José Manuel Franco (Puebla de Brollón, Lugo, 65 años), que ocupa la presidencia del Consejo Superior de Deportes desde el 31 de marzo de 2021, ha logrado sacar adelante la anhelada Ley del Deporte. Aliviado y satisfecho, repasa con AS lo que ha dejado el año y lo que asoma: Juegos de París en 2024, candidatura de España para el Mundial…
-La pasada semana consiguieron por fin la aprobación de la nueva Ley del Deporte. Un año había pasado desde que salió del Consejo de Ministros. ¿Ha sido un parto difícil?
-Sí, pero como era tan necesaria luchamos mucho para lograrlo. Hablamos con federaciones, clubes, asociaciones… y cuando haces ese ejercicio tan sano, el proceso siempre se alarga. Ha merecido la pena. Desde la anterior de 1990 a hoy, la sociedad ha cambiado mucho. Con humildad, estamos orgullosos. Además, la Unión Europea nos exigía aprobarla antes del 1 de enero para recibir los fondos (de Recuperación, más de 140 millones de euros).
-El eje de la Ley es la igualdad. ¿Estamos tan mal? ¿En qué vamos a mejorar?
-Nuestra sociedad está bien en comparación con otros países, pero había mejoras que no llegaban al deporte. No era de recibo que una deportista por el hecho de quedarse embarazada perdiese derechos como el de participar en una asamblea de su federación. Se trata de corregir las grandes diferencias. Ahora, cada federación o club profesional debe realizar un protocolo para evitar abusos y discriminaciones de carácter sexual. Las federaciones también deberán emitir un informe anual. Promovemos la igualdad de premios y en cuanto a visibilidad en medios de comunicación. La mujer debe participar en igualdad de derechos con los hombres en cualquier competición. Además, es la ley más inclusiva de la Unión Europea.
-¿Cómo se va a conseguir una visibilidad paritaria en el deporte?
-En los medios públicos es sencillo y se conseguirá. En los privados, intentamos promoverla. No podemos obligar.
-Sí se obliga a la igualdad de premios. En determinados deportes como el fútbol, el baloncesto o el ciclismo puede ser difícil. Hay una brecha enorme entre presupuestos y lo que generan.
-No somos ilusos. A día de hoy, en algunos deportes es imposible porque es verdad que la competición masculina genera mucho más dinero. Se trata de avanzar, de mentalizar a todos para llegar algún día a la igualdad real. En todas las competiciones organizadas con dinero público sí se obligará a que reciban los mismos premios, e igualdad de primas.
-¿Ha mejorado el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad y juntas directivas en las federaciones y ligas? Debe haber un 40%… ¿Es imprescindible la discriminación positiva?
-Totalmente. El 40% ya lo conseguimos exigiendo que se alcanzara para poder recibir la subvención pública. Hay que garantizar la igualdad en la práctica y en los órganos directivos.
-En voz baja, hay federaciones que se quejan de que es imposible cumplirlo. Que no hay mujeres dispuestas. ¿No es un poco ‘antinatura’ la obligación en algunos casos?
-Sí, pero si desde la administración no se promueve la igualdad, nunca la conseguiremos. La igualdad real enriquece la gestión.
-¿Cómo se encaja la participación de las personas trans en el deporte? Por la ‘Ley trans’ aprobada hace días y en un ejercicio reduccionista, un hombre se podría inscribir en una competición femenina sólo por sentirse mujer… Las críticas de los colectivos feministas han sido enormes. ¿Prevé conflictos en este aspecto?
-No, porque no veo una avalancha de hombres o mujeres que cambien de sexo y quieran acceder al deporte. En los casos que se produzcan, habrá que atenerse a los criterios, médicos y científicos, que marque cada federación internacional.
-Acaba de cerrarse el Mundial en Qatar. ¿Echó en falta algún gesto de la Selección y la Federación respecto al respeto a los derechos humanos y el colectivo LGTBIQ? Otros países sí lo tuvieron.
-Sí, con sinceridad. Pero eso correspondía a la Federación Española y a los jugadores. Lo que no quita para que acudiera dos veces a apoyar a nuestra selección.
-La Ley también empuja a la integración de los deportistas con diferentes capacidades en las federaciones. ¿Tendría que irse a una fusión entre Comité Olímpico y Paralímpico?
-Vamos a ir paso a paso… Uno de los aspectos de los que me siento más orgulloso en el CSD es de haber organizado los primeros Juegos Inclusivos en los que participaron juntos olímpicos y paralímpicos. Es un camino que hay que recorrer con convicción y España es pionera en inclusión.
-El fútbol, más en concreto LaLiga, casi les monta una huelga por algunos artículos de la Ley. ¿Cómo se solucionó?
-Siendo ecuánime y buscando favorecer que el gran beneficiado de la Ley fuese el deporte en general huyendo de peticiones particulares. Dejando a todos medianamente satisfechos.
-¿Está muy cansado de la trifulca entre LaLiga y la Federación Española de Fútbol? Parece que no ha querido meterse demasiado ahí, donde otros secretarios de Estado acabaron quemándose…
-El fútbol español es imparable y sin conflictos, gozaría de mejor salud aún. Pero, dicho vulgarmente, con estos bueyes nos toca arar y seguiré tomando decisiones equilibradas. Hay que reconocer que el fútbol nos proporciona muchos recursos (a través del 2,5% de los derechos audiovisuales de LaLiga) de los que viven otros deportes. Hay que estarles muy agradecidos.
-El dinero llega procedente una parte de los derechos audiovisuales de LaLiga de fútbol. ¿No le da algo de miedo esa gran dependencia?
