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Es una de las cosas que hacemos todos los días: aliviar la vejiga orinando. Las idas al baño son tan automáticas que es probable que nadie se pare a pensar si son visitas suficientes o, por el contrario, vamos pocas veces, pero lo cierto es que hay errores comunes que la gente comete en este tema y que pueden conducir a problemas de salud urinarios innecesarios.
Para responder a la pregunta de si vamos al baño suficientes veces al día hay que tener en cuenta diferentes aspectos. Por ejemplo, ¿cuál es nuestro puesto de trabajo, la actividad que desarrollamos la mayor parte del día y la cantidad de agua que ingerimos? Porque no es lo mismo que un oficinista no vaya al baño a que un profesor no lo haga.
Se trata de ejemplos que pone sobre la mesa el Dr. Miguel Ramírez, urólogo de Urosalud en el hospital La Salud (Valencia): «En lineas generales, la frecuencia miccional depende de dos circunstancias: la cantidad de
agua que ingerimos y la cantidad de agua que evaporamos. El profesor de colegio evapora agua hablando mientras que el que trabaja en una oficina evapora mucha menos, por lo que si bebe grandes cantidades necesitará ir más veces al baño», dice.
El experto continúa contando que este es un tema que no debería obsesionarnos en exceso porque «el cuerpo está preparado para evacuar cuanta agua sea necesaria». Por tanto, no hay que preocuparse de la frecuencia miccional, no al menos la población sana y joven».
Patologías urinarias
No obstante, pueden desarrollarse algunas patologías como la vejiga hiperactiva o patología prostática. Miguel Ramírez explica que la primera sucede cuando esta se contrae de manera involuntaria y hay prisa por hacer pis: «Suele ocurrirles a mujeres de edad media o a pacientes varones con patología prostática. Uno de los sintomas que manifiestan es la frecuencia miccional y aumento de las pérdidas de orina.
«Hay situaciones muy lamentables, como por el caso de los transportistas, que por culpa de largos turnos laborales no van al baño. Es decir, pueden estarse hasta ocho horas sin pasar por el baño y sus vegijas dejan de funcionar correctamente. Esto es patológico porque es necesario ir al baño un mínimo de veces ya que si no la vegija puede perder su capacidad elástica por culpa de prorrogar demasiado la micción», explica. Al parecer, la EMT de Valencia se ha hecho eco de esta situación y ha instalados baños para que los conductores puedan hacer uso de ellos cuando tengan ganas
Pis preventivo
Estarse horas sin ir al baño no es bueno, pero tampoco lo es ir al servicio a hacer pis si no tenemos ganas. Es decir, ese «pipí preventivo» por si luego más tarde no vas a poder ir a orinar. Según explica la fisioterapeuta Arantxa Saldise, «puede aumentar el número de micciones diaria de forma innecesaria y también puede dar lugar a una urgencia miccional que no tendríamos por qué padecer si nuestros hábitos fueran correctos». En el caso de que recibamos un diagnóstico de vejiga hiperactiva, la recuperación y el tratamiento debe ir de la mano de un urólogo, además de la ayuda que pueda prestarse desde la fisioterapia.
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