Fue la ministra de Medio Ambiente de Lula y se convirti despus en su enemiga. Ahora, escaldada por los aos de Bolsonaro, Silva vuelve a Brasilia para detener la deforestacin del Amazonas
Parece frgil pero, en realidad, es un potente imn. Marina Silva mira desde sus ojos negros y habla con tanta calma como conviccin. Es lgico: la antigua y nueva ministra de Medio Ambiente de Brasil pregona lo mismo desde hace dcadas: su pas debe cuidar la Amazona, pero el mundo debe ayudar. De lo contrario, el futuro ser complejo.
Desenme suerte, porque la voy a necesitar, dice Silva en el final de un dilogo con EL MUNDO en Brasilia, durante la asuncin de Mauro Vieira como nuevo ministro de Asuntos Exteriores. All, Silva fue una estrella: durante varios minutos no dej de atender pedidos para tomarse fotos.
Silva, de 64 aos, cree que el objetivo ratificado por Luiz Inacio Lula da Silva en su toma de posesin del pasado domingo, el desmonte cero en las selvas tropicales del pas, tiene sentido.
Ese compromiso Brasil lo asumi anteriormente, desmonte cero hasta el 2030. Es un gran desafo, no es una tarea fcil, pero lo principal es que tenemos la determinacin para perseguir ese objetivo.
Hoy tenemos una situacin dramtica, dice Silva. Cuando fui ministra con el presidente Lula [de 2003 a 2008] tuvimos una reduccin de los desmontes del 83%. De 27.000 kilmetros cuadrados pasamos a 4.600, lo estbamos logrando, pero con Bolsonaro esa poltica se abandon por completo. Va a ser mucho ms difcil.
Silva se fue del Gobierno brasileo peleada con el presidente y con la entonces poderosa jefa de la Casa Civil (una especie de jefa de Gabinete), Dilma Rousseff, que en 2011 llegara a la presidencia. Tan fuerte fue el choque entre Silva y Rousseff, que en las elecciones de 2010, la lder ecologista, fue una candidata alternativa al Partido de los Trabajadores (PT), con el Partido Verde y logr 19,6 millones de votos. Cuatro aos ms tarde, ya bajo la etiqueta del Partido Socialista de Brasil (PSB), Silva obtuvo ms votos an: 21,1 millones para complicarle el camino a Rousseff.
Por qu el reencuentro? El presidente Lula ha cambiado. En aquella poca, la lucha contra las actividades ilegales y la poltica medioambiental eran slo directrices del ministerio de Medio Ambiente, asegur Silva recientemente a BBC Brasil. Ahora, es un reto asumido por todo el gobierno. Fue l quien dijo que la poltica medioambiental ser transversal. Fue l quien dijo que el clima es la mxima prioridad, aadi.
Silva, que acompa a Lula a la COP-27 en Sharm-el Sheikh, naci en el remoto estado amaznico de Acre. De nia trabajaba en campos de caucho y recoga castaas. Donde viva no haba escuela. La hoy ministra no aprendi matemticas hasta los 14 aos. Hurfana de madre a los 15 aos, a los 16 aos contrajo hepatitis y fue a Ro Branco, la capital del Estado, a recibir tratamiento. All trabaj como criada y durante dos aos vivi en el convento de las Siervas de Mara Reparadora. Quera ser monja.
Hasta que estudi Historia, hasta que se afili al Partido Comunista Revolucionario (PCR) durante la dictadura militar (1964-1985). Su padrino, Chico Mendes, recolector de caucho y sindicalista, fue asesinado en 1988. Para entonces, Silva ya no quera ser monja.
Silva conoce de primera mano el poder destructivo de la colonizacin agrcola de la Amazona. Bolsonaro detestaba que se la llamara pulmn del planeta. Ahora Silva vuelve a ser la encargada de protegerlo.
Inteligente y luchadora, la ministra ha aprendido las ventajas del pragmatismo en la derrota. Es evidente que su pela con Lula le abri puertas al triunfo de Jair Bolsonaro. Por eso, en vez de plantear un discurso en clave netamente ecologista, aade ahora un punto de vista econmico. Uno de los problemas graves de Brasil hoy en trminos de inversiones internacionales es la falta de cumplimiento de leyes ambientales y de los derechos humanos, dijo recientemente. El abandono de las metas de proteccin de la Amazonia y de emisiones de carbono estn frenando la firma definitiva del acuerdo de asociacin entre la Unin Europea y el Mercosur.
Silva, agredida recientemente en un restaurante de Brasilia por una bolsonarista que le pregunt por qu vuelve a trabajar para un ladrn como Lula, quiere que Europa entienda que Brasil har su parte, pero que Europa debe ayudar.
Precisamos cooperacin tcnica cientfica, cooperacin para el programa de bioeconoma y para la agricultura de bajo carbono, explica a EL MUNDO. Tenemos que trabajar juntos tambin en el tema del hidrgeno verde, porque Brasil tiene gran potencial, principalmente de cara a Europa, que vive una situacin de inseguridad energtica. Nuestra matriz energtica en el futuro puede ser limpia.
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