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Con apenas cinco años, Elle Lively McBroom es una niña que acumula 4.4 millones de seguidores en Instagram, con quienes comparte su vida en familia, viajes y compras.
Es hija de un jugador de baloncesto profesional y de una modelo fitness y forma parte de los niños influencers o kid influencers, niñas y niños que a temprana edad ya cuentan con altos números de seguidores en redes sociales, colaboran con marcas y obtienen ganancias millonarias.
En enero de 2022, la revista Forbes hizo un listado sobre los 10 youtubers mejor pagados, entre los cuales se nombró a Nastya (7 años) y Ryan Kaji (10 años), quienes quedaron en el puesto seis y siete, respectivamente.
Así, los niños influencers, que suelen ir de los 10 a los 15 años (aunque también hay casos de bebés influencers), forman parte de una industria que se espera que alcance los 16.4 mil millones de dólares en 2022, según un informe realizado por la plataforma Influencer Marketing Hub.
“Lo que los hace tan interesantes es justamente que estos niños son nativos digitales y ven a lo digital como un entorno natural y por ello no se espantan de la cámara, es mucho más fácil que interactúen con redes socio digitales y, al mismo tiempo, para las marcas y las personas que lo manejan, esto es muy útil y rentable”, explica a La-Lista Arturo Rodríguez Rodríguez , académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Los niños influencers se han hecho populares en todo el mundo y logran conectar con las personas de su edad compartiendo contenido que atrae a menores de edad, pero también con adultos que ven en ellos “frescura y la transparencia con la que hacen estos contenidos”.
En México, por ejemplo, “TV Ana Emilia” es la cuenta de una de las niñas influencers con más alcance en redes sociales, al tener 2.1 millones de seguidores en Instagram, más de 13 millones en Youtube y más de 131 mil en TikTok.
Según la plataforma Influencity, el nivel promedio de respuesta de cada post de la influencer de 15 años es de 128 mil likes y comentarios. Después de México, los países que más la ven son Colombia, España, Ecuador y Argentina.
El alcance de los niños influencers es tal, que muchas veces puede servir como trampolín para que comiencen a crear contenido en otras plataformas. En el caso de TV Ana Emilia, debutó con un concierto transmitido a través de HBO Max, además de que forma parte de un programa en la misma plataforma que busca encontrar a la próxima estrella de internet.
El dilema ético detrás de los niños influencers
En el tema de los niños influencers y su papel en internet, las opiniones se dividen, ya que hay quienes piensan que exponerse al uso masivo del internet puede repercutir negativamente en sus vidas.
En este tema, Arturo Rodríguez hace una distinción entre los niños o jóvenes influencers que son más conscientes del impacto que tienen en redes sociales y de aquellos que, a los pocos años o meses de nacidos, ya cuentan con una cuenta en redes sociales con miles de seguidores.
“En el sentido de los niños menores y su imagen y su privacidad, nunca se les preguntó porque son bebés, en cuanto nacen inmediatamente forman parte de su propia cuenta de TikTok o Youtube y nadie les preguntó”, recalca el académico de la UNAM.
A ello se suma los insultos y hate (violencia verbal) al que se ven sujetos en redes sociales, por lo que en algunos de los casos las cuentas de estos influencers son manejadas por sus padres, tutores o por una agencia encargada de manejarlas.
Sin embargo, el impacto que estos niños tienen en redes muchas veces puede ser subestimado, hecho que se ve reflejado en la falta de regulaciones enfocadas en los niños influencers en Latinoamérica.
Estas regulaciones, según el académico, deberían ir enfocadas hacia el aspecto fiscal para tener certeza sobre el destino de las ganancias de estos menores de edad, pero también hacen falta regulaciones legales “sobre qué está pasando con la explotación de algunos niños”.
En México “hay una falta de educación en cuanto a lo que conlleva lo digital sobre la privacidad, y que es un gran vacío que debe de empezarse a trabajar desde lo gubernamental, desde la educación en las escuelas, pero sobre todo también es una obligación de las plataformas digitales entrarle a la discusión”, añade Rodríguez.
El académico también destaca la importancia de poder eliminar la huella digital de los menores de edad. Este último término hace referencia al rastro que queda en internet sobre la interacción de los usuarios de las plataformas digitales.
En 2020, Francia aprobó una ley para proteger a los niños influencers, regulando las horas que los menores de 16 años trabajan creando contenido, así como el manejo de sus beneficios.
El proyecto de ley “Explotación de la imagen de los niños en las plataformas en línea“, aprobado por el Parlamento francés en 2020, establece que los niños influencers deben guardar sus ganancias en una cuenta bancaria a la que podrán acceder hasta que cumplan 16 años, además de que las empresas que deseen contratarlos deben pedir permiso a las autoridades locales y se obliga a las redes sociales a eliminar cualquier contenido propiedad de los niños que ellos soliciten borrar de internet.
“Sin embargo, tenemos otros países, como México, donde ni siquiera se ha tomado en cuenta esta figura, aún cuando tenemos influencers niños y niñas que tienen alrededor de 8 a 11 millones de personas siguiéndolos”, recalca Rodríguez.
Lo que queda claro, es que la industria de los niños influencers tiene una tendencia que va a la alza y que irá transformándose con el paso del tiempo. Mientras tanto, “los gobiernos tienen que ver qué está pasando con los niños, acercarse a este fenómeno y empezar a buscar formas de regularlo”, además de informar a padres, jóvenes y niños sobre las mejores prácticas digitales.
La protección de datos personales de niñas y niños en redes sociales
Un estudio de la Universidad de San Francisco indica que el 81% de las madres entrevistadas admitió haber publicado fotos de sus bebés en redes sociales antes de su primer año.
Aunque las madres y padres que suelen compartir información de sus hijos no lo hacen con mala intención, pueden estar dando a conocer datos personales y el 51% suele publicar datos de sus hijos en los que se les puede localizar, advirtió el director de la Licenciatura de Gobierno en la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, Guillermo Tenorio Cueto, en un foro del INAI.
El 23.9% de los usuarios de internet en México son niñas, niños y adolescentes de 6 a 17 años y casi la mitad de los adultos que son madres y padres no conocen métodos de control parental
Aquí puedes consultar las Herramientas de Supervisión Parental en Internet, dirigidas a padres y madres de familia que sugiere el INAI.
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