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Juliana Galvis trata de mostrar su lado más natural y ese carisma real en redes, aunque recientemente contó que hace un tiempo se metió mucho en el tema de la vida fitness, pero decidió renunciar a tantos cuidados en su cuerpo.
No es un secreto que las actrices y demás famosos que incursionan en el mundo del espectáculo casi siempre se concentran en sus rutinas de ejercicios y alimentación saludable para mantenerse esbeltos.
Ese fue el caso de Juliana Galvis, aunque en una reciente entrevista para el programa ‘La Red’ aseguró que se “envició” con el tema del ejercicio y la alimentación.
Aunque a la bumanguesa se ve estilizada en sus redes, sobre todo porque a sus 40 años está más que conservada, aceptó que ese estrés por verse “a la línea” la llevó a un punto donde se sintió preocupada.
Juliana Galvis se sinceró sobre su decisión de dejar a un lado esa vida fitness:
“Empecé a hacer muchísimo ejercicio y solamente pensaba en comer las cosas que tenía que comer y la proteína a tal hora… Y las verduras y muy poca fruta, como un video muy aburrido la verdad”, comentó con total sinceridad Juliana Galvis.
En la entrevista, la actriz destacó que respeta a las personas que llevan una vida fitness, pero a pesar de eso ella se empezó a angustiar con el punto de pesar los alimentos que debía comer.
“Eso para mí es como un referente que quiero olvidar… ¿Pesar la comida?, qué hueso”, incluso aceptó que tenía una “obsesión” con marcar su abdomen y brazos.
Por eso la actriz destacó ese proceso de una vida fitness con la frase: “Qué mamera no aceptarse, qué mamera uno estar pesando que si se comió este chocolate no va a estar bien…”, pues muchas veces sí pensó que por comer cualquier antojo subiría de peso.
En medio de ese estilo de vida, sus familiares y amigos cercanos comenzaron a preocuparse por su peso ya que la vieron muy delgada.
Aunque en esa época llegó el mejor regalo de su vida, se enteró que estaba en la dulce espera de su primera hija y eso cambió todo.
“Llegó Agatha Dávila a cambiar como toda esta moda que había llegado a mi vida y que realmente me estaba enloqueciendo un poco”.
Por ahora vive tranquila y feliz comiendo lo que se apetece, entendiendo que no debe llegar a los extremos con la alimentación.
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