniendo el espíritu que me trajo hasta acá. Y considero que la obtención de la Europa League fue la primera piedra de otros campeonatos que seguro van a llegar, porque la tendencia es muy buena.
Si te gustan las entrevistas en profundidad, historias y efemérides, seguí los contenidos de Al Ángulo a través de TyC Sports. También podés registrarte gratis e indicar tus preferencias para recibir notificaciones en tu browser o bajate nuestra APP (disponible en Android & iOS).
No te pierdas nada
Recibí las últimas noticias de Al Ángulo ¡y más!
Te puede interesar