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YouTube está impulsando una nueva vía de financiación para los creadores de contenido educativo: tarifas por impartir cursos online.
El servicio lleva años en desarrollo, según la jefa global de aprendizaje de YouTube desde 2019, Katie Kurtz. Aunque se trata de un sector que cuenta con una alta competencia, ya que los cursos se han convertido en una forma popular para los creadores que buscan monetizar su actividad y el mercado ha visto nacer a un gran número de startups que han querido hacerse con un trozo del pastel.
Creadores de contenido como la experta en programación Jessica Chan podrán ofrecer cursos gratuitos o de pago en YouTube. Los precios van a ser establecidos por los creadores, pero estos nunca podrán sobrepasar los 1.000 dólares (unos 990 euros).
La compañía ingresará el 30% de lo que genere cada curso, pero los que sean de pago no tendrán publicidad y podrán reproducirse en segundo plano en dispositivos móviles.
La beta de este servicio comenzará el año que viene en Estados Unidos y Corea del Sur, pero YouTube ha decidido presentarla en EduCon, un evento privado al que acudieron 150 creadores especializados en educación procedentes de más de 20 países. El evento tenía por objetivo establecer contacto entre los creadores y la plataforma y dar a conocer las nuevas herramientas.
En ese sentido, la página de inicio de un curso dentro de YouTube contará con una imagen de cabecera y los capítulos del curso que están disponibles, con el fin de que los espectadores puedan ver en qué consisten las clases y decidir si pagar o no por ellas. Además de los vídeos, los cursos podrán incluir material complementario.
“A veces se necesita un poco más de estructura, un poco más de orientación”, ha explicado la jefa de aprendizaje de la compañía sobre el nuevo formato. “YouTube no siempre funciona bien en ese sentido, sus recomendaciones no siempre son lo siguiente que necesitas aprender”.
YouTube sigue revisando sus políticas para de evitar que se produzcan estafas
La CEO de la empresa, Susan Wojcicki, ha valorado el contenido educativo como uno de los “mayores beneficios” de YouTube.
La compañía anunció en 2018 un fondo de aprendizaje de cerca de 20 millones de euros en 2018. Este fondo estaba destinado a financiar a aquellos creadores que produjesen “contenido de aprendizaje de múltiples sesiones”, lo que le sirvió para prepararse para este servicio de comercialización de cursos.
En ese momento, la compañía también comenzó a invertir en contratación de personal, un equipo dedicado a producto e ingeniería del servicio. YouTube se encuentra ahora resolviendo cuestiones relacionadas con las políticas de servicio de los cursos. La idea es que todos los creadores de contenido sean evaluados en la fase de beta, ha indicado Kurtz.
Los cursos deben ajustarse a las directrices de la empresa propiedad de Google y algunos temas no podrán ser tratados como educativos. Estos son, los consejos financieros y los trucos para ligar.
En relación a estas 2 cuestiones, el terreno puede ser especialmente pantanoso, dado que algunos creadores han sido noticia por ofrecer cursos que han dejado a sus seguidores con la sensación de haber sido estafados. Estos pueden ir desde consejos para hacer crecer tu perfil Instagram a planes fitness supuestamente engañosos.
YouTube también está fijando otros requisitos, como la duración de las clases y la calidad de la producción. Los detalles a ese respecto se anunciarán tras la finalización de la beta que tendrá lugar próximamente.
Además de los cursos de pago, YouTube ha anunciado otras novedades relacionadas con la educación: la posibilidad de que los creadores ofrezcan cuestionarios en sus apartados de Comunidad y un reproductor de vídeo que puede ser utilizado por docentes de instituciones educativas al no contar con publicidad.
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