Manuel Agudo Durán, conocido como Nolito (Sanlúcar de Barrameda, 15/10/1986), derrocha humildad por los cuatro costados. Con un currículum muy exitoso, siempre mantiene vivos sus orígenes. Se siente un afortunado por haber podido ser futbolista y espera seguir todavía varios años más en el alto nivel. Ahora, en el Ibiza, desea contribuir con su calidad y experiencia a que el club isleño se afiance y crezca en el fútbol profesional.
– Marcó un gol después de seis meses. ¿Cómo se siente?
– Contento y feliz. Llevo unos años en esto y a veces metes más goles y otras menos. Intento hacer mi trabajo lo mejor posible y disfrutar de él. Poco a poco estoy consiguiendo a hacerlo de nuevo. He tenido un verano largo y el otro día ya jugué de titular, gracias a Dios. Intento ayudar al Ibiza y poner mi granito de arena. Estoy feliz por la victoria y por el gol.
– ¿Cuánto de especial fue ese primer tanto con el Ibiza?
– Fue especial porque cuando firmo en un equipo, da igual que sea de Primera, Tercera o Segunda, siempre es bonito meter el primer gol. Estoy contento de haberlo hecho en casa, delante de la afición y de mi familia.
– ¿Qué le pareció la afición?
– Bien. Es un pueblo como el mío, humilde. Al final, a veces aprietan más dos mil o cuatro mil personas que cuarenta mil. Ya antes de venir me habían hablado de la afición. Ojalá le podamos devolver muchas alegrías y ayudemos al equipo a que salga todo bien.
– Se le vio muy activo en todo momento. ¿Cómo lleva su papel de veterano?
– Intento ser como siempre he sido en toda mi carrera. Con 20 años, con 31 o con 36 que voy a cumplir. Intento ayudar a mis compañeros, igual que ellos lo intentan conmigo. Aquí somos un equipo, un bloque. Yo me equivoco y aprendo día a día.
– Con casi 36 años, ¿sigue aprendiendo cosas todavía en el fútbol?
– Siempre, no importa que tenga 95 años. Sí que es verdad que, como dice el refrán, sabe más el Diablo por viejo que por Diablo. No es lo mismo una persona que ha jugado 150 ó 500 partidos que un chaval que está empezando. Aunque, a veces, un chaval de 20 años sabe más que el de 40. Pero yo todos los días aprendo algo nuevo y tengo que mejorar muchísimos aspectos. Tengo que aprender mucho en lo que me quede de vida, que ojalá sea mucha en cualquier circunstancia.
– ¿Qué le parece la plantilla del Ibiza?
– Me parece bastante competitiva y buena. Ojalá haya mucha competencia y que el míster cada sábado o cada domingo tenga un problema para poner a los once. Eso sería bueno para el entrenador y, sobre todo, para los jugadores, para que nadie se duerma.
– ¿Ve a su equipo sufriendo para lograr la permanencia o para algo más?
– Tenemos que ir partido a partido. Somos un equipo que cumple su segundo año en Segunda A. Es un conjunto de mucha gente joven y algunos veteranos, y muchos nuevos. Esto acaba de empezar y tenemos que afinar muchísimos aspectos y aprender. La Segunda es muy complicada, sinceramente, y cualquier equipo te puede ganar. Creo que vamos a sufrir en todos los partidos y tenemos que competir cada fin de semana. No somos más que nadie, pero menos tampoco.
– Vaya hueso les toca ahora, con la visita a Las Palmas…
– Está jugando buen fútbol, pero el Lugo parecía que tal y hubo fases del partido que nos dominaron. Cualquier equipo de Segunda, sin desprestigiar a nadie, te puede ganar. Tanto el último como el primero. Y creo que el Ibiza le puede ganar a cualquier rival, pero para eso hay que seguir trabajando, afinando y no bajar la guardia. Como no estés al nivel, cualquier equipo te pinta la cara.
– Dijo en su presentación con el Ibiza que no dudó en venir aquí, a pesar de que tuvo ofertas económicas mucho mayores. ¿Qué le sedujo de la propuesta ibicenca?
– Es un reto. Yo confío mucho en Dios y pienso que las cosas pasan por algo. El presidente me llamó varias veces a lo largo de veinte o veinticinco días, y mi representante también. No quería irme fuera, aunque tuve ofertas de Arabia Saudí, Méjico, Brasil, Turquía y quizás alguna de Grecia. Pero en el tema deportivo y económico he conseguido mis objetivos. Me habían hablado de aquí y tuve buenas referencias. A partir de octubre la isla se queda un poco tranquila y quiero intentar disfrutar de lo que me quede en el fútbol. He firmado dos años, más uno, en un equipo humilde al que quiero ayudar en todo lo que pueda para conseguir sus objetivos. No sé por qué, me dio la picada y me dio confianza. El presi me dio confianza, algún compañero como Goldar, también, y al final no dudé en venir aquí. Consulté con la familia, me dieron el ok y para adelante siempre.
– ¿Qué ha significado para usted ser futbolista? ¿Qué le ha dado el fútbol?
– He sido un privilegiado y lo sigo siendo. Desde pequeño y tengo uso de razón mi ilusión era jugar al fútbol. He jugado gratis y ahora me pagan mucho dinero por hacer mi trabajo, por lo que soy un privilegiado. Los futbolistas somos unos privilegiados. Tiene sus cosas negativas, porque las tiene; pero la balanza es más positiva que negativa. Esa es una realidad. Por lo menos, te hablo de mí. Es un sueño, he cumplido todos mis objetivos desde pequeño. He jugado en Primera División, en la selección española, que creo que es lo máximo que un futbolista puede hacer, representar a su país. He jugado en Tercera, en Segunda B, en Segunda A, en Primera, en Champions, en UEFA… O sea, soy un privilegiado. Y cuando tenga 80 años lo seguiré diciendo. No puedo decir nada malo del fútbol con todo lo que me ha dado. También me ha dado varios momentos malos, a mí y a mi entorno familiar, pero como todos los trabajos.
– Le honra decir esto abiertamente, porque algunos futbolistas parecen vivir en su particular burbuja…
– Es que es la realidad. Tengo familia, tíos, hermanos, amigos que echan ocho horas al día y ganan 1.200 euros o 1.500. Entonces, soy un privilegiado, sinceramente, y un afortunado.
– ¿Recuerda en qué empleó su primer sueldo como profesional?
– Creo que fueron como 800 euros, con 15 años. 600 fueron para Sanlúcar de Barrameda y 200 me quedaba yo en Valencia. Parecía que había cobrado un millón de euros. Fue un momento muy feliz, la verdad.
– ¿Hay Nolito para rato?
– Bueno, le pido a Dios que me deje jugar algunos años más, que me deje como estoy [risas]. Que se acuerde de todo el mundo y que a mí me deje como estoy. Jugaré hasta que mi cuerpo aguante. Llevo muchos años haciendo esto y es una adrenalina, es el mono, como yo digo. Ojalá pueda alargarlo algunos años más y que el cuerpo me permita hacerlo. Y cuando el cuerpo me diga ‘hasta aquí’, pues con todo el dolor de mi corazón lo dejaré, porque todo tiene su fin.
– El otro día jugó de segunda punta, de enlace, como le queramos llamar. ¿Esa es la posición para Nolito ahora?
– Bueno, en los dos últimos años en Vigo ya jugaba ahí. En el Celta no jugábamos con extremos, sino con Fran o Renato de pivotes, y luego Denis, Brais y yo. El míster me pone ahí, pues ahí. Puedo jugar de extremo izquierda o donde diga el míster. Sinceramente, donde jugué el otro día es donde me encuentro más cómodo porque no tengo tanto esfuerzo físico que como de extremo, donde están las carreras de 30 ó 40 metros. ¿Qué a día de hoy me las puedo pegar? Claro que me las puedo pegar, pero luego hay 70 ó 80 metros para arriba. Entonces, cuando llegue el minuto 70… ¡Que voy a cumplir 36 años! Pero bueno, jugaré donde me diga el míster. Si me pone ahí como mediapunta, mejor, sinceramente.
– De los entrenadores que ha tenido, ¿quién le ha marcado más?
– Me quedo con Luis Enrique. Los años que he estado con él ha sido mi padre futbolístico. He aprendido mucho con él. Me ha ayudado mucho en mi carrera, que estaba en un punto de ir para arriba y para abajo. Él ya lo sabe personalmente, privadamente y públicamente. Para mí es mi padre deportivo y algo de mi carrera le tengo que agradecer, tanto yo como mi familia.
– ¿Qué le parece Javi Baraja como técnico?
– Lo conozco menos porque no llevamos todavía un mes. Me parece buen tío y buen entrenador. Es muy cercano y tiene muy claras sus ideas como técnico. Es muy cercano a los jugadores, algo que me parece muy bueno, porque los futbolistas aparte de todo somos personas y necesitamos cariño, aunque no se crea. Ganemos más o menos dinero, toda persona necesita cariño, desde un niño de dos años a un señor de 60. Eso el míster lo hace muy bien. Además, deportivamente tiene sus ideas muy claras y estamos haciendo lo que él nos pide, tanto defensivamente como arriba.
– ¿Cómo definiría a su presidente, Amadeo Salvo?
– No lo conocía personalmente. Lo considero un tío muy llano y muy normal, sobre todo por lo que me ha transmitido a mí. Es un loco de su club, del Ibiza. Sus intenciones son muy buenas. Su ilusión es ver jugar al Ibiza en Primera División. Ojalá lo consiga y, egoístamente, esté yo. Está claro que es difícil y complicado, pero con las ganas que tiene, al final, en un futuro, lo conseguirá. Ojalá que lo logre porque eso sería una gran ilusión. Pero vamos a ir paso a paso.