La Unión Europea ha mantenido una unidad raras veces vista tras aplicar cuatro rondas de sanciones sin precedentes a Rusia por su invasión a Ucrania, pero en una cumbre el jueves afloraron las diferencias entre los 27 gobernantes en torno al tema más espinoso: la energía.
Durante el primer mes de la guerra, las naciones de la UE impusieron medidas severas para castigar a la economía y al sistema financiero de Rusia, así como al presidente Vladimir Putin y los oligarcas rusos.
A diferencia de Estados Unidos, hasta ahora la UE no ha sancionado a los combustibles fósiles de Rusia, lo que deja ver claramente su dependencia del petróleo, el gas natural y el carbón rusos para mantener a las casas con calefacción y a la industria en funcionamiento.
“No estamos en guerra con nosotros mismos”, declaró el primer ministro belga Alexander De Croo en la cumbre en Bruselas, en la que las sanciones y la energía fueron temas cruciales. “Las sanciones siempre deben tener un impacto mucho mayor sobre la parte rusa que sobre nosotros”.
De Croo reflejó las posturas de países de la UE como Alemania, Austria y Holanda. Estas naciones se encuentran enfrentadas con otros estados miembros más próximos a Rusia que desean la adopción inmediata de medidas más duras.
“Mientras le sigamos comprando energía a Rusia, estamos financiando la guerra, y éste es el gran problema que tenemos”, dijo la primera ministra finlandesa Sanna Marin.
Los gobernantes de los países bálticos se le sumaron en la exigencia de que se actúe con celeridad.
“Tenemos que seguir aislando a la economía de Putin —la economía de Rusia— para detener el dinero que fluye a la maquinaria de guerra”, dijo el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins, a la prensa. “El punto más lógico para avanzar es el petróleo y el carbón”.
La UE importa 90% del gas natural utilizado para generar electricidad, brindar calefacción a las viviendas y cubrir la demanda de la industria. Rusia abastece casi 40% del gas y una cuarta parte del petróleo que consume la UE.
En lugar de un embargo, la Comisión Europea ha propuesto reducir la dependencia del bloque del gas ruso en dos tercios este año. La UE sostiene conversaciones con Estados Unidos para asegurar envíos adicionales de gas natural licuado y también ha iniciado conversaciones en ese sentido con otros abastecedores.
En un mensaje vía video a los gobernantes de la UE, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy les agradeció por trabajar en conjunto para apoyar a Ucrania e imponer sanciones a Rusia, incluida la decisión de Alemania de impedir a Moscú entregar gas natural a Europa a través del nuevo gasoducto Nord Stream 2. Sin embargo, lamentó que estas medidas no fueran adoptadas antes, diciendo que existió la posibilidad de que Rusia lo hubiera pensado dos veces antes de invadir.
Después Zelenskyy exhortó a los gobernantes de la UE a que tramiten con rapidez la solicitud de Ucrania de integrarse al bloque. “Aquí les pido, no demoren. Por favor”, dijo Zelenskyy. “Para nosotros esta es una oportunidad”.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio del Exterior de Rusia, dijo que las naciones europeas que no deseen trabajar con Moscú en energía “deberían simplemente decirle a sus ciudadanos quién está destruyendo su prosperidad y cómo. Nosotros cooperaremos con quienes estén interesados en garantizar su seguridad energética”.
Los altos precios de la energía, desatados por una contracción de la oferta en Europa, han encarecido los recibos de la electricidad y los precios de los combustibles en las gasolineras, todo lo cual se agravó debido a la sacudida de la guerra a los mercados energéticos.
El año pasado, las importaciones de la UE de bienes rusos ascendieron a 158.500 millones de euros, de los que 62%, o 98.900 millones de euros, correspondieron a combustibles minerales, según la Comisión Europea.
Karins dijo que la guerra en Ucrania era un gran ejemplo en el que la moral debería imperar sobre el dinero. A pesar de que Letonia tiene una “alta dependencia del petróleo y el gas rusos”, las empresas apoyan que se suspendan las compras de esos hidrocarburos, agregó.
“Ellas me están diciendo que las sanciones son necesarias porque debemos detener al régimen de Putin”, señaló. “Es sólo dinero. Si estas vivo, si tu infraestructura está en buen estado, puedes volverlo a ganar”.
Greenpeace ha acusado a la Unión Europea de financiar la guerra de Rusia al seguir comprándole energía.