Tierra del Fuego es considerado uno de los polos de minado de criptomonedas en la Argentina porque tiene condiciones climáticas que la hacen apta, igual que al resto del sur, ya que no se requieren equipos de refrigeración, o se usan menos.
Un tuit del diputado nacional de Juntos por el Cambio, Luciano Laspina, generó un debate. Dijo, con datos de Cammesa (la administradora del mercado eléctrico mayorista), que en esa provincia casi un cuarto del consumo eléctrico es de las granjas de minado y criticó los subsidios a la actividad. El Gobierno provincial le reprochó que ninguno de los datos es cierto.
En diálogo con LA NACION, el secretario de Energía fueguino, Moisés Solorza, aseguró que apenas asumió la actual gestión, “preocupada” por la presión que generaban al sistema eléctrico estos emprendimientos, les quitó los subsidios que recibían y, además, determinaron que -en caso de emergencia- serían los primeros en tener cortes en el suministro.
A comienzos de este año, la Secretaría de Energía dispuso que el consumo de electricidad de la actividad de minado de criptomonedas no cuente con subsidios del Estado nacional y les fijó una tarifa que multiplicó por cuatro la que tenían.
“Los consumos de energía eléctrica de la actividad de minado de criptomonedas presentan un perfil de consumo caracterizado por su intensidad y constancia tanto horaria como estacional, cuya irrupción presenta desafíos a la infraestructura del área de concesión a la que se conectan”, indica la resolución que se refiere específicamente a los usuarios de minado de criptomonedas del Mercado Eléctrico Mayorista del Sistema de Tierra del Fuego (Memstf).
Solorza señaló que tienen relevadas las granjas habilitadas como tales, pero advirtió que existen “micro mineras” que funcionan en hogares y que no están inscriptas. “Hay que regular al sector; determinar si es una actividad industrial o financiera; como Provincia estamos avanzando, pero es un tema que debe definirse a nivel nacional”, dijo.
Admitió que por el sistema “obsoleto” que tiene Tierra del Fuego “de ninguna manera puede sostener la escalada de emprendimientos de alto consumo de energía”. LA NACION se puso en contacto con Cammesa para saber si existen datos discriminados de consumo de minado en los diferentes puntos del país donde hay granjas instaladas. No obtuvo, hasta el momento, respuesta.
El funcionario fueguino explicó que a partir de la resolución de Energía, la provincia ingresó al mercado nacional y dejó de funcionar como si fuera “un país aparte”. Ratificó que en los protocolos propios quedó establecido que, en caso de emergencia, los primeros que sufrirán restricciones o cortes son los criptomineros.
Laspina sostuvo que “hay un diferencial entre el costo de abastecimiento y el precio que pagan y que ese punto está “claro” también en la programación de Cammesa. A su entender, el subsidio está hoy en 33%.
Este diario volvió a hablar con las autoridades provinciales, quienes insistieron en que “eso es para los clientes residenciales. Por eso el costo de la energía para las criptos tiene un apartado y tratamiento distinto luego de la resolución, sin subsidios del Estado Nacional. Las declaraciones juradas las efectúan directamente a Cammesa las distribuidoras. Y varía cuando se fija en precio estacional”.
Las empresas dedicadas a la criptominería reconocen que, a pesar de las subas, la tarifa energética argentina es “barata” con respecto a otros lugares del mundo y hace conveniente la instalación de granjas. Un trabajo de la plataforma Paxful que se difundió hace unos días señaló que Lomas de Zamora y Berazategui en Buenos Aires y Córdoba (tiene una de las tarifas energéticas más caras del país) están entre los lugares más elegidos para minar criptos.
El año pasado, la empresa canadiense Bitfarms, fundada por dos argentinos, anunció una inversión millonaria en el país con el objetivo de instalar 55.000 máquinas para producir 11.774 bitcoins, la criptomoneda más famosa, que vale US$37.70 por unidad. Su gran apuesta por minar criptomonedas en el país radicó en que había conseguido un precio muy competitivo para la electricidad.