El embajador japonés Takahiro Nakamae habla de nuestro país y transmite admiración y entusiasmo a la par de cualquier argentino cuando se enorgullece de su territorio y de su cultura. No obstante insiste en desmitificar todo reduccionismo e idealización. Nakamae describe las múltiples dificultades de ambas naciones, y sin embargo va demostrando que éstas no son un impedimento para construir iniciativas bilaterales sólidas, un diálogo fructífero para la toma de decisiones, para transferir conocimiento. Aunque quede mucho por hacer , ya se han logrado beneficios recíprocos en lo comercial y lo intercutlural, cimentados en procesos eficaces marca japonesa -como el método Kaizen-, con la pizca del valor agregado local. El recurso humano argentino es muy valioso para las marcas japonesas radicadas aquí y para alentar a las empresas que vendrán.
Fortuna: Teniendo en cuenta el largo camino de amistad y de contacto que tienen nuestras dos naciones ¿Cuáles son los aspectos que usted destaca de la cultura japonesa?
Nakamae: Se habla mucho de las características de nuestra cultura, de cómo somos. Para mí es algo que incluye algo de metodología. Todas las culturas tienen su contexto histórico, geográfico, climático. Estás condiciones forman una manera de ser. Japón es un archipiélago, con más de 6 mil islas, 70% son montañas y bosques, no es apto para la ganadería, con muchísimos desastres naturales y pocos recursos naturales. En esta tierra se introdujo el cultivo de arroz hace casi 2500 años atrás. Es una actividad muy intensiva que requiere del trabajo de las comunidades. A lo largo de esta historia se formó lo que hoy conocemos como virtudes: el aprecio al trabajo, apego al interés de la comunidad, la minuciosidad, el respeto. Pero por otra parte se habla de nuestra cultura de muchos celos, conflictos entre vecinos, de estrés.
Fortuna: ¿Y qué aspectos cree que le dan valor agregado a la labor empresarial?
Nakamae: Se habla de la cultura empresarial en la misma línea que la cultura japonesa. Yo quiero desafiar esta teoría. Cuando se habla de la industria japonesa manufacturera oigo mucho de la minuciosidad, la calidad del producto y el compromiso. Pero por ejemplo cuando hablamos de los autos japoneses, de los numerosos autos la absoluta mayoría es de fabricación argentina, de Brasil, de México. Las empresas de marca japonesa tienen equipos directivos argentinos. La actividad empresarial con la inversión japonesa se opera con la gente local. No sé puede atribuir la virtudes de un producto a la cultura japonesa, hay algo de la metodología que podemos transmitir atravesando la frontera y a la vez lograr la cooperación técnica.
Fortuna: ¿Cómo se conjuga el modo de hacer japonés con la idiosincrasia local?
Nakamae: Cuando visité una planta de litio en Jujuy -una inversión japonesa y australiana-, había solo un japonés trabajando en el equipo, algunos eran australianos y el resto argentino. Trabajan en una armonía en un orden, disciplina totalmente acordada y organizada. A través de la agencia de cooperación internacional JICA, estamos llevando a cabo un proyecto de cooperación técnica llamado Kaizen, que es la transferencia de la cultura, metodologías y medidas para el mejoramiento de la productividad y el control de calidad particularmente en las pymes. El proyecto comenzó en 2018, y se lleva a cabo junto con el INTI. Escogemos anualmente 20 empresas piloto para implementar esta metodología y medir las consecuencias en el mejoramiento de la productividad, disminución de fallas, control de productividad y hay buenos resultados. El proyecto terminará en dos años pero esperamos que el INTI continúe implementando esta metodología. Otra iniciativa es la campaña del 5S. Son 5 hábitos para procurar en el manejo de las empresas: selección, organización, limpieza, estandarización y disciplina. Cada año se premia a las empresas que han obtenido buenos resultados con esta metodología. Lo importante es reconocer que somos diferentes como culturas, pero también hay aprendizaje mutuo, no es unilateral. Argentina tiene recursos humanos muy destacados.
Fortuna: ¿Qué aportes ha dado el know how argentino a la vida de las empresas japonesas en Argentina?
Nakamae: Japón junto a Argentina está trabajando en cooperación técnica triangular en otros países, por ejemplo, en Mozambique. Japón realiza este tipo de cooperaciones triangulares con doce países en el mundo, de los cuales cuatro son latinoamericanos. Esto demuestra la importancia que tiene la región.
Fortuna: En cuanto al vínculo con las empresas ¿qué acciones realiza la embajada?
Nakamae: Nuestros funcionarios tienen un vínculo diario con empresarios japoneses o argentinos en empresas japonesas. Promovemos el diálogo de las empresas con el gobierno argentino sobre cómo lograr un ambiente de negocios y de trabajo mejor. Ello tiene que ver con la política, las medidas del gobierno y por lo tanto el diálogo con el gobierno, el ministerio de desarrollo productivo, la cancillería y los representantes de las empresas japonesas. Este sistema de diálogo lo tenemos desde 2016. En septiembre de 2021 pudimos retomar el “Diálogo para las relaciones comerciales y de inversión”. Por un lado creemos importante que los dirigentes del gobierno conozcan las inquietudes de los empresarios japoneses, y por otra parte es muy importante que los em presarios japoneses representantes en Argentina escuchen directamente de los representantes del gobierno para que puedan informar a su casa matriz en japón que se encargan de la decisión de las inversiones.
