Once meses. Ese es el tiempo que había pasado. Dani Jarque, su mejor amigo, había fallecido. El dolor fue muy grande. Al punto de arrastrarlo hacía lugares muy oscuros. Pero once meses después, uno de los mejores futbolistas de la historia de España tuvo su premio y, con él, su homenaje al amigo que ya no estaba. Los festejos más icónicos de los Mundiales: la historia detrás del grito de Andrés Iniesta en la final de Sudáfrica 2010.
“Dani Jarque, siempre con nosotros”. La carrera loca del cerebro español que acaba de clavar el derechazo que le daría la Copa del Mundo a España quedó grabada en la memoria colectiva. Esa noche del 11 de julio de 2010, a once meses de la muerte de Jarque (ocurrió el 9 de agosto de 2009), Andrés Iniesta se levantó la camiseta de la selección para mostrar un mensaje del alma. Y lo hizo nada menos en la final contra Países Bajos.
“¿Cuándo se me ocurrió? Fue justo antes de salir a calentar, 25 minutos antes del partido me vino a la cabeza el tema, se me puso algo en la mente y pedí que me hicieran la camiseta. No porque pensase que iba a hacer un gol, pero si ganábamos el Mundial, te quitas la camiseta y muestras el mensaje. Era un poco la idea. Ni en una película podía salir tan bien”, contó alguna vez el futbolista.
La dedicatoria llegó hasta los ojos de la esposa de Dani Jarque, quien después de la muerte del mejor amigo del mediocampista, no había vuelto a ver un partido de fútbol. El futbolista tenía apenas 26 años cuando una insuficiencia cardíaca determinó su temprano fallecimiento mientras Espanyol estaba de pretemporada en Florencia.
“Mi madre gritó: ‘¡Mira, mira, mira!’. No quería mirar porque sabía que él iba a estar ahí. No sé por qué pero lo sabía. Sí, antes de que marcara, presentí el gol. Se llama intuición, presentimiento, destino, lo que sea pero Andrés es una persona que le podía dedicar ese gol a su familia, a su mujer, a sus hijos, a tanta y tanta gente.. ¡Y se lo dedicó a Dani!”, contó Jessica Álvarez.
Andrés Iniesa y la peor noticia con la muerte de Dani Jarque
“No lo podía creer. La noticia me heló el corazón. Los siguientes días en Barcelona fueron terribles. A partir de ahí, empezó mi caída libre hacia un lugar desconocido. Vi el abismo. Y fue entonces cuando le dije al doctor: ‘No puedo más’”, recordó Iniesta cuando supo de la muerte de su amigo.
El propio Andrés Iniesta lo dijo. Iba directo hacia el abismo. No era el mismo que todos conocían y sabía que iba en caída libre: las lesiones no lo dejaron en paz en todo el año. Era como una bola de nieve que se hacía cada vez más grande. Su cuerpo y su mente no encontraban conexión, y por ello, hasta pensó en dejar de jugar. El contexto no era un dato menor: estaba en pleno apogeo del Barcelona de Pep Guardiola, para muchos el mejor equipo de la historia.
Sudáfrica 2010 – El gol de Andrés Iniesta que le dio el título a España.
No tuvo un buen año y generó muchas dudas, pero Vicente del Bosque lo incluyó en la lista final. Ya en el Mundial, España pasó a octavos de final y fue ahí cuando llegó la verdadera reconexión de Andrés Iniesta. Él inició la jugada que terminaría en gol de David Villa para eliminar a Portugal. La misma fórmula llegó en cuartos de final ante Paraguay y finalmente en la final, era el gran escenario para el mediocampista español.
España llegaba a la final del Mundial tras ser un candidato serio, dado que ostentaba el título de campeón de Europa, después de haber ganado la Euro de 2008 de la mano de Luis Aragonés, quien le cedió el timón a Vicente del Bosque para la competencia africana.
Tras una derrota ante Suiza en su presentación, España se perfiló rumbo a la final sumando victorias: ante Honduras y Chile en la fase de Grupos; sobre Portugal en octavos de final; ante Paraguay en cuartos y ante Alemania en semifinales.
En la final, el reloj marcaba 116 minutos de tiempo corrido cuando Iniesta marcó el gol más importante de su carrera y de la historia del fútbol español. Un pase de Cesc Fábregas dejó la pelota en poder del número 6 de la selección española, quien controló, dejó picar un poco para después golpear con el empeine derecho y poner toda el alma en ese disparo que dejó sin chances al arquero neerlandés Maarten Stekelenburg.
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El estadio Soccer City de Johannesburgo explotó en el momento que las redes se sacudían e Iniesta corrió hacia la esquina para festejar con su camiseta que recordaba al fallecido futbolista del Espanyol. La imagen de Andrés corriendo en el festejo quedará enmarcada como una de las postales históricas del fútbol.