La noticia surgió en las últimas horas desde Iquique y causó tanta o más sorpresa que cuando intempestivamente Edson Puch dijo adiós a Universidad Católica para retornar al cuadro nortino en el Campeonato de Ascenso. El ex delantero cruzado evalúa abandonar el club donde se formó en medio de la baja campaña que significó también la salida del DT Víctor Rivero.
Claudio Borghi fue clave en un momento de la carrera de Puch. Luego de un paso por el fútbol de Argentina, el ex DT de Colo Colo y la Roja lo fichó en Liga Deportiva Universitaria de Quito, en Ecuador. Ocurrió a inicios del 2016, poco antes de que el iquiqueño destacara en la delantera de Chile durante la obtención del bicampeonato de América, en la Copa Centenario de Estados Unidos.
“No tenía idea que planeaba dejar Iquique. De hecho, pensamos que se había ido para allá por dos motivos. Primero, para estar en su tierra y segundo para ayudar un poco al equipo. Pensé que iba a terminar su carrera ahí, no sé los motivos que lo llevarían a dejar el club”, manifiesta Borghi en diálogo con AS Chile.
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– Usted lo llevó a Liga de Quito de Ecuador y allí como que vuelve a reimpulsar su carrera luego de una salida con problemas desde Huracán.
– Sí, anduvo bien. Nosotros conocíamos a Edson desde hace tiempo, lo habíamos visto en Huracán y dijimos “si no está ahí, lo podemos llevar”. Lo llevamos y funcionó muy bien. De hecho, lo vendieron en muy buen dinero posteriormente. Después, se re enamoró con el fútbol, no sé qué pasó ahora.
– ¿Qué impresión se formó de Puch en ese momento? ¿Sentía que tenía ganas de seguir avanzando en su carrera?
– Profesionalmente, lo vimos muy bien. No es que allá llegado gordo, ni todo eso, por estar sin entrenar. Estaba perfecto, incluso más de lo que pensábamos. No creo que sea un problema de no querer entrenar o de ya estar cansado, a lo mejor no encontró el lugar perfecto para estar. Ahí, estuvo muy bien, lo hizo perfecto. Incluso me acuerdo que al principio pensé que por el tema de la altura íbamos a tener problemas y no pasó nada. Por eso, estoy sorprendido ahora, han pasado muchos años, pero yo pensé que quería retirarse en su tierra.
– Un hecho muy inesperado…
– Hay que ver si no arrastra lesiones también. Si ya el cuerpo no te da, si no estás acostumbrado a estar lesionado. Uno ya dice “no vale la pena, me duele mucho” o “no me puedo recuperar” o “si me recupero, me vuelvo a lesionar”. A lo mejor pueden ser algunos de los motivos.
– ¿Lo sorprendió también su salida desde Católica?
– Sí, fue de un día para otro. Fuimos jugadores de fútbol y a veces decimos “bueno, ahora quiero estar con los míos, irme para mi tierra y retirarme allá de buena manera”. Yo pensé eso y aparentemente no lo fue.
– ¿A la distancia percibe que puede dejar el fútbol?
– Pienso que lo único que lo puede retirar son las lesiones, porque profesionalmente es muy responsable. Que diga “ya no estoy, ya no puedo”, y bueno te retiras.
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– Es otro de la Generación Dorada que, al parecer, empieza a concluir su ciclo.
– Sí, pero fueron muy longevos. A esos niveles, estar tiempo en actividad es muy complejo. Yo siempre digo que el deporte de alta competencia no es salud. Viste que te dicen “el deporte es salud”, no, la competencia en el fútbol no es salud. Me bajo del auto y tengo más dolores que España. Varios duraron mucho. Bueno han cambiado los sistemas de entrenamiento, también la medicina, pero llega un momento en que el cuerpo no te da más.
– En Iquique mencionaron que podría volver a Primera División. ¿Lo ve con chances de insertarse en algún equipo de la competencia?
– Ah, sí… ¿A Católica?
– La relación surge inmediatamente.
– Sí, por supuesto, es un jugador que tiene muchas condiciones.