El Ministerio de Educación (Meduca) destinó cerca de $20 millones para el programa de alimentación escolar durante el 2022, y para el 2023 proyecta un presupuesto de $26 millones aproximadamente, pero ¿cuál es el alcance real de este programa?
Para la nutricionista -dietista de la Dirección Nacional de Nutrición y Salud Escolar del Meduca, Gilda Montenegro, más allá de una merienda o un almuerzo, el programa de alimentación escolar (Alimentación Complementaria y Estudiar Sin Hambre) tiene como objetivo cubrir un 50% de lo que necesita un estudiante a nivel energético durante el día.
Montenegro explica que la Alimentación Complementaria que involucra la galleta nutritiva y leche semidescremada fortificada o lacrema nutritiva enriquecida cubre el 20% de los que necesita un escolar durante el día, mientras que Estudiar Sin Hambre, que implica el plato de almuerzo, cubre un 30%.
Se trata de un menú que se elabora de manera técnica para garantizar la alimentación adecuada para los niños, sostiene la experta.
Para conocer el beneficio real de este programa, el Ministerio de Educación levantó este 2022 una evaluación del estado nutricional de la población estudiantil, para lo que se elaboró una encuesta que mide el peso y la talla de los estudiantes. Este estudio con una muestra de 8,264 niños de todo el país, 2, 041 niños de la comarca Ngöbe Buglé, se encuentra en la etapa final.
Los resultados del estudio que se conocerán en las próximas semanas, debe arrojar información sobre el impacto del tema nutricional de la población estudiantil, así como garantizar mejores estrategias para llevar de la mano la salud de los niños dentro de los recintos escolares para los próximos años.
La última encuesta nacional de Salud del Ministerio de Salud (Minsa) en el 2019, a manera general del rango de los estudiantes niños menores de 15 años, sobresalía el sobrepeso y la obesidad, y algún tema de desnutrición, específica en las comarcas, indica Camargo.
Alcance
Durante el 2022, el programa de Alimentación Complementaria Escolar se dirigió a cerca de 300 corregimientos más vulnerables del país, distribuido en áreas rurales, urbanas y comarcas indígenas, beneficiando a cerca de 500 mil estudiantes.
En tanto, el Programa Estudiar Sin Hambre se aplicó a manera de ensayo en 269 escuelas, con un aproximado de 60 mil beneficiarios. Lo más importantes que invlucra los corregimientos del Plan Colmena.
Para el 2023 se espera duplicar la cantidad de escuelas dentro del programa hasta unas 500 escuelas para beneficiar a una población de 100 mil niños con el almuerzo escolas, adicional a la alimentación complementaria.
El Meduca se comprometió con garantizarla alimentación escolar a partir del día uno del año lectivo 2023.
Logística y supervisión
A nivel nacional se mantienen coordinadores, muchos de ellos nutricionistas, y dentro de los requisitos de la empresa que se gana el contrato, está que los productos deben ser entregados directamente a las escuelas.
Estudiar Sin Hambre es más complejo por la cantidad de rubros que contempla (carbohidratos, proteínas, frutas, vegetales, etc), y como estrategia nacional de compra, a cada región se le transfiere los dineros necesarios, calculado por costo del plato de comida y la matrícula en las regiones, para facilitar las compras, explica Camargo.
Para este 2023, se aplicará la evaluación del precio real del plato de comida durante el 2022 y las proyecciones por la inflación para el 2023. A manera de cálculo, para el almuerzo se utiliza un precio promedio de $1.60 por niño cada día, con este cálculo se elaboró una tabla para verificar el costo durante el año.
El presupuesto para el 2022 fue de un aproximado de $15 millones en almuerzo para 60 mil niños y el programa de Alimentación Complementaria de unos $6 millones.
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