El desembarco del negocio de la criptominería en de Tierra del Fuego sigue dando que hablar, y mucho. Esta ambiciosa y polémica actividad requiere de grandes cantidades de energía para poder sostenerse, y la capacidad de potencia en la provincia más austral, sobre todo en Río Grande, se encuentra en punto límite.
“El tema del minado en este momento es una situación crítica. Pero más que nada no es por el minado, sino por la falta de capacidad de generación que hoy tenemos en la planta, donde no hay un aumento de potencia desde el 2012″, expresó Walter García, jefe de Usina de la Cooperativa Eléctrica en diálogo con Aire Libre FM 96.3.
En este sentido, el ingeniero advirtió que como el minado de criptomonedas es un gran consumidor de energía “eso hace que la que se está usando para el minado no pueda ser usada para las otras actividades”, e indicó que el inconveniente se suscita al “no poder dar factibilidades de energía mayores a 100 kilovatios”.
“Es una conjunción entre el aumento del minado en la zona, que es apta por el tema de la (baja) temperatura, y la falta de capacidad de generación que fuimos teniendo hasta el momento. El minado industrial en realidad son empresas que tienen contratos grandes ya contratados: son usuarios mayores a 300 kilovatios, que ingresaron al sistema hace 4 años cuando no había restricciones”, añadió.
SOLO TRES EMPRESAS DE “CRYPTO MINING” CONSUMEN MÁS ENERGÍA QUE VARIAS PLANTAS INDUSTRIALES EN TDF
García explicó que “acá hay tres empresas grandes de minado, dos que consumen alrededor de 8 Megavatios juntas, y una más chica, que está por 1 Megavatio”.
“Todas esas son empresas que están encuadradas en la tarifa de minado, la Nación definió un valor mucho más elevado para empresas que se dedican al minado, que el que paga el usuario residencial normal. Pero tenemos un montón de otra gente que están minando en pequeños residenciales que no están declarados, y otros mineros que tienen algún pequeño emprendimiento y están pagando una tarifa residencial”, advirtió.
Para graficar lo anterior, García precisó que la criptominería es una industria electrointensiva como las empresas plásticas, “consumen varios megavatios porque tienen máquinas que consumen mucha enegía”, y una electrónica de las medianas a grandes consume “800 kilovatios”, pero las más grandes “2 o 3 Megavatios”. Es decir, todavía menos que las “mineras”.
“Nosotros estamos para generar energía, somos una distribuidora generadora, y (la criptominería) es una actividad lícita. El valor de la energía que nación está subsidiando en la provincia es altísimo, es más del 60 a 70 por ciento del valor total de la energía. Ese subsidio tiene que ir dirigido a quienes lo necesitan, si no estaríamos desperdiciando algo que estamos pagando entre todos.”, sentenció el jefe de Usina de la Cooperativa.