Hace unos días en el grupo primario escuché a dos padres de familia… sus hijos (una mujer y un hombre) desean estudiar “Criminología”. Asimismo, sus solicitudes a quién escribe: “Oriéntame, dame tu punto de vista”.
Reflexioné: el proceso de toma de decisión “estrategica” de la elección de carrera debe ser “autónomo, informado y documentado en tiempo y forma”. Es único y del ámbito personal con base en el contexto, el discernimiento de la orientación vocacional, las fuerzas, las expectativas, las oportunidades laborales, etc. Igualmente, escuchar recomendaciones de expertos del tema y en el hogar la fina línea de la retroalimentación.
En síntesis, es un “factor clave” que impactará en el desarrollo laboral y demás esferas de la historia de vida: Por lo tanto, discrepa de raíz de las decisiones “sobre la marcha y de forma improvisada”. Consideremos:
I. Por ejemplo, un punto de partida para comprender la importancia de la carrera es la perspectiva de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Visualicemos: http://oferta.unam.mx/ciencia-forense.html
“La Ciencia Forense ha tenido un aumento sin precedentes en los últimos años debido a la necesidad de contar con estudios científicos forenses para aclarar delitos y por los significativos avances en la tecnología”.
El documento contiene: Descripción, características del aspirante, condiciones, campo, mercado de trabajo y plan de estudios de su licenciatura en Ciencias Forenses. También menciona las opciones de estudio fuera de la UNAM en las universidades financiadas por el Estado.
Así, a nivel de Licenciatura: Ciencias Forenses, Criminología, Criminología y Criminalística; Especialidades y maestrías: Ciencias Forenses; Criminología; Especialidad Medicina Legal, Psicología Forense, Identificación en Criminalística, Psicología Criminal, Investigación Crimino-delictiva; Criminalística. Igualmente, las universidades particulares incorporan programas con reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
II. Punto de vista personal:
En diversos medios (Periódicos, películas, series de televisión, otros) se observan narraciones e imágenes de “criminólogos” trabajando cotidianamente en el laboratorio con tecnología avanzada o en el campo indagando casos de misterios, desde delitos menores hasta homicidas seriales y sus evidencias.
Sin duda, esas percepciones abonan a la demanda académica. Desde el interés general es deseable, frente, a las apologías del delito que también pudieran incidir, pero, en estilos de vida antisociales.
Vemos una mentalidad laboral que trabaja con datos para construir información. En analogía a los participantes de una obra teatral es quién aplica su conocimiento y herramientas en equipo y detrás de “bambalinas”. En la cadena de administración y procuración de la justicia aportaciones valiosas y bajo riesgo.
Las especialidades conviven en relación sinérgica. Por ejemplo, la “Criminología” focaliza la comprensión de los comportamientos antisociales para la prevención del delito y la “Criminalística” pone en el centro de atención las evidencias en el proceso del juicio.
Requerimientos afines: Derecho, Medicina, Psicología, Sociología. En los hogares, se percibe que priorizan la licenciatura en Derecho o Psicología y la Criminología en especialidades que construyen una maestría. Quizá, pensando en más opciones y retribución laboral para los hijos.
Concluyendo, bienvenidos los jóvenes, la UNAM e instituciones partícipes a los ámbitos de estudios científicos del delito.
hazael.ruiz@hotmail.com
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