El debate por el impacto ambiental que la industria pesquera genera en las costas chubutenses sigue siendo un tema de controversias y continúa generando reclamos para remediar, el pasivo provocado, y concientizar para que esas prácticas se reduzcan.
La diseminación de miles de cajones de pescado en Península Valdés ya es tema de preocupación de organismos públicos y ambientalistas por el peligro que constituye para la fauna. Ahora, desde Camarones también advirtieron sobre el daño medioambiental que se ha generado en un área próxima a la localidad.
La Intendenta Claudia Loyola pidió por el retiro de los residuos que se acopiaron en la isla, ya que desde hace un año se espera una embarcación para llevárselos. Lamentó la derogación del FAP, ya que los fondos se iban a destinar a remediar el “desastre ambiental”.
Recordó que hace un año aproximadamente un grupo de voluntarios llegaron a Isla Tovita y la limpiaron, pero luego debía disponerse de una embarcación para retirar la gran cantidad de desechos pesquero, la cual nunca llegó.
En este sentido, la intendenta Loyola apuntó que el trabajo para atender el “desastre ambiental estaba previsto con los fondos que se iban a obtener del derogado Fondo Ambiental Pesquero”.
Precisó que la isla es un espacio que alberga gran diversidad de fauna y flora, pero producto de la actividad pesquera se vio seriamente afectada por la contaminación, con este tipo de residuos provenientes de los barcos dedicados a la pesca de langostino.
En este marco, la titular del Ejecutivo Municipal de Camarones solicitó poder intervenir de manera directa en el plan de manejo y en el retiro de la basura para su clasificación y transformación en nuevos materiales, ya que “se trata de lugares únicos que están muy cerca del ejido”.
Loyola remarcó que “siempre nos mantuvimos en la postura de no derogar la Ley porque esos fondos genuinos estarían derivados al cuidado de esos lugares naturales y únicos que tiene la Patagonia” y recalcó que los fondos del FAP “hubieran servido para financiar campañas de limpieza, relevar, juntar y traer los residuos a tierra, todo tiene un costo. Pero además de Tova y Tovita, hablamos de Islas Blancas, y de la costa”.
En el caso de lo acontecido en Península Valdés y a partir de que tomó estado público, tomó intervención el Ministerio de Ambiente de la Nación e iniciaron un relevamiento para evaluar un plan de remediación a futuro, aunque el debate que sigue pendiente es el referido a que se adopten mejores prácticas a bordo, que eviten la proliferación de estos materiales plásticos en próximas temporadas de pesca.