Crónicas Depacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
“Soy un ciudadano privado y no tengo injerencia alguna en el Gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia”, aseguró José Ramón López Beltrán, luego de más de dos semanas de esperar una reacción al reportaje presentado por Carlos Loret de Mola en LatinUS.
Así respondía el hijo del presidente López Obrador a la polémica generada por su estilo de vida en Estados Unidos, dijo que desde 2020 trabaja en Houston, Estados Unidos, como asesor legal y de desarrollo para la compañía KEI Partners.
Sin embargo, el hijo del presidente López Obrador, debió de revalidar sus estudios en Estados Unidos, pues al ser totalmente diferente la ley y los procedimientos legales en aquel país, debió casi volver a estudiar la carrera, y hasta ahora no se ha encontrado documentos ni referencias que acrediten eso.
Al estar trabajando en los Estados Unidos desde hace más de dos años, José Ramon López Beltrán debió de darse de alta en el IRS (Internal Revenue Service). El Servicio de Impuestos Internos, también conocido como Servicio de Rentas Internas, que es la instancia federal del Gobierno de los Estados Unidos encargada de la recaudación fiscal y del cumplimiento de las leyes tributarias, cualquier persona que trabaje en EU debe presentar su declaración de impuestos año con año, sí sus ingresos brutos son mayores a $10,400 dlls anuales, es decir, $866 dlls al mes, tiene que hacer su declaración anual a fuerzas, por tanto, se está esperando conocer las declaraciones realizadas los dos años anteriores del hijo de López Obrador.
Sí como dice José Ramon López Beltrán, trabaja como asesor legal y de desarrollo para la compañía KEI Partners, esta compañía debió también darlo de alta y declarar que le paga ese sueldo al hijo del presidente de México.
Otras de las acciones que debió realizar José Ramón López Beltrán al empezar a trabajar en Texas es darse de alta en la Texas Workforce Commission (TWC), que es la agencia estatal encargada de supervisar y proveer servicios de desarrollo de fuerza de trabajo a empleadores y solicitantes de empleo de Texas.
Debió además de pagar Medicare y Social Security, si es verdad, que sus ingresos para vivir vienen de su trabajo, el hijo del presidente puede presentar esas declaraciones anuales, y los pagos correspondientes tanto al IRS como al TWC, así terminaría con cualquier duda sobre su forma de ingresos financieros.
Como empleado, el hijo de López Obrador tiene que recibir una forma W2 o la forma 1099 como self-employed, también puede presentarla y terminar con los dimes y diretes.
También hubo respuesta por parte de Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán, quien según Latinus y Mexicanos contra la Impunidad y la Corrupción (MCCI) trabajó para Baker Hughes, compañía energética que, según el reportaje presentado por Carlos Loret de Mola fue beneficiada por el Gobierno de México.
Carolyn Adams, declaró que nunca ha trabajado ni colaborado para Baker Hughes y presentó screenshots de una conversación de mensajes, como explicación del acuerdo de renta de la mansión donde vivió con el hijo mayor de López Obrador.
“Aquí se tiene que usar un agente inmobiliario con licencia y rara vez se conocen las partes (arrendador y arrendatario). Todo se hizo bajo formalidad, reglas y requisitos estadounidenses: contrato depósito en garantía, rentas mensuales”, afirmó Adams.
Sin embargo, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) informó la noche de este viernes que dicha operación no fue registrada en el sistema que utilizan los agentes de bienes raíces en Texas.
A través de un comunicado, MCCI señaló que, tres agentes inmobiliarios confirmaron que el supuesto arrendamiento de la propiedad valuada en poco más de un millón de dólares (20 millones 800 mil pesos) no está registrada en el sistema MLS (Multiple Listing Service), a la que únicamente pueden acceder quienes son miembros de la asociación de Agentes de Bienes Raíces de Houston (HAR, por sus siglas en inglés).
