Antes que termine este mes, es decir, dentro de los próximos siete días, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) debe fijar el precio mínimo de sustentación que regirá para la cosecha de arroz del 2022.
Esto una vez que el miércoles pasado en Guayaquil, durante la primera reunión del Consejo Consultivo del Arroz, integrado por productores e industriales, no se llegó a un consenso entre las partes. Ambos sectores llegaron a la cita con diferentes propuestas.
El sector productor, representado por la Corporación Nacional de Arroceros, propuso que el precio del arroz, que actualmente es de entre $ 30 y $ 32 la saca de 210 libras, suba a $ 37,50.
Carlos Zambrano, vicepresidente del gremio y quien estuvo en la reunión, argumentó que el pedido de los productores se respalda en el incremento de los costos de producción.
“Los insumos agrícolas y fertilizantes han subido hasta el 300 %, entonces todo se ha encarecido y por lo tanto no podemos seguir trabajando con esos precios que los señores industriales proponen que manejemos este año”, sostuvo Zambrano, quien denunció que incluso los precios referenciales vigentes desde el año pasado no fueron respetados, pues solo se pagaba entre $ 20 y $ 22 la saca de arroz.
El dirigente aseguró que de no tomarse en cuenta el pedidos del sector tomarán medidas que se definirán en los próximos días.
Además, enfatizó que el sector arrocero le ha dado al ministro de Agricultura y Ganadería, Pedro Álava, un plazo de 8 días laborables para que se pronuncie sobre el precio del arroz tomando en cuenta los altos costos de producción, “más no con ese precio referencial que entre gallos y media noche nos pusieron el año pasado que es de $30 y $32″, expresó Zambrano.
Mientras tanto, el sector industrial solicitó que se mantenga el precio actual.
Juan Pablo Zúñiga, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros (Corpcom), explicó que el sector todos los años tiene excedentes y al querer sacarlos a mercados externos a un precio demasiado alto va a complicar al sector.
El dirigente especificó que las dificultades pasan porque Ecuador compite con países con mayores índices de productividad y menores costos de producción, además, muchos de estos cuentan con incentivos a la exportación y subsidios, lo que resta aún más competitividad al producto local, sumado a que en el mercado interno el consumidor ecuatoriano, probablemente, tiene el arroz más caro de la región.
“No somos ajenos a las necesidades y requerimientos de los productores, siempre nos hemos mostrado y nos hemos presentado como unos aliados de ellos, el uno depende del otro, coexistimos; pero si los precios se van a niveles demasiado altos van a traer consecuencias complicadas, una de esas también facilitar el tema del contrabando de arroz que viene por la frontera sur y eso también perjudica a la cadena en general”, advirtió Zúñiga, quien sin embargo, pese a no llegar a un consenso, calificó la reunión como positiva, pues indicó que se llegaron a otros acuerdos para beneficio del sector.
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Uno de estos fue el requerimiento de la implementación de bodegas de campo, que según Zúñiga trabajarían con sistemas de certificados de depósitos que funcionarían como herramientas financieras que pueden ser utilizadas para obtener liquidez para el sector, tanto con la banca pública como con la privada.
Otro requerimiento fue que a través del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) se desarrollen semillas de alta productividad, que permitan a los productores llegar a niveles óptimos de producción por encima de 8 o 9 toneladas por hectárea (ha) y mejorar los índices actuales que son de tan solo 5,5 o 6 toneladas por ha en promedio, que según el presidente de Corpcom hace que el arroz no sea un negocio rentable. (I)