Fortuna: ¿Cuál es la situación de los vínculos comerciales de las empresas japonesas en Argentina?
Nakamae: Tres años atrás había 102 empresas japonesas que estaban operando, hoy hay solo 70. Estamos en una situación económica difícil. En México hay 1300, en Brasil 700 y en Chile más de 100. Una comparación sencilla no aplica, pero considerando lo que hemos comentado recién, aún no hemos podido aprovechar las potencialidades que tenemos, es un tema que estamos alentando. Las empresas japonesas están mirando la seguridad jurídica, mayor previsibilidad. En este contexto hemos firmado dos acuerdos de promoción y protección de inversiones y evitar doble aplicación impositiva. Estamos a la espera de la aprobación del Congreso argentino.
Fortuna: ¿Cómo ha sido su vivencia en la cultura argentina?
Nakamae: Estuve aquí 20 años atrás y volví hace tres años como embajador. En total llevo seis años de mi vida aquí. Me gusta la cultura, la gente, el paisaje. Es un gran desafío la carencia de intercambio porque se conoce muy poco de Argentina en Japón y viceversa. El año que viene cumplimos 125 años de relaciones diplomáticas. Si no me equivoco, de los países asiáticos Japón es el país con mayor tradición en relaciones diplomáticas con Argentina y otros países latinoamericanos. La colectividad japonesa en Argentina tiene 65 mil personas que son de tercera y cuarta generación, nacidos y formados aquí pero con mucho vínculo con la cultura de origen. Aunque somos muy diferentes,en el mundo tan globalizado yo creo que es cada vez más importante la confirmación mutua de los valores o las virtudes universales que compartimos: la solidaridad comunitaria, importancia del medioambiente, del bienestar de los individuos por sobre los intereses económicos y políticos. Venimos de contextos históricos totalmente diferentes pero estos valores que son conceptualizados como democracia, derechos humanos, imperio de ley, importancia de reglas, son también una parte importante de la cultura. En este mundo que estos valores están tan desafiados por varias partes, creo que en nuestros países podemos trabajarlos,
Fortuna: ¿Qué actividades realizan?
Nakamae: La promoción de las actividades empresariales en argentina, promoviendo los contactos con empresarios, y gobierno, fomentando la mayor previsibilidad económica, incluyendo la estabilidad jurídica a través del diálogo con las autoridades argentinas. Estamos enfatizando lo que se llama la diplomacia pública o public diplomacy es decir cómo relacionarse directamente con la opinión pública. Una diplomacia tradicional tenía que ver con la negociación y acuerdos entre gobiernos, ambos gobiernos tenían la responsabilidad de implementar estos acuerdos respectivamente en ambas sociedades. Pero en el mundo de hoy en los países democráticos, un acuerdo entre gobiernos difícilmente pueda implementarse si la opinión pública no está de acuerdo. Queremos colaborar con Argentina en la comunidad internacional para ayudar en forma conjunta a terceros países, y queremos que Argentina tenga más liderazgo en la agenda de desarrollo mundial. A partir de la pandemia, vimos que la virtualidad elimina las restricciones geográficas para conferencias y seminarios. La ventaja que tenemos es que el idioma español abarca 400 millones de hispanohablantes, un mercado enorme para la public diplomacy.
Fortuna: ¿Qué oportunidades ve en relación con el crecimiento de Argentina?
Nakamae: Argentina es un país muy privilegiado con territorio fértil, riqueza natural, energía, minería, energía renovable, recursos humanos muy competitivos. Una desventaja inevitable es la geografía lejos de los mayores mercados, eso se refleja en el costo adicional. Esta ubicación geográfica hace que sea lenta la integración hacia Pacífico que ahora es la economía más dinámica del mundo. Tenemos fe en que se va solucionar. El tema principal es cómo Argentina quiere presentarse en el sistema económico global, para que los demás países puedan plantear su estrategia. El ex Primer Ministro Abe Shinzo en 2016 planteó su filosofía de relaciones con Latinoamérica y el Caribe, con el lema “Progresar juntos, liderar juntos, inspirar juntos”. Esta relación es la que queremos construir con los países latinoamericanos.
Fortuna: ¿Cómo ve que esto se pueda concretar?
Nakamae: Soy optimista en este sentido, porque Argentina es un país privilegiado. Conozco bien a los argentinos, he estudiado su historia, escucho las discusiones políticas y económicas y tengo una sensación de que ustedes saben bien los desafíos para el futuro y están planteando ya las soluciones. Compartimos aspectos relativos a los derechos internacionales como soberanía, integridad territorial. Los argentinos tienen un liderazgo muy importante en la comunidad internacional, es un reflejo de la confianza de la comunidad internacional y como país miembro de la comunidad de Naciones Unidas. Argentina -por ejemplo- este año preside la CELAC. Otro ejemplo de liderazgo es el presidente argentino del Organismo Internacional de Energía Atómica.
Fortuna: Ahora sería cuestión de que los argentinos creyéramos en esa potencialidad
Nakamae: La cultura de autocrítica es muy importante pero tengo confianza de que ustedes también tienen la autoestima, la autoconfianza. De estos valores provienen el sentido de responsabilidad. No existe ningún país perfecto, lo importante es la capacidad de solucionar en cooperación y cohabitación con otros países.
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