A Gerard Pique nunca le ha gustado eso de pasar inadvertido. Siempre ha buscado ser el punto de atencin y lo ha logrado. Por ftbol, carcter y ambicin. El defensa ha sido uno de los grandes futbolistas que ha dado Espaa, tal y como queda demostrado con su historial, tanto con el Barcelona como con la seleccin espaola. Del Bosque lo tuvo muy claro y el cataln fue pieza bsica, tanto en el Mu
ndial
como en la
Eurocopa
. Fueron los aos en los que el ftbol era la prioridad de un
Piqu
repleto de compromiso, ese que me llev a defender al futbolista del
Barcelona
en multitud de debates y en muchas de esas polmicas que surgan a su alrededor. Por eso, la decepcin es mayor ahora.
La ambicin e inquietud empresarial (me niego a hablar de emprendedor) le han llevado a amasar una millonaria cantidad de dinero, tal y como reconoci en su da en ‘La Resistencia’. Los negocios forman parte fundamental de su vida. Ha sido capaz de lograr un grandioso patrocinio para el
Barcelona
, cambiar el formato de la historia del tenis y de llegar dnde grandes entidades han sido incapaces de hacerlo.
A nivel particular, sus lcitos acuerdos con la
Federacin
por la
Supercopa
, ya conocidos hace tiempo, demuestran que ese arrojo empresarial, lleg de la mano del xito. Nadie lo puede dudar lo ms mnimo. Lo certifica la cuenta de resultados y el brillo de su galctica
Kosmos
.
El problema llega cuando quiere imponer su condicin de
Gerard Piqu
para estar en los
Juegos
. Todava est a tiempo de pedir perdn a los compaeros de profesin, futbolistas ellos, que optaron por la va del trabajo para cumplir con el sueo de representar a
Espaa
en la cita olmpica y no hacer llamadas para ser enchufados y entrar en una lista que no mereca por lo hecho sobre el csped. Ese perdn sera una manera bonita de acercarse de nuevo a los que fueron compaeros de profesin.
Rubiales
y
De la Fuente
hicieron odos sordos.
Por cierto, expertos en el tema dicen que ante la ausencia de delito, la obtencin de informacin de esta manera (robo de todo el contenido de un telfono mvil) supone una violacin de la intimidad. Igual la prensa y los periodistas deberamos recapacitar ms all del click.