La maternidad es una opción cada vez más real para las futbolistas profesionales en activo, algo que en España era impensable hasta hace muy poco, pero que está cambiando de la mano de jugadoras como María de Alharilla (Levante) o Marta Corredera (Real Madrid). Son las dos primeras futbolistas españolas de la Primera Iberdrola en anunciar un embarazo durante su carrera en activo. Aunque no son las únicas que estrenan maternidad esta temporada.
La jugadora del Barça Irene Paredes fue madre de un niño en septiembre, aunque en este caso la gestante fue la internacional de hockey Lucia Ybarra, con quien se casó en verano. La central vasca compartirá maternidad en pocos días con su compañera de equipo Melanie Serrano, que espera gemelos junto a su pareja.
Realidades diferentes, pero con un mismo objetivo: demostrar que ser madre y ser futbolista no está reñido. Todas ellas han reiterado en varias ocasiones que sienten el deber de abrir una puerta que ha permanecido cerrada a las futbolistas españolas durante muchos años y demostrar a las futuras generaciones que es posible compaginar ambas facetas.
“Estamos muy ilusionadas, espero que esto ayude a que se animen más jugadoras”, explica Melanie Serrano a La Vanguardia . La misma opinión que tiene la catalana Marta Corredera, que anunció la semana pasada su embarazo. La política de comunicación del Real Madrid impide a la jugadora hablar con la prensa, pero expresó a través de las redes sociales que era “un sueño compaginar la maternidad y el fútbol”.
También la capitana del Levante, María de Alharilla quiso enviar este mensaje cuando dio la noticia el pasado noviembre: “A lo largo de mi carrera he vivido momentos muy felices, pero sin duda este es mágico, compartir la ilusión de ser madre con mi pasión por el fútbol. Estoy muy feliz, ser madre y futbolista es factible”.
Aunque estos son los ejemplos más recientes, en 2019 Maider Irisarri fue la primera futbolista profesional en ser madre. La entonces jugadora de Osasuna, de Reto Iberdrola (Segunda División), hizo una pausa en su carrera y regresó a los terrenos de juego cinco meses después de dar a luz. “Quiero demostrar que se puede ser madre y futbolista a la vez”, declaraba tras volver a jugar.
A pesar de contar con el apoyo total del club, Irisarri reconocía que “ni Osasuna ni ningún equipo está preparado para temas como este”. En una entrevista con el diario Noticias de Navarra , la futbolista explicaba que tuvo que entrenarse por su cuenta desde el momento en el que se enteró de que estaba embarazada, hasta que regresó a la dinámica de grupo: “A los 15 días de dar a luz ya empecé mi recuperación. Me levantaba a las 6 ó 7 de la mañana, no he fallado ni un día… Ha sido un proceso largo, bonito, con mucho trabajo diario y siendo muy persistente”.
Igual que en España, en el resto de Europa cada día más jugadoras se atreven a dar este paso. En el Olympique de Lyon, ganador de cinco de las últimas seis Champions, la internacional islandesa Sara Björk acaba de regresar de su baja por maternidad al tiempo que su compañera Amel Majri anunciaba que está embarazada. Elin Rubbensson, Kristine Minde o la exazulgrana Stefanie Van der Gragt son solo algunos ejemplos de una elección cada vez más frecuente entre las futbolistas profesionales europeas.
Aunque aún queda mucho camino por delante hasta la normalización absoluta como la que se vive en Estados Unidos, y el motivo no es otro que el de la poca seguridad jurídica que tienen las futbolistas respecto a la maternidad. “Al no tener una liga profesional es lógico que el miedo exista, porque los club no te van a ayudar si el día de mañana quieres ser mamá”, reconoce Melanie Serrano. La lateral azulgrana cree que cuando esto cambie, más jugadoras se atreverán a ser madres: “Estoy convencida de que ya no tendrán ese miedo porque tendrán asegurado su trabajo. Por eso en Estados Unidos pasan estas cosas y aquí, en España, no”.
Hasta no hace tanto, muchas jugadoras sufrían cláusulas anti-embarazo en sus contratos y en el actual convenio colectivo la maternidad apenas se menciona, como denuncia la presidenta del sindicato Futpro, Amanda Gutiérrez: “El convenio no da información sobre qué debe hacer una jugadora embarazada, ¿qué pasa con mis entrenamientos?, ¿qué tiene que hacer el club para protegerme?… Es un convenio exclusivamente para mujeres y llama mucho la atención que este tema solo ocupe un artículo y sea tan vago”.
“Al no tener una liga profesional es lógico que exista cierto miedo”, reconoce Melanie Serrano
En el texto, la palabra maternidad solo aparece en dos ocasiones. La primera, de forma muy genérica, para instar a los clubs a contemplar “todo lo relacionado a la protección de la maternidad de las futbolistas” en un plan de prevención de riesgos laborales. Y la segunda, para advertir que “la discriminación por embarazo, lactancia o cuidado del lactante, maternidad, cualquier trato desfavorable o despectivo otorgado con ocasión de dichas situaciones, o referido a la propia condición de mujer constituirá una discriminación directa por razón de sexo”.
El nuevo convenio colectivo que se negociará en los próximos meses debería reforzar la seguridad de las futbolistas en este campo, tomando como referencia las nuevas directrices de la FIFA, que ha aprobado recientemente bajas de maternidad retribuidas y protecciones adicionales para las jugadoras que estén embarazadas. “Queremos que más mujeres puedan ganarse la vida jugando al fútbol y al mismo tiempo puedan tener una vida familiar y ser madres. Es importante que proporcionemos el marco regulatorio necesario para proteger a esas mujeres”, argumentaba Sarai Bareman, directora de fútbol femenino de la FIFA.
Con la mirada puesta en Estados Unidos
Mientras en España y Europa aún queda mucho camino por recorrer, en Estados Unidos, que una futbolista en activo decida hacer un alto en su carrera para ser madre y volver a los terrenos de juego es algo que está más que normalizado. Estrellas mundiales como Alex Morgan, que dio a luz en 2020 a su hija Charlie, o Sidney Leroux, que ha sido madre en dos ocasiones para regresar a la competición de máximo nivel, son dos de los ejemplos más mediáticos, pero no los únicos. Solo en la selección, cinco jugadoras son madres y Crystal Dunn se unirá a ellas el próximo marzo. Precisamente son las jugadoras internacionales las que mejores coberturas tienen, pero también los clubs de la NWSL ofrecen ayudas para el cuidado de los hijos a sus futbolistas.
Gracias a este tipo de medidas que se han ido introduciendo en la última década, las jugadoras se ven arropadas a la hora de decidir compaginar su profesión con la maternidad. Es muy frecuente ver en las redes sociales imágenes de las futbolistas acompañadas de sus hijos en las concentraciones y en los viajes, donde cuentan con personal para cuidar de ellos mientras entrenan o juegan, algo impensable por ahora en España.