A sus escasos 26 años, la ingeniera Iridian Cruz Silva no solo es exitosa en su carrera científica, sino que tiene el objetivo de acercar la ciencia a la población mediante soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas. Con su proyecto “Manos que impulsan”, ha ayudado a más de 50 personas que no tienen una extremidad superior a ser autónomas y a desarrollarse personalmente.
Las prótesis que diseñan en “Manos que impulsan” tienen varias ventajas. Entre ellas, que son realizadas a partir de la impresión 3D, lo cual reduce 10 veces su costo y son subsidiadas por una institución gubernamental para que sean de acceso gratuito.
Además su fabricación es a partir de fécula de maíz, lo que las convierte en biodegradables.
Las prótesis no se limitan solamente a servir como un suplemento estético, sino que cuentan con un sistema mecánico que les permite realizar movimientos básicos y sostener objetos simples. Sin embargo, lo más importante para Iridian es trabajar en un diseño personalizado que impulse la autoestima de las personas al usarlas.
“Siempre he querido y sigo queriendo general un cambio muy grande en la sociedad e iniciativas como 3M que me ha ayudado a difundir aún más mi proyecto”, admitió Iridian en entrevista para Forbes Women.
La curiosidad que tuvo la emprendedora desde pequeña para saber cómo funcionaban sus juguetes y el talento que tuvo posteriormente en materias relacionadas con la tecnología y las matemáticas, la llevaron a estudiar en la Universidad Politéctina de Pachuca (UPP).
No te pierdas: Conoce a la científica mexicana que creó un modelo para potenciar el campo
El financiamiento, una barrera en el emprendimiento
Iridian abunda que el talento y la capacidad que demostró durante su carrera no la eximieron de encontrarse con los retos de un mundo laboral dominado por hombres y sexismo: “en empresas relacionadas con la mecánica y la electrónica suelen contratar a más hombres porque se considera que ellos tienen más fuerza”.
Sin embargo, la idea del proyecto que definiría su vida profesional no se hizo esperar y antes de terminar sus prácticas profesionales decidió que quería dirigir todo el conocimiento que había adquirido durante su carrera en algo que fuera útil para la sociedad. Por lo que, con un grupo de compañeros, empezó una investigación:
“Concluimos que hay muy pocas instituciones que se dedican a las prótesis. Entonces estudiamos y trabajamos para lograr un buen resultado”, admite la ingeniera.
El equipo de “Manos que impulsan” está amparados por la Asociación Civil Brazos Firmes, lo que resultó conveniente considerando que, como admite la ingeniera: “el estado de Hidalgo, donde yo vivo, es uno de los pocos estados que cuenta todavía con el apoyo a Asociaciones Civiles”.
Lee también: Ben and Frank: A la conquista del mercado chileno
Iridian Cruz y su proyecto participaron en diversas convocatorias para obtener financiamiento durante dos años. En ese sentido, la Subsecretaría de Participación Social y Fomento Artesanal del estado de Hidalgo le otorgó los recursos suficientes para que, en el año 2017, comenzara a ofrecer las prótesis de manera gratuita a las personas que las requirieran.
Las ocho personas que forman parte de “Manos que impulsan” trabajan de cerca con los beneficiados del programa para realizar sus prótesis durante aproximadamente tres meses, en los cuales se les realiza entrevistas, toma de medidas y un diseño personalizado que pueda incluir sus colores favoritos, o algún tema en específico, con el fin de impulsar su autoestima.
“Nosotros no tratamos de disimular su condición con una prótesis. Por el contrario, se trata de resaltarla y que los niños tengan la confianza de decir ‘tengo una mano de superhéroe’, por ejemplo”, argumenta Cruz.
Los beneficiados del proyecto son niños con un padecimiento congénito o adultos que por algún accidente perdieron una extremidad superior.
“Creo que me identifico más con los pequeños, porque ver su carita cuando tienen la oportunidad de sostener objetos a través de las prótesis es otra cosa. Me genera mucha alegría.”
El alcance del proyecto no se limita solamente al estado de Hidalgo, sino que cualquier persona del territorio nacional mayor de cinco años puede pedir el apoyo de la Asociación. Incluso se han mandado prótesis a otros países de Latinoamérica como Argentina.
Iridian Cruz también es la única mujer científica impartiendo cursos de impresión 3D en Hidalgo con validez nacional por lo que ha tenido la oportunidad de transmitir sus conocimientos a muchas niñas y mujeres. En los cursos y capacitaciones que imparte aprovecha para darles alientos para alcanzar sus sueños:
“Mi motivación es inspirar a otras mujeres, a otras personas y generar un cambio muy grande en la sociedad”, asegura.
Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado