Desde Indonesia
El presidente Alberto Fernández arribó a la calurosa y paradisíaca isla de Bali a la tarde (mañana en la Argentina), después de atravesar unos 12 mil kilómetros por el aire desde la ciudad de París. Aquí lo recibieron en el aeropuerto Denpasar- Ngurah Rai el embajador argentino, Gustavo Torres, y el ministro de Turismo y Economía Creativa, Sandiaga Uno. Los 35 grados y la humedad hicieron sentir pesados los trajes de los funcionarios, que contrastaban con las vestimentas coloridas que llevaban las jovenes balinesas que homenajearon a Fernández con el baile “Tari Pendet “, típico de la isla. Durante los próximos dos días el Presidente participará aquí de la cumbre del G20.
La agenda de Alberto Fernández en Bali
En el marco del evento no solo tendrá una bilateral con su par chino, Xi Jinping, y con el príncipe de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, sino también con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. También participará de otros dos eventos importantes: una cena con más líderes del mundo que organiza el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y otro encuentro de ese estilo con el de Estados Unidos, Joe Biden. Además, desde la Cancillería argentina están trabajando para sumar una bilateral con el primer ministro Alemán, Olaf Scholz.
Desde el gobierno también adelantaron que el último día en Bali, Fernández compartirá un acto con el prsidente de España, Pedro Sánchez, para homenajear al expresidente, Juan Domingo Perón, por cumplirse 50 años del aniversario de su regreso del exilio y el día de la militancia. Allí presentarán una estampilla conmemorativa y tras el evento el Presidente emprendará el regreso a la Argentina.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, avisó que no asistirá al G20 y, ante esa novedad, confirmó que participará de forma virtual el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. Este año no habrá “foto de familia” con todos los mandatarios, por la guerra. Lo más parecido será una visita al Bosque de Manglares, que tendrá lugar el miércoles por la mañana (horario local). Tampoco viajaron los presidentes de Brasil y México. Ambos enviaron a sus cancilleres.
El vuelo de Alberto, con Massa a bordo
Durante el vuelo, el mandatario aprovechó el tiempo para conversar con los funcionarios que se sumaron a la comitiva en París. Entre ellos, el ministro de Economía, Sergio Massa; el canciller, Santiago Cafiero y el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello. Con varios de ellos también repasó el discurso que dará en la cumbre del G20 ante los representantes de las economías más poderosas del mundo.
De fondo, en las pantallas de los asientos de Aerolíneas se veía el mapa con la ruta y, mientras las conversaciones se extendían hasta largas horas de la noche, el dibujito del avión marcaba que la comitiva sobrevolaba las ciudades de Roma, el Cairo, Dubai, Bombay y Singapur. Por supuesto, cuando pasaron sobre Doha más de un miembro de la comitiva bromeó con hacer una parada técnica para saludar a la selección argentina, que ya se encuentra allí para jugar el mundial. Solo un deseo, porque no hubo escalas y a la vuelta, antes de volver a la Argentina, la pausa será de unas diez horas en Madrid. Por las ventanillas del avión todas esas ciudades del mundo, tan diversas y llenas de historia, solo se veían como cientos de pequeñas lucecitas.
Mientras las conversaciones entre los funcionarios –muchos de ellos ya con ropa más cómoda y algunos hasta en medias—sucedían en la parte delantera del avión. Atrás, en clase turista, viajaban los miembros de ceremonial y protocolo y los técnicos del avión. Aún más lejos estaban sentados los periodistas que cubren la gira que, durante la madrugada, convirtieron el espacio en una redacción aérea. Los funcionarios pasaban a saludar y al Presidente solo se lo vio las veces que fue a un baño especial para cambiarse el traje. Al llegar, todos los que acompañan al Presidente debieron realizarse un hisopado PCR y desempolvar o sacar del fondo de las valijas los barbijos porque en Indonesia todavía es obligatorio su uso.
Las charlas en el avión presidencial: el G20, el BID y la política local
Los temas de conversación en primera clase estaban centrados en las reuniones que tendrán todos en el marco del G20, pero también están con los ojos puestos en lo que sucederá en la elección del nuevo presidente del Banco de Desarrollo Interamericano (BID). El gobierno anunció en París que su candidata es Cecilia Todesca Bocco y, luego de eso, la actual funcionaria de la Cancillería viajó a Washington. Tras ella, una vez terminadas las reuniones del G20, irá Massa para participar del proceso que durará hasta el 20 de noviembre, cuando se elija el nuevo titular del organismo. Las negociaciones, por estas horas, son intensas con todos los líderes de los países de la región para poder llegar a un acuerdo.
Los funcionarios también conversaron de la política local, pero ese tema prefieren reservarlo a la prensa y repiten que la centralidad, al menos durante estos dos días, quieren que sea de la agenda internacional. Una tarea difícil. Más cuando esta semana se conocerán los números de la inflación del mes. En la comitiva confían que ese número no tendrá grandes variaciones con respecto al del mes anterior y dicen que no aumentará. No quieren dar detalles del bono que el Presidente confirmó que cobrarán los trabajadores registrados de bajos ingresos en diciembre y tampoco hablar de candidaturas o sobre la discusión de la posible suspensión de las PASO. Un tema caliente porque tanto Sergio Massa, que durmió muy cerca del Presidente, como el kirchnerismo vienen pidiendo a Fernández que arme una mesa política para conversar de ese y otros temas. Por ahora, sin respuesta.