Uno de los puntos más relevantes de los tokenomics es la distribución inicial de los tokens. De acuerdo a José Manuel Peñuela, trader de BeInCrypto en español, es bastante común ver cómo los desarrolladores, fundadores y equipos de un proyecto criptográfico se quedan con una parte importante de las criptomonedas.
Así, otro porcentaje será utilizado para la tesorería, lo que permitirá seguir financiando el proyecto, y lo demás estará disponible para los inversores minoristas. Con ellos nos referimos a las personas que quieran comprar la criptomoneda en algún exchange centralizado o descentralizado.
“Esto lo hacen para enriquecerse y para elevar el precio de la criptomoneda. Por eso muchos se han vuelto ricos con las preventas, porque apenas sale el token al mercado lo venden”, explica Peñuela.
Criptomonedas: problemas de centralización
Como podemos observar en la gráfica proporcionada por Messari, empresa dedicada al estudio y recopilación de datos sobre criptomonedas, existen proyectos más descentralizados que otros.
Y ya que una de las grandes virtudes de las criptomonedas es la posibilidad de operar en ecosistemas descentralizados, también existen algunos inversores que prefieren ignorar los proyectos que representan una centralización muy alta.
Incluso Gavin Wood, fundador de Polkadot y co-fundador de Ethereum (ETH), ha planteado que la descentralización y la seguridad no son opcionales para buscar la escalabilidad.
Sin embargo, Peñuela explica que existen soluciones para ello: “Esta tendencia se revierte si se tiene una buena hoja de ruta o roadmap pública. La centralización de alguna manera siempre estará, así que mientras el token sea útil las personas no pensarán en la centralización del mismo. Ejemplos de esto son Binance Coin (BNB), Shiba Inu (SHIB) y Ripple (XRP)”.
Tokenomics: inflación o deflación
Otro tema relevante en relación a los tokenomics es si una moneda es inflacionaria, es decir, que no posee un límite total de tokens en circulación como Ethereum (ETH), o deflacionaria como Bitcoin (BTC), pues desde sus comienzos se ha preestablecido que solo podrán existir 21 millones de BTC.
Para Peñuela, definir esto depende del objetivo de la criptomoneda y de qué manera se ocupará. Por ejemplo, la razón de que no haya un límite para ETH se debe a que busca convertirse en el Internet de las cosas (IoT), y esto sería imposible con una moneda deflacionaria.
Si bien para algunos invertir en una moneda inflacionaria no es lo ideal, el trader de BeInCrypto comenta que hay distintos métodos para controlar la inflación. “Un token inflacionario, como el de Ethereum, puede mantener su valor a medida que crezca el ecosistema, como ha hecho en los últimos años”.
Como bien señala, esta inflación es beneficiosa para Ethereum porque a medida que entran nuevos usuarios e inversores se puede promediar la demanda del token. Para conseguir que su precio permanezca estable, se van quemando ETH para controlar su inflación.
En definitiva, conocer cuál es el tokenomics de un proyecto antes de invertir en él es muy importante, pues nos ayudará a tener mayor control de nuestras inversiones y sabremos en profundidad de qué manera está desarrollado.
(*) El autor es periodista científico de Santiago de Chile y colaborador del sitio especializado BeInCrypto, aliado de A24.com Crypto.