“Si rentaron la casa, tienen que declarar en el sistema de HAR”, declaró una agente con licencia para operar en Texas a MCCI.
“Era obligación del agente publicar esa información. Debe haber registro de la renta por el agente, pero no lo hicieron. Es muy raro que no lo hayan puesto en el sistema”
“No es normal que en una operación de renta, primero esté en ‘P’ de pending (pendiente) luego ‘W’ de withdrawn (retiramos la oferta del mercado) y después ‘T’ de terminated (se terminó la relación de cliente-agente para promover), cuando se supone que ‘existe’ un contrato”, dijo otro agente.
Un dato que también llama la atención es que, en el listado de datos aparece que la fecha de expiración fue 14 de diciembre de 2019, cuando José Ramón López Beltrán y su esposa habitaron la casa hasta 2020.
Esta falta de información hace pensar que la operación se realizó por fuera; es decir, entre particulares, o incluso, que no hubo ningún pago de renta o relación contractual de por medio.
“Y el hecho que en diciembre hayan terminado el listado quiere decir que posiblemente no se rentó (oficialmente). Se presta a que o hicieron el trato por fuera o de plano no hubo ninguna relación contractual”, mencionaron especialistas en el tema a MCCI.
Según el periódico La Jornada, en su nota titulada “Casa de la familia López Adams en Houston fue rentada de forma regular”, del 20 de febrero de 2022, se puede leer:
“De acuerdo con documentos en poder de este diario, la residencia situada en 1003 Oakshire In, Conroe, Texas, en un suburbio de Houston, fue rentada en forma regular mediante un contrato de arrendamiento entre sus propietarios, Keith L. Schilling y Lauren M. Schilling, y a Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán.
A fines de enero pasado la ocupación de la vivienda fue señalada por algunos medios como posible indicio de “conflicto de intereses” porque uno de sus propietarios, Keith, laboró para la corporación petrolera Baker Hughes, contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde hace más de seis décadas, en tanto que López Beltrán es hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, La Jornada tuvo acceso no sólo al contrato formal de arrendamiento, en el que se especifica un depósito inicial de 5 mil 600 dólares y un alquiler mensual por la misma suma, con fecha inicial el 16 de agosto de 2019 y término el 31 de julio de 2020, con una cláusula de renovación automática.
Finalmente, este diario obtuvo copia de los cheques y los documentos que amparan transferencias bancarias de la arrendataria, Carolyn Adams, a los arrendadores, Keith y Lauren Schilling, papeles que pueden ser cotejados con los estados de cuenta mensuales de la cuenta bancaria a nombre de la primera”, asegura el diario La Jornada respecto al tema de la llamada Casa Gris.
La nota de La Jornada evidencia una contradicción de Carolyn Adams, pues presentan el cheque de Carolyn Adams, lo que contradice el dicho de la esposa de José Ramón López Beltrán en su carta, pues claramente asegura: “nosotros no teníamos relación alguna con los propietarios ni conocimiento de quiénes eran”.
El cheque a nombre de Keith y Lauren Shilling confirma que sí sabían.
Carolyn Adams, sólo mostró capturas de pantalla de chats de la supuesta negociación con el agente, pero no exhibió copia del contrato de arrendamiento.
El pasado 11 de febrero, inversionistas de Baker Hughes, solicitaron al gobierno de los EEUU investigar el potencial conflicto de interés y otras irregularidades con José Ramón López Beltrán.
En la solicitud enviada al gobierno, advirtieron que “la situación podría verse seriamente comprometida” al existir suficiente evidencia de los contratos con Pemex con los que ha sido beneficiada esta compañía petrolera, señalando que Adams es una intermediaria con experiencia de acuerdos energéticos a escala internacional.
El conflicto de la Casa Gris, se empieza a mover entre las autoridades de los Estados Unidos, parece que, los asesores del presidente López Obrador buscaron apagar el fuego con gasolina.
En Twitter @DEPACHECOS