Cada 3 de octubre se celebra el día de la educación financiera al ser considerada clave para el bienestar personal y para gestionar de manera adecuada los recursos económicos de individuos y hogares. ¿En qué consiste? ¿Qué nivel tenemos en España y qué retos a futuro hay que mejorar?
«Tener conocimientos sobre cómo gestionar de una manera adecuada las finanzas propias beneficia a las familias y a la sociedad en su conjunto para tomar decisiones racionales, por eso debemos aumentar los conocimientos de los ciudadanos», explica Elisa Chuliá, directora de Estudios Sociales de Funcas, un centro de análisis dedicado a la investigación económica y social.
Los padres creen que es responsabilidad de la familia, pero apenas hablan de dinero en casa
La familia es el principal agente de socialización financiera de niños, adolescentes y jóvenes. Aunque como explican Elisa Chuliá, Luis Garrido y María Miyar en su artículo Familia y socialización financiera: una aproximación empírica al caso español apenas hay estudios sobre este tema. Por eso estos autores elaboraron en 2021 de la mano de Funcas una encuesta online en la que participaron 1.509 madres y padres con hijos de entre 11 y 22 años, y tres grupos de discusión con adolescentes y jóvenes.
Una de las conclusiones más relevantes del estudio fue que el 97% de los padres y madres encuestados atribuye a la familia la responsabilidad principal en la educación financiera de sus hijos, aunque esto no se corresponde con algunas prácticas que tienen lugar en el hogar. El 45% de los progenitores afirma no conversar apenas o nunca con sus hijos sobre los ingresos que entran al mes en casa y un 47% declara no hablar con ellos sobre los impuestos que se pagan. Los encuestados que dicen hablar a menudo sobre esos temas con sus hijos no llegan a una quinta parte (17-18%).
Las familias reconocieron en el mismo estudio que hacen un uso relativamente escaso de las pagas (semanales o mensuales) a los hijos, prescindiendo así de «uno de los instrumentos más importantes de educación financiera de niños y jóvenes», como señala Chuliá. La proporción de madres y padres que dan paga a sus hijos es pequeña en educación primaria (14%) y secundaria (29%) y solo se acerca a la mitad cuando los hijos cursan bachillerato (48%), alcanzando un máximo que apenas supera las tres quintas partes (61%) cuando los hijos son universitarios.
Los riesgos de no tener formación financiera
Los expertos coinciden en que una educación financiera básica es esencial. Y más cuando las decisiones financieras resultan complicadas incluso para personas con una considerable instrucción económica, como explica el catedrático de la Universidad de Málaga José M. Domínguez en uno de sus recientes artículos.
Domínguez cita al Premio Nobel de Economía 2017, Richard Thaler, cuando dijo: “Ya sea cuando contraen un préstamo de estudios, compran una casa o ahorran para la jubilación, las personas han de tomar decisiones que son difíciles incluso si tienen formación universitaria en finanzas y economía. Lanzar a una persona sin formación financiera a esa vorágine es como coger a alumnos de autoescuela y pedirles que compitan en la carrera de las 500 Millas de Indianápolis”.
Este experto destaca que aun “cuando el nivel insuficiente de cultura financiera es un problema de alcance global, España está por debajo de la media de los países de la OCDE”. Domínguez se basa en los resultados de la primera Encuesta de Competencias Financieras (la más completa) publicados en 2018, realizada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Dicha encuesta concluye que en torno a la mitad de las personas de 18 a 79 años no responden correctamente a alguna de las preguntas con las que se suele medir la cultura financiera (valor adquisitivo del dinero en presencia de inflación, tipo de interés compuesto y diversificación de activos). Además, el 46% de la población calificó sus conocimientos financieros como “bajos” o “muy bajos”. Otro 46% dijo que tenía conocimientos “medios” y solo el 8% declaró poseer conocimientos “altos” o “muy altos”.
Educación financiera: la gran ausente del sistema educativo
María Jesús Mancebón, catedrática de la Universidad de Zaragoza, advierte que “los temas de economía financiera son los grandes ausentes del sistema educativo español”. Reconoce que las iniciativas institucionales para poner en valor la educación financiera son buenas, pero las considera “insuficientes, con contenidos anecdóticos y optativos, no solo para los alumnos sino también para los centros”.
Mancebón destaca que “el nuevo estudiante del siglo XXI no tiene nada que ver con los estudiantes del siglo XX” y pide que “la educación financiera esté presente mínimo desde la enseñanza secundaria obligatoria (ESO)”. Esta experta cree que “deberíamos hacer una reflexión sobre qué materias necesita un ciudadano de manera obligatoria en su formación y replantearnos el currículum desde cero”. También destaca la necesidad de introducir materias fundamentales en el desarrollo del alumno para que esté preparado cuando se independice económicamente.
La importancia de saber planificar bien nuestra vejez
Mancebón ha analizado también la educación financiera de cara a la vejez y destaca que “en un contexto demográfico y socioeconómico caracterizado por un previsible aumento del número de personas mayores con ingresos bajos y necesidades de gasto elevadas, resulta fundamental concienciar a los individuos de la necesidad de gestionar sus recursos económicos de forma inteligente durante la etapa laboral activa”.
A partir de la Encuesta de Competencias Financieras, la autora ofrece un diagnóstico de la educación financiera con la que cuenta la población mayor de 30 años no jubilada en España. Sus resultados ponen de relieve que casi cuatro de cada diez personas de esa población (38%) consideran que no están planificando su vejez o que lo están haciendo “mal” o “muy mal”, mientras que solo una cuarta parte (24%) opina que lo está haciendo “bien” o “muy bien”.
¿Cómo se puede mejorar la educación financiera en España?
Chuliá reconoce que saber “cómo aumentar el nivel de educación financiera de una sociedad es la pregunta del millón”. Esta experta cree que no es un reto sencillo, pero que España está en el camino correcto desde que en 2008 arrancara la Estrategia Nacional de Educación Financiera impulsada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y luego más tarde el Ministerio de Asuntos Económicos.
En concreto, la iniciativa Finanzas para todos lleva desde 2008 acercando conceptos básicos de educación financiera a los ciudadanos. Uno puede encontrar de forma gratuita guías explicativas sobre temas como comprar o alquilar, cómo contratar una hipoteca, pautas para conocer el nivel de endeudamiento o planificar la pensión, entre otro tipo de recursos de utilidad.
Entre las iniciativas que desarrolla el Banco de España sobre educación financiera está el Portal del Cliente Bancario con recursos gratuitos a disposición de los ciudadanos, y desde la CNMV han recopilado una serie de guías en pequeño formato con conceptos de inversión para el público en general.
“La oferta en cuanto a lo que a educación financiera gratuita se refiere es amplia, pero por algún motivo no existe una demanda suficiente. Por eso debemos reevaluar lo que no ha funcionado y por qué y revisar las estrategias para llegar a cada colectivo”, indica Chuliá.