El desayuno se ha presentado como una comida fundamental para perder peso y mejorar la salud en general. Sin embargo, según James Betts, autor del artículo “El desayuno no es real y los patrones de desayuno no existen“, publicado en Mysportscience, esta idea sólo es cierta en parte.
Según él, “el estatus mítico del desayuno proviene de antiguas historias sobre la reducción del apetito más tarde en el día y hazañas legendarias como ‘dar un empujón al metabolismo’ para evitar el ‘modo inanición’, todo lo cual conduce al ‘santo grial’ de las dietas: perder peso mientras se come lo que se quiere (por no mencionar los beneficios para el rendimiento cognitivo y físico)”.
Sin embargo, Betts sostiene que estos relatos sólo se basan parcialmente en la verdad y que, en realidad, “el desayuno no existe”.
La dificultad para definir qué es el desayuno
Betts sostiene que es difícil definir qué es el desayuno y que las opiniones sobre lo que debe considerarse desayuno varían mucho. Según Betts “definir ‘desayuno’ es notoriamente difícil y no todos tenemos una comprensión compartida de lo que realmente es”.
Esto hace que sea difícil saber si alguien ha desayunado o no. Además, los alimentos que se consideran desayuno en las culturas occidentales no tienen necesariamente los mismos efectos metabólicos o sobre la salud.
Confusión en los medios de comunicación
Betts también señala que la excesiva simplificación del desayuno en los principales medios de comunicación ha hecho casi imposible que la gente reciba mensajes coherentes sobre este tema. Según él, “la excesiva simplificación del desayuno en los principales medios de comunicación ha hecho casi imposible descifrar mensajes coherentes de salud pública sobre este tema“. Esto ha dado lugar a titulares contradictorios sobre los efectos del desayuno en la salud y la pérdida de peso.
¿Necesitamos más investigación?
Aunque Betts señala que se necesita más investigación sobre el desayuno, afirma que hay pruebas suficientes para concluir algunos efectos del desayuno. Por ejemplo, se ha demostrado, con distintos niveles de evidencia y diseños experimentales, que es más probable que la ingesta diaria de energía sea menor si no se desayuna.
¿Saltarse el desayuno puede mejora la pérdida de peso?
Betts señala que aunque se ha comprobado que saltarse el desayuno puede reducir la ingesta diaria de energía, esto no necesariamente significa una pérdida de peso. Según él, “algunas personas pueden asumir inmediatamente que comer menos en general es algo bueno, basándose en la (falsa) expectativa de que necesariamente se perderá peso, por lo que se oponen a desayunar. Por el contrario, a otros les puede extrañar que las personas que afirman saltarse el desayuno tiendan a comer menos en general, dado que los estudios transversales muestran claramente que el ayuno matutino regular se asocia en realidad con un mayor sobrepeso”.
“Además, los ensayos controlados aleatorizados no han revelado ningún efecto sobre el peso corporal, independientemente de si el ayuno nocturno se mantiene ininterrumpido hasta la tarde”. En otras palabras, saltarse el desayuno puede reducir la ingesta diaria de energía, pero no necesariamente conducir a la pérdida de peso. Esto puede deberse a compensaciones en la ingesta de alimentos en otras partes del día o a otros factores relacionados con el peso.
De hecho, otros estudios han demostrado que un gran desayuno puede contribuir a la pérdida de peso gracias a la supresión del apetito.
Para apoyar esta afirmación, Betts cita estudios como “Desayuno y control del peso: revisión de la evidencia” (2013) de Nutrition Research Reviews y “Efecto del desayuno sobre el peso y la ingesta energética: revisión sistemática y metanálisis de ensayos controlados aleatorios” (2015) del BMJ (British Medical Journal) que muestran que saltarse el desayuno puede reducir la ingesta diaria de energía, pero no necesariamente conducir a una pérdida de peso.
En conclusión, el artículo de James Betts argumenta que el desayuno no es tan importante como se cree para la pérdida de peso y la salud en general, y que es difícil definir lo que es el desayuno. Aunque se ha comprobado que saltarse el desayuno puede reducir la ingesta diaria de energía, esto no necesariamente significa una pérdida de peso.
La confusión en los medios de comunicación y la falta de investigación hacen que sea difícil obtener una conclusión definitiva sobre el desayuno y la pérdida de peso. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y no hay una solución única para todos, es necesario buscar la ayuda de un especialista en nutrición para poder establecer una dieta adecuada y una rutina de alimentación que se adapte a las necesidades de cada uno.