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La muerte de una mujer en un gimnasio de la Ciudad de México ha generado un sinfín de reacciones por la manera en que un levantamiento de pesas la atrapó sin poder escapar. Todo transcurrió en un centro de entrenamiento que se sitúa en la capital mexicana y quedó consignado a través de la cámara de seguridad del establecimiento.
Lo que parecía un día normal de rutina y ejercicio se convirtió en un fatal accidente. Una mujer que pretendía sostener un alto volumen de 180 kilos de peso, contenido en una barra, murió automáticamente en un gimnasio. Ante lo sucedido, se abrió un debate sobre la falta de orientación de parte de los entrenadores en estos sitios.
Por medio de redes sociales, el pasado 22 de febrero, el periodista Antonio Nieto de la cadena Televisa, compartió el video en Twitter donde se observa a la mujer acomodarse y tratar de poner la pesada barra en su espalda, por lo que se ve, su contextura corporal no le daba para sostener tal magnitud y falló al intentar; no pasó ni un par de segundos cuando la pesa se asienta en el cuello de la dama y la empuja directamente al piso.
Cerca de la dama, se encontraba un hombre y una joven -con la que la mujer habló antes de intentar la acción que le cobraría su vida- en el piso, sin signos, el supuesto entrenador trató de ayudarla, pero el peso era tan elevado que no pudo hacerlo solo. En consecuencia, una dupla de sujetos llegaron y lograron levantar la barra que cayó directamente entre el cuello y la cabeza de la mujer.
Lamentablemente la señora cae hacia atrás y termina en el suelo, boca arriba, donde la sangre empieza a aparecer en su cabeza y se esparce. Minutos después, llegó un equipo de emergencia y atención, pero no pudieron socorrerla.
La pieza de video llegó hasta la Fiscalía General de la Justicia mexicana. El ente abrió una investigación para analizar el caso a mayor profundidad, a pesar de tratarse de un accidente. En efecto, los gimnasios y centros deportivos de la densa y poblada Ciudad de México también están involucrados, pues la Fiscalía espera corroborar si el personal que trabaja en este tipo de escenarios cumple con las aptitudes técnicas y profesionales para orientar a los clientes que realizan actividad física.
Para varios cibernautas, la culpa repercute en el hombre que tiene un esqueleto negro, pues, por lo que escribieron, parece ser el coach o entrenador del sitio. No obstante, Nieto desmiente esta especulación y dice que el sujeto solo cumplía el rol de ser un cliente más del gimnasio.
“El apoyo detrás no sirve de mucho ante pesos así. Para eso existen los racks o jaulas donde hay seguros que detienen las barras cuando se llega al fallo”; “el tema aquí es que no veo los seguros ni tampoco entiendo qué hacía el banco en medio o que quería hacer la chica”, y “por qué asumir que la persona que estaba ahí a un lado es instructor? Claramente se ve que la chica llega sola y se le nota lo inexperta, además que es obvio que carecía de sentido común, queriendo cargar tanto peso”, son algunas de las reacciones más relevantes que se pueden leer en la viral e impactante publicación de Twitter.
Para expertos en entrenamiento y acondicionamiento físico, ir al gimnasio es una tarea que demanda responsabilidad e interrogación; las personas deben preguntar sobre el manejo de la indumentaria, antes de llevar acabo un ejercicio y, de ser necesario, solicitar ayuda de soporte y atención. La Fiscalía de México hace un llamado a la ciudadanía para actuar con diligencia.
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