-Bueno… También se ha visto que donde no llegue el dinero, como ha ocurrido con el ADO, llegará el dinero del Gobierno para que a los deportistas no les falte de nada. La apuesta por el deporte es histórica. Nos habíamos comprometido a invertir 1.000 millones de euros entre 2020 y 2023, y con los presupuestos de este año ya alcanzamos los 1.100. Es una apuesta abrumadora. Y también llega dinero de empresas privadas que saben que el deporte vende muy bien.
-¿El ADO existe o ya no existe? En el anterior ciclo, de cada 10 euros, 7 los puso el CSD…
-Existe, existe. Y en las próximas semanas vamos a intentar revitalizarlo porque vamos a tener diversas reuniones con empresas. Es deseable que consigamos que el ADO vuelva por sus fueros, pero ante cualquier eventualidad, los deportistas no quedarán desamparados.
-Vamos con los presupuestos. Según datos del CSD, para 2023 se destinarán 375 millones al deporte, la cuantía más grande de la historia (un 19,5% más). En 2022 fueron 315 (+25%). ¿Deberíamos estar ante el segundo gran salto del deporte español?
-Estamos en condiciones. Este año ha sido de un nivel de éxitos casi desconocido, por mérito de los deportistas, técnicos y federaciones. Estamos en el momento oportuno para dar otro gran salto. La aspiración de repetir en París 2024 las 22 medallas de Barcelona es posible. Y una parte de la inversión se dirige al programa Team España (48 millones en el ciclo), para deportes olímpicos y paralímpicos y también estratégicos. París debe ser un hito histórico como lo fue Barcelona. (En Río 2016 y Tokio 2017, España logró 17 medallas).
-Volviendo a la Ley, iba a ser un texto de consenso pero todo se torció con la inclusión del artículo 48.2 por el que comunidades como la vasca o catalana pueden solicitar “participar directamente en el ámbito internacional” en el caso de “modalidades o especialidades deportivas con arraigo histórico y social”. ¿Por qué se introdujo ese apartado en octubre? Sinceramente, parece una contraprestación al apoyo del PNV a los presupuestos.
-No es exactamente así. Esto también afecta, por ejemplo, a la pilota valenciana… Obedece al deseo del Gobierno a abrir los deportes populares a ámbitos de competición que podían estarles vetados. Se deben cumplir muchas premisas: arraigo histórico, que las federaciones internacionales lo permitan, que dé el visto bueno el CSD, que las federaciones españolas no existieran en el momento en el que ese deporte surgió en la comunidad autónoma… Huyamos de sensacionalismos y visiones apocalípticas. Nunca veremos a una selección española de fútbol compitiendo contra Euskadi o Cataluña en un Mundial. Eso no se producirá nunca.
-En el fútbol femenino han invertido mucho dinero. ¿Qué pasa si no aumenta el número de espectadores en los estadios más allá de esos días en los que se buscan récords?
-Es cierto que los récords en partidos concretos no deben alejarnos de la realidad. Pero ha sido una apuesta por un deporte que se merecía un ejercicio de dignificación. No se podía consentir que jugasen en instalaciones lamentables, a veces casi tercermundistas. Y quisimos que fuese la locomotora que arrastrase la profesionalización de otros deportes femeninos. El número de espectadores, en cualquier caso, se ha incrementado. El camino ha sido difícil y hemos tenido que mediar hasta en cosas como los derechos de explotación del balón o las árbitras. Invertimos 16 millones en instalaciones, cinco en la Liga F, millón y medio para clubes independientes… Hemos puesto todo de nuestra parte, pero también es imprescindible un mayor acercamiento entre las posturas de RFEF y Liga F.
-¿Es entendible que Alexia Putellas, doble Balón de Oro, puede que no vaya a estar en una lista para el Mundial junto a otras de las mejores? ¿Cómo se puede solucionar ese conflicto?
-Sería difícil de entender. Lo ideal es que al Mundial vayan las mejores, Alexia Putellas y alguna de esas 15 que renunciaron puntualmente a una convocatoria… No para siempre. Y la Federación no las sancionó. Hay una vía que hay que aprovechar. Si nos piden que intermediemos, lo haremos.
-¿Qué le ha parecido el laudo del abogado de la Unión Europea sobre la Superliga?
-Vino a decir algo similar a lo que defendíamos: que habría que reformar algunos aspectos en la Champions para mejorar el interés, pero dentro de la estructura de la UEFA. No podría estar de acuerdo con lo que vaya en detrimento de la competición nacional y en perjuicio de las canteras.
-Al final no salió la candidatura de Barcelona-Pirineos para los Juegos de Invierno de 2030. ¿Qué falló?
-Fue una pena. Desde el Comité Olímpico Español se hizo todo lo posible, pero luego se cruzaron otros temas a los que soy ajeno. Hubiese sido muy bueno para España.
-¿Cómo va la candidatura para el Mundial de fútbol 2030 con Portugal y Ucrania? Hace poco han consignado siete millones para la promoción…
-Hay muchas esperanzas. Sería el Mundial de la paz. Tenemos serias posibilidades de conseguirlo.
-¿Y de Madrid tenemos alguna noticia olímpica?
-España se merece otros Juegos. Somos muy buenos organizando eventos, además de tener grandes deportistas. El último ejemplo fue la final de la Copa Libertadores entre Boca y River, en un tiempo récord y sin problemas. ¿Unos Juegos en Madrid? Pues podría ser perfectamente. Tengo la esperanza de que podamos llevar a cabo ese proyecto de país, porque serían los Juegos de España. Ojalá sea posible un día.
-¿Qué noticia le gustaría que saliera del CSD en 2023?
-Me conformaría con seguir la línea de resultados de 2022 y que entre todos pudiésemos trabajar unidos por el deporte español para que el Mundial 2030 se celebrara en España, aunque no se decidirá el año próximo.