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Con una inversión cercana a los US$ 350.000, la cadena uruguaya de gimnasios Sense Fitness, planea sumar tres nuevos espacios para llegar así a nueve locales para 2023. El año próximo también verá la expansión de la marca a través de franquicias en el interior del país.
El primer local de Sense Fitness se inauguró el 19 de diciembre de 2019 en pleno barrio Pocitos y desde entonces la empresa no paró de crecer. Hoy cuenta con seis puntos entre Montevideo y Canelones (Pocitos, Nuevocentro, Avenida 18 de Julio, Cordón, Prado y Ciudad de la Costa) y uno en Melo (Cerro Largo).
«El plan para el próximo semestre es abrir tres locales más, dos en Montevideo y uno en el interior», explicó Santiago Comba, cofundador de la cadena junto a Fabián Hernández, Gabriel Hernández y Maximiliano Caballero.
En Montevideo, los barrios elegidos para el desembarco son Parque Batlle y Malvín.
Tres de sus cuatro fundadores, surgieron de Crossfit del Sur, gimnasio que fue adquirido por Sense este mes.
El empresario señaló que la inversión por cada apertura oscila entre US$ 110.000 y US$ 120.000, «dependiendo de cada caso».
En Montevideo, los barrios elegidos para el desembarco son Parque Batlle y Malvín, en tanto aún está en estudio de los socios cuál será la ciudad del interior donde lleguen con su propuesta.
«Por ahora tenemos confirmado el local para la apertura de Sense en Parque Batlle. Estamos con las últimas negociaciones en Malvín y estudiando la mejor opción para el resto del país», detalló Comba.
Entre las características que deben cumplir los locales, Comba indicó que buscan espacios que tengan en el entorno de 300 y 400 metros cuadrados (m2).
«Ese es el tamaño ideal para nuestros gimnasios. Tanto por un tema de costos, porque es cuando se optimiza más el espacio, como por el sistema de clases que implementamos, que necesitan ese tamaño para que sean óptimas», dijo Comba.
Hoy la «comunidad» de Sense la forman entre 2.500 y 3.000 usuarios. El plan de la empresa es, una vez inaugurados los tres nuevos gimnasios, alcanzar los 4.000. «Por cada nuevo punto se suman unas 350 personas, incluso en algunos casos más», aseveró.
En tanto, entre profesores y administrativos, la empresa da empleo a unas 40 personas.
Comunidad
Una de las características que distingue a la cadena Sense es su formato de funcionamiento. Al ser una red, ofrece a los usuarios la posibilidad de asistir a una clase en el local que le resulte más adecuado (previa reserva de lugar), explicó el cofundador de la empresa.
«La comunidad puede ir a cualquier punto y las clases se organizan en horarios divididos. La duración de cada una es de una hora y tienen la particularidad de que en algunos locales comienzan en punto y otros y media para adaptarlo a las diferentes realidades».
Además, las clases se adaptan al nivel de cada cliente. Por ello Sense ofrece cuatro programas: el primero es Start, para quienes recién comienzan. En este caso el estímulo es bajo con ejercicios fáciles para que todos los puedan hacer. Funcional es el segundo y tiene más características aeróbicas, con poca carga. El tercero es Fitness, que es «un modelo híbrido con algo de crossfit y varios ejercicios de fitness». Por último, está disponible el nivel Avanzado que es 100% crossfit. «Para todos los casos, el entrenamiento se diseñó bajo nuestros tres pilares de salud: física, mental y social», indicó Comba.
En tanto, y mientras terminan de concretar sus expansión con locales propios, la empresa ya planea lanzar sus franquicias. «Estamos trabajando con el Estudio Svet para profesionalizar esto. Será para 2023 y la idea es aplicarlo sobre todo para la expansión en el interior», concluyó Comba.
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