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El pícaro delantero William Sunsing, quien jugó con varios equipos en el fútbol costarricense como Saprissa, Herediano y Ramonense, regresó al fútbol con 45 años y 17 kilos más de puro músculo.
“Sun” como se le conoce, juega con el equipo GBT de la segunda B de Linafa, es decir, la tercera división nacional.
Sunsing ha practicado fisicoculturismo desde hace cinco años y combina ambos deportes. El equipo es de corte adventista, aunque el jugador es evangélico cristiano.
-¿Cómo se dio su llegada al fútbol otra vez?
Tuve la oportunidad de conocer a Salomón y a Pablo, quienes son parte de la directiva que formaron el equipo que empezó como un grupo de amigos y de la iglesia, no soy adventista, soy evangélico cristiano. El 70 por ciento del equipo son adventistas, pero cuando me contactaron me llamó la atención el proyecto que ellos tienen.
-¿Por qué?
Son jóvenes con valores entre 15 a 23 años y pocos mayores de 24. Empezaron en tercera y subieron a la segunda B de Anafa. Ahora tienen una tercera y una segunda, a los jóvenes les dan la oportunidad de becarlos, ya sea con beca deportiva o estudiantil y que puedan ir a otros países. Además, son jóvenes con valores.
– Siente que la corpulencia física le ha quitado habilidad, su principal característica en el fútbol?
¿Qué estaba haciendo William Sunsing con Alfredito en Nicoya?
Yo juego de nueve o media punta por un costado, la técnica nunca la perdí, la malicia, incluso los pases filtrados o sacar faltas, todo eso lo tengo, a mis 45 años puedo jugar con jóvenes, el nivel que tengo es bueno, pero la factura me la cobra los 80 kilos que peso. Mi mente quiere hacer una bicicleta, quitarse a tres y mi corazón quiere hacer un desborde, pero el cuerpo no me lo permite. Todavía no tengo la potencia, ni la reacción que necesito, o la que requiere mi posición porque me ha costado, el cuerpo me limita y ya no soy tan rápido.
Para ayudar.
— William Sunsing se pone a disposición de quien necesite una charla de motivación, algún evento deportivo, actividades sociales y hasta animación en sus plataformas. Búsquelo como William Sunsing en Facebook, Instagram y Tik Tok o al 6020-7777.
-Es muy extraño que un jugador con 45 años vuelva a competir, ¿por qué lo hizo?
El Sun siempre ha tenido sus cosas diferentes, he sido fuera de lo normal, Dios me dio talentos y dones, carisma y un buen corazón, noble y lindo para ser diferente a los demás y hasta el día de hoy hoy lo seguiré haciendo porque no fue fácil para mí, con una mamá soltera, momentos económicos duros, adolescencia dura, pero es lo que hoy me motiva a regresar a la cancha y decirle a los jóvenes que tienen la capacidad de lograrlo porque no es fácil esta etapa nueva, conocida pero no es fácil porque el nivel de fútbol es otro, es más rápido, más físico, se corre más.
Lo que me motiva es transmitir el positivismo, le he dicho a los muchachos que yo no llegué a figurar, a ser la estrella, yo soy uno má de la familia y espero ser un guía para que ellos aprendan o mejoren lo que necesitan para esa oportunidad que el fútbol les puede dar, donde sea, primera, segunda o afuera.
– ¿Lo reconocen en la calle?
En realidad sí, humildemente donde voy hay familias o están solos, y eso que el pelo me lo corté, pero la gente me reconoce en la cancha, en los estadios, me piden fotos y he estado en programas de tele donde salgo y me recuerdan porque hay muchas anécdotas e historias.
Exfutbolista y ahora fisicoculturista William Sunsing se paseó en el programa VIS10N
-¿Por qué se metió al fisicoculturismo?
El tema me llamó la atención desde niño porque mi mamá trabajó en una tienda de discos y revistas, cuando la visitaba al trabajo veía la revistas y miraba fotos de Arnold Schwarzenneger, Ronnie Coleman en los años setentas, ochentas y noventas, y me llamó la atención lo físico, pero el deporte que me apasionaba era el fútbol, desde niño soñé con ser una estrella de fútbol y jugué por 18 años, pero las pesas me gustaban, ir al gimnasio, no me gustaba verme tan flaco.
-¿Qué le ha enseñado este deporte?
Por ejemplo, yo no sabía cómo se ganaba masa muscular y cuando decido retirarme pasan dos o tres años y hago pesas, me meto al gimnasio y al mundo fitness, y me doy cuenta que no es solo alzar pesas, es también comer bien. Empecé a hacerlo cuando cumplí 40 años y a los 41 vi el cambio, pesaba más, comía mejor, me daba mis gustos, pero aprendí a comer bien y a desligarme del fútbol.
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