Roberto MoralesDoha, 26 nov (EFE).- Alemania, siempre imponente por nombre pero atrapada en su peor dinámica en Mundiales, eliminada por Corea del Sur en Rusia 2018 y golpeada por Japón en su decepcionante estreno en Qatar 2022, mide este domingo las opciones reales de España tras su histórico inicio con la mayor goleada en una Copa del Mundo, a Costa Rica (7-0), que le volvió a sentar en la mesa de las favoritas.
Una España de récords en su puesta de largo en Qatar. Un grupo de jugadores alejados de los focos de la presión que compiten sin mirar el pasado. Aquellos viejos temores del día del debut los enterraron a base de fútbol y pegada. Con el inconfundible sello de Luis Enrique Martínez. Con presión alta, dinamismo con balón, movimiento continuo para dar opciones de pase. Borrando del campo a Costa Rica, reduciendo al rival a su mínima expresión.
Los siete goles en una exhibición que intimidó al mundo del fútbol e instaló a España en el elogio, encontró un hambre de gloria que provocó que no se pensase en levantar el pie ni negociar esfuerzos. Luis Enrique defiende que tiene 26 titulares y los que saltaron desde el banquillo así lo mostraron. Carlos Soler y Álvaro Morata convirtieron a España en la que más aportación tiene de suplentes. Al equipo con más posesión (hasta 82%) y pegada del Mundial (7 goles en 7 remates a puerta).
Repetirlo. Sostener en el tiempo tal nivel de excelencia es un imposible. Máximo respeto a una Alemania herida, pero máxima confianza en mandar a una candidata para casa. Luis Enrique nunca repite equipo y no parece que la goleada histórica le vaya a cambiar el paso. Entre dos y tres retoques se esperan.
Con la firme opción de Dani Carvajal por Azpilicueta en el lateral derecho y la entrada de un central puro por Rodri. Entre Pau Torres y Eric García saldría el ganador en caso de que el técnico asturiano no quiera dar continuidad a su ‘experimento’ frente a una selección con un ataque temible.
Más aún lo fue el suyo. Con Marco Asensio rindiendo tan bien de 9 que ahora nadie imagina una España sin su jugador en mejor estado de forma. Tampoco sin Ferran Torres, máximo artillero de la era Luis Enrique de nuevo con su doblete a Costa Rica. De ahí que si el retoque es ofensivo, por características del rival, los focos apuntarían a Dani Olmo, poco probable por el nivel mostrado y el tanto que daba paso a la exhibición. Tampoco en un centro del campo con Busquets al mando, Gavi como gran sensación española del torneo y Pedri como referente.
Favorita contra las cuerdas, Alemania saltará al césped con máxima presión. Provocada por su falta de contundencia ante Japón y de seguridad defensiva para ser remontada. Su verdugo jugará antes y un nuevo triunfo dejaría al borde del abismo a la ‘Mannschaft’, que repetiría una participación más que discreta tras caer en la fase de grupos en Rusia 2018 con derrotas ante México y Corea del Sur.
Campeona en cuatro de sus 18 participaciones, la historia infunde un mayor respeto que el presente. España volteó la historia. Especialmente desde el tanto de Fernando Torres en Viena en la final de la Eurocopa 2008. El testarazo de Carles Puyol para lanzar a la Roja hacia la gloria, en semifinales del Mundial 2010, y un 6-0 como resultado más abultado de un largo historial de duelos, en la Liga de Naciones, representan un cambio de tendencia.
Acusada de prestar más atención a la lucha por la igualdad en temas tabú en Catar -los derechos LGTBI, el brazalete que iba a lucir Manuel Neuer, la foto del once inicial con todos los futbolistas tapándose la boca- que estar centrada en el fútbol antes de ser tumbada por Japón. Aunque la crítica situó al técnico Hansi Flick en el centro de la diana tras colocar a un central como Niklas Süle como lateral derecho y realizar unos cambios que surtieron el efecto contrario al que buscaba.
Permanece pendiente toda Alemania de la rodilla derecha de Leroy Sané, uno de sus referentes que podría apurar para una ‘final’ anticipada. Acaba de volver al grupo pero su equipo necesita el desequilibrio que genera. “Hay que esperar a ver cómo evoluciona”, aseguró Flick sin querer desvelar sus cartas. También deberá decidir si apostar por la firmeza que ganaría su equipo juntando a Joshua Kimmich y Leon Goretzka.
De la misma manera que los debuts de la selección española iban asociados a malos recuerdos y nervios del primer día en la competición, las segundas jornadas son históricamente las que mejores resultados dejaron. Hasta diez triunfos en quince precedentes y una sola derrota. En los Mundiales de 1950, 2002 y 2006 ya logró arrancar enlazando triunfos. El día que calibra su realidad, si tiene techo o derecho a soñar, España puede tumbar a una de las grandes.
Alineaciones probables:
España: Unai Simón; Carvajal, Eric García, Laporte, Jordi Alba; Busquets, Pedri, Gavi; Ferran Torres, Marco Asensio y Dani Olmo.
Alemania: Neuer; Klostermann, Rudiger, Schlotterbeck, Raum; Kimmich, Gundogan, Musiala; Sané o Gnabry, Müller y Havertz.
Árbitro: Danny Makkelie (Países Bajos).
Estadio: Al Bayt.
Hora: 22.00 hora local (20.00 CET).