Rusia da explicaciones contradictorias sobre el bombardeo al hospital de Mariupol
Rusia ha cambiado su postura sobre el bombardeo al hospital materno-infantil de la ciudad de Mariupol, y a lo largo de este jueves se han sucedido una mezcla de declaraciones de distintas autoridades que han oscilado entre la negación tajante y una llamada del Kremlin para esclarecer los hechos. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado que a consecuencia del ataque murieron tres personas, entre ellas, una niña. Los servicios de emergencia confirmaron, además, que 17 adultos resultaron heridos.
Las explicaciones rusas han sido inconsistentes. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado que investigará los hechos para “esclarecer lo sucedido”, pero ha defendido que “Rusia no dispara contra objetivos civiles”. “Definitivamente le preguntaremos a nuestro Ejército, porque no tenemos información clara sobre lo que sucedió”, ha asegurado Peskov a los periodistas. “Y es muy probable que los militares proporcionen alguna información”.
Otros funcionarios rusos han adoptado una línea más agresiva, tachando el bombardeo al hospital de información falsa. “Esto es terrorismo de información”, ha asegurado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova. Posteriormente, el Ministerio de Defensa también negó haber bombardeado el hospital, acusando a Ucrania de organizar el incidente. Dijo que las fuerzas rusas en ese momento habían estado respetando el acuerdo de detener el fuego para permitir la evacuación de civiles “La aviación rusa no realizó ningún ataque a objetivos terrestres en ese área”, ha asegurado el portavoz Igor Konashenkov. “El presunto ataque aéreo fue una provocación escenificada… Pueden engañar al público occidental pero no a un experto”.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, ha defendido, sin embargo, que el edificio del hospital había sido tomado “hace mucho tiempo” por el batallón de Azov, una milicia ultra que lucha con el Ejército ucranio, y que había sido vaciado de médicos y pacientes. (Reuters)