En la actualidad existen un sinnúmero de dietas que tienen diferentes objetivos, por ejemplo, en la pérdida de peso, o en el aumento de masa muscular.
Sin embargo, existen otras que excluyen ciertos alimentos porque tienen como principio el no consumo de proteína animal, que en algunos casos es relacionado con un tipo de pensamiento, ya sea saludable o moral.
Dieta vegetariana
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, afirma que en este tipo de alimentación las personas no consumen alimentos de origen animal, ya sean mariscos o carne. Es entonces que los productos predilectos son las legumbres, las nueces, las semillas, las frutas y los vegetales. La entidad señala que aquellos que consumen huevos o leche se les denomina lactoovovegetarianos.
Por su parte, la Clínica Mayo asegura que dentro de la dieta vegetariana se encuentra la vegana, en donde no se contempla el consumo de pollo, pescado, huevos y lácteos, ni mucho menos carne de res, ni cualquier alimento que tenga la más mínima porción de estos productos.
Los beneficios que tiene la dieta vegetariana son:
- La regulación de la presión arterial: la Clínica Mayo señala que la presión arterial alta es la “fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias”, que puede traer complicaciones sobre el corazón.
- Reducción de probabilidades del desarrollo de diabetes tipo II: esta enfermedad consiste en la resistencia de las células a la insulina. Es considerada la más común.
- Mínimas probabilidades de obesidad: la OMS la define como la “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.
Los peligros de una dieta vegetariana y vegana
Si bien se entiende que quienes tienen un plan de alimentación vegetariano reemplazan las proteínas de origen animal por otros productos, -estos alimentos tienen muchas vitaminas y nutrientes- al no consumirlos pueden acarrear problemas graves de salud.
- Falta de vitamina D: este nutriente es propio para la formación de huesos que se puede obtener tras la ingesta de pescados, la yema del huevo, el salmón, las sardinas, la leche de vaca, de arroz, entre otros. No se puede omitir que esta vitamina también se recibe por la exposición al sol, que, sino se hace de manera adecuada, es perjudicial para la salud.
- Falta de hierro: por falta de este mineral se desarrolla anemia, una afección que se debe a la carencia de glóbulos rojos.
La entidad americana de salud asegura que el cuerpo tiene una mejor absorción de hierro con alimentos de origen animal como la carne. Los principales alimentos que son ricos en hierro son: los frijoles, los granos integrales, las espinacas, la col y las lentejas.
- Falta de omega-3: este ácido graso se puede encontrar en el pescado, las nueces, las semillas de calabaza y en las sardinas, por ejemplo. Sus efectos protectores actúan sobre las células del cerebro y el corazón, por lo que si no se consume puede provocar cardiopatías.
- Falta de calcio: es de tal importancia para el sistema óseo que su no consumo puede ser peligroso para la salud, y la primera fuente de este nutriente son los lácteos. Por esto, los alimentos que son predilectos para obtenerlo son las sardinas, la leche, el queso. Asimismo, las almendras, las semillas de girasol o los frijoles blancos. Es entonces que su no consumo puede afectar los huesos y ser un factor para el inicio de osteoporosis.