(CNN) — ¿No puedes evitar comer algo antes de acostarte? ¿O prefieres esperar unas horas después de levantarte para comer?
Según un nuevo estudio, es posible que el horario de las comidas no influya tanto en el peso como se pensaba.
El estudio realizó un seguimiento del tamaño de las raciones y el horario de las comidas de 547 personas, además de datos sobre su salud y su peso, a lo largo de seis años. Los datos no mostraron ninguna relación entre el intervalo del día en que las personas realizaban sus comidas y su peso, según el estudio publicado este miércoles en la revista académica Journal of the American Heart Association.
Restringir los horarios de las comidas, como se observa en tendencias dietéticas como el ayuno intermitente, ha sido un método popular para intentar perder peso en los últimos años.
Sin embargo, los investigadores no hallaron ninguna relación entre la restricción de las horas de comida y la pérdida de peso, señaló la Dra. Wendy Bennett, investigadora principal del estudio y profesora asociada de Medicina en la División de Medicina Interna General de la Facultad de Medicina Johns Hopkins. La Dra. Bennett observó que el estudio se centró en el tiempo que las personas comían después de despertarse, el tiempo que dedicaban a comer a lo largo del día y la proximidad de sus comidas con la hora de acostarse.
En cambio, las comidas más pequeñas se asociaron con la pérdida de peso, dijo.
“Basándonos en otros estudios que se han publicado, incluido el nuestro, estamos empezando a pensar que es muy probable que el horario de las comidas a lo largo del día no se traduzca inmediatamente en una pérdida de peso”, dijo Bennett, añadiendo la advertencia de que para algunas personas, el horario de las comidas puede ser una herramienta útil en el seguimiento de la nutrición.
Limitaciones del estudio
Los resultados de este estudio deben tomarse con cautela, advirtieron los expertos.
Había pocas minorías raciales y étnicas entre los participantes, señaló la Dra. Fatima Cody, profesora asociada de Medicina de la Facultad de Medicina de Harvard. También hay muchos determinantes sociales de la salud, como el estrés y el entorno de las personas, que podrían injerir con los datos, añadió Cody.
Estos factores podrían ser importantes para conocer mejor los efectos del horario de las comidas, añadió Alice Lichtenstein, profesora de Ciencia y Política de la Nutrición en la Universidad de Tufts.
“Sospecho que si examinaran los datos con más detenimiento, habría subgrupos [en los que el horario de las comidas] podría haber tenido un efecto significativo”, señaló Lichtenstein.
Este estudio fue observacional, señaló Bennett, lo que significa que observaron los patrones existentes para el estudio en lugar de realizar cambios en un grupo aleatorizado. Se está trabajando más en este tema, añadió.
Calidad mejor que cantidad
Las principales conclusiones son que no existe una estrategia única que funcione para todas las personas en lo que respecta a la nutrición, y que la calidad de los alimentos cuenta, dijo Lichtenstein.
“Si uno se esfuerza en consumir una dieta sana y en mantenerse físicamente activo, tiene menos probabilidades de padecer diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva e hipertensión”, afirma Lichtenstein.
Son las cosas aburridas que nadie quiere oír, añadió, pero no hay nada mejor que comer frutas y verduras y hacer ejercicio físico para controlar el peso.
Para algunas personas, probar el ayuno intermitente o restringir los intervalos de comida puede ser una forma útil de tomar nota de las tendencias personales, pero muchas personas no pueden mantenerlo durante el tiempo suficiente para ver un cambio a largo plazo, o mantener el peso que pierden, añadió Lichtenstein.
A Cody, quien es un médica de Medicina de la Obesidad en el Boston Massachusetts General Hospital Weight Center, no le gusta centrarse demasiado en cualquier restricción de calorías o el ayuno intermitente, dijo. En su lugar, quiere que sus clientes se fijen en el valor nutricional de los alimentos que ingieren.
Para el organismo, no es lo mismo 100 calorías de gomitas de osito que 100 calorías de avena con fruta y frutos secos.
Pero los distintos enfoques funcionan mejor en estilos de vida diferentes, y cada uno debe trabajar con su propio médico y su propio cuerpo sin estrés ni vergüenza, dijo Cody.
Si una estrategia nutricional funciona para otra persona, dijo, “solo significa que el cuerpo de alguien respondió y el del otro no. No significa que haya algo mal en ti. Solo significa que no es lo que tu cuerpo necesitaba”.
— Jen Christensen, de CNN, contribuyó con este reportaje.